Taras y tarados, gataflorismo.

Gataflorismo puro es la tara, gataflorismo en estado puro sin aleaciones de ninguna especie, si están porque están si no están porque no están que qué andarán buscando por acá si hicieron boludeces por allá, cualquier argumento para levantar a los giles que votan en el corto plazo, no hay silencios para los tarados que no conocen los silencios de la prudencia para los tarados que no tienen inconvenientes en entrar en contradicciones todo el tiempo total para ellos la taradez es parte de su negocios u no para los sotas que los bancamos, ahora que vienen esos que dijeron que van a poner unos mangos en el yacimiento vaca muerta, resulta que ahora hay informes presuntamente medulosos y prolijos alertando que no se trata nada más que de CEOs operando con capitales transnacionales, antes porque no venían las inversiones que supuestamente se regalan a lo ancho y a lo largo del globo ahora porque vaya a saber quiénes son estos que vienen, los desconformes de los tarados de siempre, los mismo que ya se sabe lo que añoran que es de esperar que no tengan ninguna posibilidad de dar coberturas a sus añoranzas, son los mismo de siempre, la idiotez no se cura con la historia ni con un 8A.

Taras y tarados, espejismos.

La tara es el espejismo de creer que no somos lo que somos y ver en los demás el reflejo de eso y creer por contraposición que el trash quedó en el otro que es peor que nosotros, hay tarados que critican la corrupción de los gobiernos lo que está más de diez porque en la aldea cuando no hay gobiernos corruptos significará que se superó un viejo estigma que portamos desde nuestros propios orígenes en el fondo de la historia, no están malas esas intenciones, lo que sí está mal es que el tarado que habla de la corrupción de los gobiernos es el mismo tarado que probablemente está con su contador maquinando cómo hace para esquivar impuestos que tiene que pagar para aprovechar prebendas que fueron creadas con otros fines y que indirectamente puede calificar si el tarado o los tarados por caso lo mismo con los tarados de sus contadores y notarios falsifican información de registros contables y de otros registro, ¿cómo puede hablar de corrupción alguien que está ejerciendo la corrupción?, ¿la corrupción del funcionario es distinta de la corrupción del ciudadano?, ¿es distinta la ética del corrupto funcionario que la ética del corrupto ciudadano?, ¿es más benigna la lesión social de la corrupción de un funcionario que la corrupción de un ciudadano?, mientras estos espejismos de no ver en el otro el reflejo de los que somos o de verlo sin reconocer similitudes no se reducirán nuestras taradeces, de los discursos insustanciales del inútil objetivo que los demás entren en una ética en la que ni nosotros entramos, espejismos.

Taras y tarados, caracteres transitivos.

para la buena para la mala para la mala para la buena, hacer decir a alguien lo que no dijo silenciar lo que dijo sacar conclusiones caprichosas y subjetivas aprovechando el reflejo de otro o de otros son parte de la tara, de una tara que después los tarados amplifican hasta el infinito como se está viendo ahora que hacen en la campaña con los dichos o las interpretaciones de lo que supuestamente dijo el que es el sumo pontífice, como si el tipo además de las obligaciones que tiene tuviera tiempo de meterse en rencillas de tarados incompetentes que no se dan a basto con sus propios inconvenientes, pequeños reptiles proyectos de golpistas de tiempo completo que no paran de quejarse por quejarse empantanando los proyectos de porvenires de los que vienen por atrás les guste o no les guste a los tarados que es de esperar que sean meno tarados que los que están pasando y de los que habrán pasado con todos sus pruritos de mentiras de diatribas de incompetencias que pretenden pasar de generación en generación midiendo con las unidades que les cierran sus codicias y engreimientos.

Taras y tarados, discursos.

A la larga habrá que agradecer a los que pusieron algo de su parte en estos diez años diferentes que no se si serán una década ganada en el sentido en que se dice pero si fue una década ganada para que las caretas caigan los disfraces de la mayoría de los protagonistas para que cada vez más gente se desayune de quién es quién en el concierto nacional, hoy anduvieron discurseando algunos diciendo que hay seis mil tambos menos y menos diez millones de cabezas de ganado menos que las que había no explicaron cuándo que se afectaron las producciones de maíz y de trigo, y por supuesto, con la vieja tara de calzar las responsabilidades todos los problemas a los que gobiernan como si los demás fueran límpidos angelitos inocentes que encima no ahorran en dólares, puro discursos pura sanata pura perorata barata y repetida pura parafernalia puro verbo para no hacer nada o dejar las cosas como vinieron desde el fondo de la propia historia, habrá que agradecer a los que pusieron algo de su parte en estos diez años para que la proporción de tarados en esta especie de patria según se declara en esta especie de aldea sea descendente y empecemos a ser, por encima de gobiernos y de otros mentirosos peores, menos tarados de lo que fuimos.

Taras y tarados, informaciones.

O hay que pensar que los tarados efectivamente son unos tarados de esos o que no son tarados y entonces son unos vivos que toman a los demás por tarados, en esa tara consistente de dar y temar y regar con información negativa todo el tiempo de cuestiones que no son relevantes en la suma, que por ahí son importantes para un man o para un grupo reducido de ellos pero no para el conjunto de todos los que interesamos en esto, o hay que pensar que son o unos tarados de esos o no lo son definitivamente, porque con la abundancia de malas noticias para que todos estemos preocupados y desganados y hundidos si no es por una cosa por otra cosa encima en temas que son menos importantes que otros para el grupo, mercaderes de la información el delito que cometen es llegar a coberturas amplias de población con coberturas amplias de informaciones que son distorsionadas o directamente mentiras flagrantes los tarados que gozan de protecciones especiales se abusan todo lo que les da de esas condiciones que tienen hasta que se les acaban y entonces cuando quieren retornar a sus estados de ciudadanos no tienen entidades o mejor dicho se quedan solo con las entidades privativas de los tarados.

Taras y tarados, reconocimientos.

En medio de tantos errores algunos de los más necios y tarados tendrán que reconocerle a este gobierno que está, la condición de primero que comenzó a disparar a la línea de flotación de la estupidez nacional más rancia, no privativa de clase social ni de ninguna otra agrupación estratificadora, justo al centro de la tara que en donde se mezcla una presunta racionalidad con lo más boludo del capricho, que al ahorro nacional lo quieren encorsetar con el dólar igual que toda su vida pero se niegan a ser norteamericanos, viejo argumento que han impuestos dos o tres señores de lo más paquete que tenemos mientras toman vino cosecha 1920 y fuman habanos que hacen los marxistas de cuba, los tipos de la aldea no somos de los tipos más fáciles aunque si se trata de cuestiones de dinero ahí andamos todos encolumnados replicando una estupidez tras otra, así nos va, a pesar que en apariencia tenemos tipos que parecen millonarios y bolsas y mercados, algunos deberán reconocerle a esta administración que le puso todas las fichas a esto, esfuerzo que hubiera evitado con dar otros mensajes destacando la ignorancia y los niveles elevados de zoncera del pueblo soberano, a este compilado de atorrantes sanateros que somos que mientras damos lecciones de ética y de moral en sus niveles supremos, estamos planificando con contadores y abogados cómo no pagar impuestos y evitar al estado que somos nosotros mismos, toda una genialidad tipos que atentan contra ellos mismos y que encima no se dan cuenta, algo así.

Taras y tarados, nac & pop.

En ausencia de hedonismo la salud y la educación y la seguridad social en la que lo más importante es la jubilación, son primero antes que cualquier otra de las cuestiones mas queridas por el hombre, derechos y después categorías de un presupuesto público más que privado, son la salud y la educación y la seguridad social antes que el dinero que es también un bien público, entidades de las instituciones sociales antes que valores, y por lo tanto cualidades económicas que por momentos adquieren la forma de privados según sean los niveles mayores o menores de taradeces de los tarados que lo propician, esos son rasgos de la tara que después se potencia o se reduce según los niveles de taradéz de los que absorben, que vienen después y que ya depende de las estaturas éticas de los que se autocalifican que necesariamente se creen a sí mismo antes buenos que malos como esos que fijan y determinan los precios y después con cara de distraídos no tienen empachos de embromarlos con la culpa a los que gobiernan que salvo algunos manotazos de ahogados no tienen que ver en las partidas que se dan en los mercados, no tienen huevo como diría un empresario que les está rompiendo el que te dije con sus precios congelados.

Taras y tarados, mafias y mafiosos.

El grado de descomposición que vivimos es superlativo y la tara de echarle la culpa al gobierno del aire que circula es superlativa también, ahora le quieren endilgar el desastre que hicieron esas bestias el domingo creídos que son la mitad más uno en la aldea cuando son una docena de negros que no se la bancan solos, que necesitan siempre del grupo por la patología que cargan para los resentimientos que proceden desde el fondo de sus propias historias personales y de la historia del puto pueblo al que pertenecen, resulta que los tarados de la prensa ahora pretenden que se gobierne con las basuras que publican en sus medios en los que la mitad es mentira amarilla un veinticinco por ciento pelotudeces deportivas y un veinticinco por ciento para la pelotudez que les encanta llamar la gran política, escenarios en los cuales están soñando que ella esta vuelta se les va cuando no hay uno todavía que pueda reemplazarla, es evidente que forman partes de mafias de la información comandados por mafiosos que creen que con eso controlan el poder, ojalá para bien de las nuevas generaciones continúen desapareciendo por gravedad, los jefes de esas mafias y los mafiosos serviles que son mafiosos a sueldo.

Taras y tarados, inflaciones.

En el bazar de los tarados esos mismos tarados salieron a jugar la campaña, como si fuera que en serio se postulan para ser en serio lo que no son ni en broma o sea senadores diputados o lo que putas fuera, juegan a la campaña política en la tara de ofrecer menús de cambios para que nadie cambie, en el bazar de los tarados entran con caras de ceremoniosos y protocolares creyéndose más de lo que son como en cualquiera de las puestas en escenas de todas las puestas que se hacen diariamente, vienen con asesores de imagen con campañas que se suponen ingeniosas viejos lobos que pasan de corderos, no les da el pinét para alcanzarla, no tienen ni una idea en el bazar de los tarados ellos salieron a jugar a la campaña, como juegan en la timba que llaman bolsa de valores como juegan en las mesas de dinero, como juegan con ellos sus jefes de afuera, se inflan, igual que se desinflan, hasta que se vuelven a inflar. 

Taras y tarados, carriles.

La tara del dejar hacer del dejar pasar coordinado alguna vez se sabrá por quienes de las comunicaciones discurriendo con diásporas en el tiempo y en el espacio, con los tarados ocupados de seguir con las mezquindades internas mientras las mezquindades externas van a caer como plomos en las testas, mientras el mundo se desmorona mientras cada día cae un paradigma diferente sin ser sustituido o sustituido en forma deficiente los tarados marchamos ocupados en las cuestiones chiquititas de derechosos golpistas promoviendo porque les conviene ahora que se investigue al jefe de ejército por sus involucramientos en las noches del proceso cuando debe haber andado con poco más de veinte años mientras los presuntos izquierdosos se hacen los boludos porque hoy gozan de dineros poderes e inmunidades cada unos de ellos salidos completamente de sus carriles y además salidos de sus cabales y de los cabales de los tarados que los sufrimos a esos insufribles. 

Taras y tarados libertades.

Las taras son las confusiones de las libertades de expresiones y de prensa, libertades que los tarados de la aldea interpretamos para el carajo porque creemos que esas libertades son lo mismo que el libertinaje de erigirnos en censores del mundo y hacerles llegar a las gentes lo que unilateral mente evaluamos que es la información que les compete o es más las información que les conviene parta vivir felices atreviéndonos también a ser jueces además de partes metiéndonos en los que no nos atañe que es la vida de los próximos y prójimos, además con mentiras y diatribas que distorsionan los discursos originales de los que suponemos son escuchados por portación de apellidos, caso los papelones de un diario de la aldea recortando y pegando con los peores etilos un artículo publicado en otro diario, de terror vamos interpretando la libertad a medida pero a la medida de nosotros mismos porque en definitiva los que están al frente no interesan para nada, no son libertades de expresión gritar lo que se quiere tal vez es hacerlo respetando la convivencia propia de la naturaleza que portamos no son libertades de prensa generar información asimétrica o discriminar con la información aprovechando las asimetrías patrimoniales que nos caracterizan.

Taras y tarados, contrastes.

La tara es aceptar los contrastes sociales como si fueran naturales tan naturales como las enredaderas que adornan los muros de las mansiones en las fincas paquetas tan naturales como el loro que se mofa del abuelo en las casuchas de chapas de las villas, la tara es esa de ver como natural algo que se plasma como artificial en las interrelaciones cotidianas en las interpelaciones callejeras y académicas entre tarados que marcan las diferencias y tarados que las aceptan, mientras en el medio hay docenas de miles de tarados que se pasan en explicaciones para justificarlas o criticarlas, a cientos de docenas de miles de situaciones aberrantes que hacen que la especie que se autodenomina incluida en la condición humana tenga deficiencias harto perores de aquellos prototipos que se califican como especies menores, mucho más en la aldea en la que en unas pocas cuadras a la redonda hay hermanos que buscan incansables sus dietas diarias en los tachos de basura mientras una sarta de hipócritas y tarados dejan sus propinas en bares para pagar desayunos probables a gente carenciada porque son incapaces de hacer otra cosa con la pobreza, y la sarta de ignorantes que especulan con el dólar para comprar a seis y vender a diez activos ajenos que sobresalen con la sarta de comunicadores que miran para otros lados para no meterse con temas embromados, caben las preguntas de los límites entre tantos contrastes.

Taras y tarados, insuflados.

Taras de soberbios sabelotodo, la tara es tener conclusiones conclusivas sobre todo valga la redundancia, opinar desde cómo se termina óptimamente un bife de chorizo a la plancha y cuestionar la perfección de la formulación einstentiana de la materia mientras aceleramos el consumo del cual después no quejamos a través de nuestros impresentables comunicadores, opinar de vaca muerta como si fuéramos expertos que ahora nos damos cuenta que podemos hablar de lo que antes no hablamos hasta opinar sobre un gobierno al que no se le perdona una mientras vamos perdonando con el silencio a los que no nos perdonan aumentando los precios de las cosas que comemos, los tarado vamos sacándonos fotos para las portadas de las revistas del corazón de las revistas de la prensa amarilla, hinchados de glorias que no se tienen confundidos tardando siglos para entender que así como cantamos aleluyas por la bandera y la escarapela es necesario defender cantando tal vez gritando para que entiendan los que no entienden, que el símbolo más tangible de la soberanía es la moneda nacional, la misma moneda que destrozamos especulando con el dólar que además sabelotodo decimos que es para ahorro cuando todos sabemos que lo compramos con los mismo pesos con los que deberíamos haber comprado la polenta.

Taras y tarados, desbordes u desbordados, pespunteados.

La tara es que vaya todo para el carajo mientras lo malo sea del vecino y todo lo bueno sea propio así de tarados somos aunque después para llenarnos de un poquito de solidaridad falsa vayamos a repartir trastos en desastres naturales que afectan a pedazos de poblaciones, por eso los venerables tarados que tenemos de comunicadores salen urgente con lo que llaman corridas cambiarias anunciando subas en el tipo de cambio, y van informando cada minuto los aumentos de lo que ellos llaman del dólar negro, infelices que no terminan de verla que con eso son funcionales con aquellos que después lo aprietan a los mismos que contribuyeron, conviven los tarados con los otros tarados que trabajan de vivos porque aman parecerse a los de arriba esos de allá del norte pero haciendo negocios con los giles con los de acá adentro, todo cierra en sus felices ecuaciones en sus cuadrados sistemas de ecuaciones, hasta los giles de clase media que contribuyen en las farfulladas.    

Taras y tarados, recrudescencias insustanciales.

Una y otra vez con lo mismo son incansables los especuladores en estos mercados de niños, se creen que operan en los mercados globales y no le pueden escapara a la aldea, los norteamericanos de corazón nacidos y criados en la aldea que declaran que cuidan sus ahorros comprando dólares que esconden en los placares que viven y trabajan en la aldea porque no les daría el pinét – que no le da el cuero sus equilibrios antropométricos -  para trabajar ni en Miami donde los buscan para limpiar letrinas o ir a las cosechas en las huertas de los suburbios, esos esclavos de regímenes exteriores que viven barato por acá para llevarles el fruto del trabajo de otros para levantar el bienestar de gente que en las capitales del mundo ni los miran, que en esta época salen de vacaciones de inviernos agrandados como ven que salen los señores más adinerados, esos norteamericanos nacidos y criados en la aldea que saben de todo pero especialmente más que los ministros de economía, sobre los niveles reservas y los tipos de cambio, están provocando “corridas “ en lo que llaman el dólar “blue” otra vez con esa historia a ver si lo s cagan a los que gobiernan como si no se estuvieran cagando a ellos mismos y cruzando el porvenir de sus propia descendencia, con esa tara que el dólar es más importante que el peso, caprichosos anti patrias que tendrían que vivir allá donde ellos dicen que todo los que brilla es oro, los tarados estarán contentos porque esto funciona y muy bien en épocas electorales, el dólar paralelo cotizó 8,45789605 $, boludos.

Taras y tarados, vinos y borracheras, jaquecas resacas.

Tarados lo borrachos por finos que sean, tarados y borrachos los que escriben, tarados y borrachos los que leemos, la referencia es inevitable y es clara, página veintidós del diario perfil de domingo catorce de julio del año dos mil trece solamente el primer párrafo, apología del delito incitación a la evasión agravada por los montos que es fácil imaginar son bastantes suculentos, broma, es una forma de exagerar la tara de informar opinando de informar cargando de subjetividades algunas noticias cotidianas, gratuitamente, como para caer con todo el pesos de lo inmanente a un lector desprevenido un domingo de descanso, son unos hijos de puta, como para que el lector no descanse y verifique los lejos que están estos patrones de estancia de uno mismo que, con los presupuestos reducidos como se tienen, está con el mono tributo al día y unos poco seguros como para la cobertura de las cuestiones mínimas que en ausencias le pueden saltar a la familia, noticias trabajadas por tarados asalariados de poca monta que por unos cuantos morlacos escriben lo que les dictan, peores delincuentes que los que ellos publicitan están ocultos en ciudad oculta, peores delincuentes porque de tener mucha plata se niegan a estar en regla, peor que los narcos y los piratas del asfalto, porque estos tarados pasan de señores de las noticias además de los que las escriben en las calles y en las iglesias influyen en gobiernos y, encima, como es la noticia planean en conjunto – parece que por alguna medición determinaron que entre los cuarenta y un millones que somos estos son algo así como de mil quinientos algo así como el 0.004% que obviamente concentrarán más del veinte por ciento de nuestro golpeado PBI – el chequeo de los paraísos fiscales de los que quedan en el mundo globalizado mientras degustan vinitos cosecha mil novecientos sesenta de esas épocas en que esta aldea no era tan impresentable.

Taras y tarados.

La tara es esa maldita costumbre vernácula de andar diciendo que dios tiene su escritorio en la aldea o que dios es aldea como si dios hubiera demostrado cuando anduvo encarnado den Jesús que le interesaban las banderas pero por acá andamos con esa tara entonces los tarados lo invocan para todos cuando además entre las cuestiones importantes que explicó Jesús es que no necesariamente los condenados por las leyes imperfectas de los hombres son condenados por las leyes que no son de los hombres, y que los buenos o los que se andan declarando buenos no son tan buenos como parecen e incluso son bastante malos, es como para pensar a propósito que un tarado justiciero dictó la prisión preventiva o cómo se llame para otro tarado que seguro que más que robar se aprovechó de lo invisible de la corrupción visible de los privados (hay funcionarios corruptos porque hay civiles ciudadanos corruptos por la misma lógica que hay prostitución porque hay clientes que compran los servicios de sexo) porque es la campaña plena y entonces el magistrado de marras estará cobrando sus peajes por estas fanfarrias, y entonces en las secuencias de los tarados que andamos con estas taradeces la pregunta relevante es cuál de las dos situaciones siguientes es la que significa costos sociales más elevados, la del presunto corro que ahora dicen que está prófugo esos a los que les encantan los títulos rimbombantes para giles y pelotudos, la del magistrado que seguro recibe una propina privada bastante suculenta para acordarse recién de algo que tendría que haber hecho por lo menos en los últimos cuatro años. 

Taras y tarados.

Tara, escribir y ejecutar sainetes en épocas de campañas políticas, ahí van los tarados de sus señorías que entran en ferias que son los nombres que les ponen a las vacaciones de invierno de sus hijos para poder rajarse con ellos, que no laburan en los intervalos normales y regulares que se llaman años y décadas, potenciando sus efectividades cuando hay que hacer algunas diferencias porque en épocas de campañas políticas hay mucha plata circulando para comprar silencios o comprar lenguas ponzoñosas y ligeras y entonces se pueden cazar algunas propinas interesantes que son propinas con las mismas cualidades que las propinas de un mozo pero inconmensurablemente más suculentas, en esa plaza de calvarios en la que nadie tiene categoría para lanzar la primera piedra pero donde abundan las pedradas, es que los tarados de los electores, miles de nosotros, reaccionamos con esos sainetes mediáticos y efectistas, prisión preventiva para el antepenúltimo secretario de transporte por considerar que puede declararse o más que declararse ponerse el disfraz de prófugo justo un tipo así que según las versiones de los mismos incompetentes malversó para hacerse de activos radicados por acá, de estos los tarados menores tenemos letra para un intervalo de quince días el tiempo que da buscar de nuevo este tipo de chicana de cuarta.

Taras y tarados.

El dato que esos que están por allá lejos de acá de donde estamos nosotros no nos lean es un dato irrelevante considerando que tampoco nosotros los leemos aunque parezca que los leemos como parece que no nos leen, esos tarados de afuera que son iguales o peores que nosotros los tarados de adentro que ni siquiera nos leemos entre nosotros mismos ni los tarados venerables y solemnes a los de menor rango ni los lacayos de menor rango a los tarados notables y honoríficos que andan escribiendo como el Cervantes, porque nosotros estamos por acá concentrados en algunos casos toda la vida queriendo ser como ellos los de por allá, queriendo ser lo que no llegamos a ser aunque queramos mucho serlo, como ellos no se quieren parecer a nosotros aunque nosotros queramos mucho esto que ellos quieran porque como dicen algunos tenemos relaciones carnales con ellos aunque de este tipo de relaciones le hayamos echado la culpa solamente a uno de nosotros, así que la tara hablar español y de escribirles en inglés trabajos para seminarios que se desarrollan en la aldea es tan patológica que casi y casi se manifiesta en síntomas sensoriales como temblores y emociones que nos llevan al paroxismo y a las lágrimas, así que no nos lean como nunca nos leerán habla mal de nosotros antes que de ellos porque al final ellos tienen armadas campañas enteras en las que para participar hay que leerlos a la fuerza y comprarles los libros y todos los soportes que hacen ahora que con la internet son muchos, en cambio ellos no solamente no nos leen, sino que directamente nos ignoran con las excepciones que de vez en cuando hacen cuando se aprenden los nombres de alguno o algunos de nosotros para que parezca que nos tienen en cuenta pero la verdad es que nunca en ningún caso pasa eso, salvo en los excepcionales casos de las preservaciones de los patrimonios de la humanidad y los recursos no renovables y de todo eso que ellos ni siquiera se tomaron el trabajo de firmar los protocolos, en los que al revés no solamente nos leen sino que además vienen a chuparnos las medias haciéndose los buenitos.

Taras y tarados.

Hay quienes dicen tarados conspicuos y venerables que además de inventos magistrales como la bic o el colectivo hemos legado al mundo desde esta aldea de peleles los piquetes como forma de protesta universal por lo que sea en dónde sea especialmente si se embroman las libertades ajenas, la tara de protestar legítimamente por broncas legítimas en sistemas legítimos pero de forma ilegítima cagándole la libertad a alguien, y la que nos faltaba eran inventar los piquetes móviles piquetes flexibles o versátiles el adjetivo es lo de menos mientras los utilicemos para decir que ahora se está poniendo de moda y no en toda la capital como decía una canción cuando fuimos taraditos allá hace mucho años, el adjetivo es lo de menos lo de más es que se cumpla el objetivo de cagarle la existencia al prójimo que no vaya a ser que por un instante se imagine que es más próximo  que prójimo y que necesariamente su vida es una proporción creciente de pálidas antes que de buenas nuevas, buenas metamorfosis que indican que  se puede protestar por cualquier cosa en cualquier lugar de la aldea con prescindencia de todos los boludos que viven en ella como ese clon disfrazado de cualquier cosa ese mercenario que aparece los domingos ante una cámara disfrazado de payaso por el señor que lo arropa y lo cuida para que hable mal pero bien mal de quien ya todos sabemos que habla ese gordo de porquería.

Taras y tarados.

Y ahora unos cuantos andan enloquecidos porque el alcalde estuvo haciendo anuncios que por restricciones en los presupuestos de su comuna recortará los subsidios a los colegios privados y entonces, larga tara de años por la que lo que es no es y entonces lo que se va viendo es antes la utilería que la realidad porque la realidad no es la realidad y la realidad es entonces un escenario diferente a lo que se está viendo creyendo que se está presenciando la realidad, y entonces como en esto la educación pública que no termina de ser, se convierte en educación privada, para lo que se levanta las manos en los congresos en las legislaturas y en los consejos deliberantes y se les conceden subsidios públicos a privados que además de privados negocian con la educación como negocian los que venden galletas o autos, todo un lío todos unos líos que además salen un rejunte de tarados que de paso con la educación hacen grandes negocios y además quieren que el estado los subvencione, entonces de un lado quedan los progenitores tarados que no llevan a sus gurises a los establecimientos públicos porque opinan que los maestros son unos negros pulgosos de tanto rascarse y no hacer nada porque viven de huelgas en huelgas, y entonces los llevan a los niños a los colegios privados subvencionados y hacen piquetes pidiendo por colegios privados que cuando los tienen organizan otros piquetes para pedir al estado que con presupuesto público financie los negocios de los privados, y entonces del otro lado quedan los pésimos administradores que no tienen el pinet de gestores educativos y entonces dicen que el estado tiene la culpa no solamente por las insuficiencias con la educación pública sino también con la educación privada porque por falta de presupuesto los recortes empiezan por estos lados. 

Taras y tarados.

Una vez más de no superar la tara del paro que pega en y paga la gente porque son paros con costos sociales, no les molestan a los empresarios porque ellos no se hacen cargo de los costos, así de tarados son los camioneros que deciden estos paros en vez de laburar de más así al costo de la protesta lo terminan asumiendo lo dueños de los camiones aunque probablemente el tarado que oficia de secretario general tiene sus entongues con los empresarios entonces en vez de protestar contra ellos, es más fácil protestar contra un gobierno que reivindica las causas de los trabajadores y de los pobres aunque parece que estos no habrán sido pobres, una vez más para lanzar su candidatura de diputado – más impunidad por inmunidad legislativa, más trabajo por mayor remuneración – reclamando por el impuesto a las ganancias en vez de reclamar yendo a los bifes por las fijaciones de los mínimos no imponibles por sus actualizaciones que corrijan distorsiones regresivas por las que los que ganan más pagan menos y los que ganan menos pagan más, pero una vez más y seguro que otras veces más intranquilos con la tranquilidad los muchachos que protestan, contra todo menos con que la mitad de los trabajadores de esta aldea que apesta trabaja en negro, pero esos son temas que los negros muchachos a los que no les interesan los negros que trabajan en negro suponen que no entienden, lo que puede ser posible porque dese que nacen hasta que mueren tienen unas vacas atadas con los empleos asegurados y los manejos – desmanejos – de las obras sociales y de las otras prestaciones que financiamos los demás tarados que encima nos vamos afiliando a estos sindicatos de mafiosos admirados por una gran proporción del cholulaje nacional que para hacerle la contra a ella lo terminará votando a los jefes de estos inconsistentes. 

Taras y tarados.

La tara es más que nociva para el porvenir, no nos lleva a ningún lado, no vamos a ningún lado, lo único que vamos haciendo es quemando generaciones enteras con el mismo cuento, como si no tuviéramos capacidad para filtrarlo, para seleccionar incorporar descartar, la tara es congénita, querer ser lo que nunca será querer ser lo que nunca seremos querer ser lo que nunca nos dejarán ser, querer parecernos a los que no quieren que nos parezcamos a ellos, generación tras generación tenemos esa rara tara de querer ser como ellos como los que están al norte nuestro que además nos categorizan como sudacas, y lo que es peor querer parecernos a ellos viviendo por acá doble combinación explosiva, pero a nosotros no nos importa, y nos anotamos como clientes de ellos para lo que manden aprendemos sus idiomas los admiramos le limpiamos las letrinas y algunos por estar con ellos se ofrecen para limpiarles el culo, y todo lo que no quieren limpiar ellos aunque por acá después vamos mintiendo que nos contratan como científicos, lo cual es mentira como es mentira que ellos son poderosos, tienen la habilidad para hacer creer a los demás que son poderosos y está bien, para ellos, lo que no está bien son los compatriotas que les creemos, los tarados que nos paramos de este lado, los tarados que caminamos con equivocaciones conceptuales muy serias por estas playas, somos unos tarados y equivocados académicos, y no hay excepciones porque por acá estamos llenos de excepciones como los cementerios están llenos de imprescindibles, es el equivalente, en las universidades les enseñamos a los chicos los principios de la escuela neoclásica que no los utilizan ni los que lo inventaron o los sustentan, les enseñamos de las curvas de indiferencia y de las isocuantas y los hacemos hacer complejos ejercicios que nunca aplicarán porque también los enseñamos a aplicar y mal a Keynes en torpes interpretaciones que además difundimos ayudados por nuestros torpes informadores o comunicadores sociales incluidos esos que se las creen cuando los otros tarados pertinentes reparten premios y cucardas que no son mucho más que eso símbolos fungibles que fácilmente quedan en el desván de la historia.

Taras y tarados.

En plena campaña es imposible leer o escuchar o seguir por TV las noticias porque todas son malas noticias porque hay como un empeño de confirmar ese aforismo popular por el cual sabemos que hay que repetir y repetir algo para que algo quede, de repetir el axioma genérico que todo anda mal sin excepciones para que los receptores no olviden por un momento sus condiciones de pobres y laburantes de siempre, collages enteros de malas noticias estereotipadas que los tarados seleccionan para que los tarados que estamos en el frente creamos de alguna forma que hay otros tarados cono capacidades para gobernar a los terceros tarados sin que estos no funcionen demasiado ruidosamente en función también de que los tarados comunes lo aceptamos porque en realidad seguramente tenemos más de unos pocos tornillos sueltos como para no reparar en las capacidades diferentes de esos que más mienten porque se juegan intereses económicos que son los únicos intereses que quieren jugar, y entonces muestran o informan que el que pierde gana, y que el que va rezagado en realidad va primero como si las docenas de tarados imberbes como dijo el viejo alguna vez tuviéramos neuronas en inversa y no camináramos por la calle y verificáramos día a día que esos tarados que ven los que no es y quieren inducirnos a ver los que no vemos son unos irresponsables que deberían están en cana ante de andar caminando alegremente con los activos públicos que transformaron con sus escribanos privados en activos privados.

Taras y tarados.

Los tarados de afuera que les enseñan a los tarados de adentro demostraron una vez más con un ejemplo – uno entre muchos también – que los prejuicios del imperialismo y el colonialismo complementario están intactos y vigentes y presentes no solamente en las mentes enfermas de los tarados de afuera sino también y lo que es peor en las mentes enfermas de los tarados de adentro, por lo menos de la aldea que nos corresponde donde gracias al deplorable nivel de lo que llaman prensa por acá que no es más que un rejunte de inoperantes reportadores, no se filtraron mayores detalles mezclados con las rutinas de prensa amarilla del cuarto mundo que se padecen, los tarados de afuera tienen que estar contentos que los tarados de adentro seguimos aprendiendo al pié de la letra sus enseñanzas absorbiendo sus peores reacciones como esta tara que es, precisamente, que los que presuntamente están en los palos superiores del gallinero global no solamente no se equivocan nunca sino que pueden cagar a los que están en los peldaños inferiores, y que estos condenados a vivir en los niveles inferiores tienen que resignarse a estar cagados siempre y a no tener la razón nunca, es decir a equivocarse permanentemente.  

Taras y tarados.

Es de imaginar que abundarán los tarados ignorando el episodio diplomático haciéndose los otarios hablando de las cosas que no tienen entidad silenciando de las cosas que si tienen entidad, esta es la tara, allá ellos que no se aburren de ser iguales todo el tiempo, o se burlarán del presidente que es más coya que presidente como si la categoría fuera inferior a la categoría por la investidura, cuando la talla del coya es similar a la talla de cualquier otro ciudadano del mundo o será que esos mismos que se rasgan las vestiduras con sus pulcritudes y veleidades no se las rasgan tanto como parece, es de imaginar que ignorarán el episodio del avión de la presidencia de Bolivia en Viena, y las negativas de países como Francia y Portugal escenificando con cinismo una solidaridad que no existe con los otros que sufren del prurito persecutorio prurito con el que consiguieron varias cosas, como los financiamientos las acumulaciones de activos el petróleo el oro la seda en otras épocas, allá ellos los tarados que sigan con sus mambos mirando hacia el atlántico añorando las ventajas de liberalismo a ultranza que no utilizan ni los países o las economías de los que inventaron esa nefasta filosofía, que sigan mirando para el atlántico sin mirar hacia el pacífico donde queda la mitad de la población del mundo, casi la mitad de las economías que pasarán al frente en las próximas décadas.

Taras y tarados.

La tara es como que se llama cagar más arriba de donde se tiene el famoso culo, y claro los tarados que andan en los negocios del futbol operan en dólares blue para evadir impuestos que no pagan por acá pero que si deben pagar en los países en los que andan, y ellos se enojan que el jefe de los intocables los persiga como nunca se persiguió a los atorrantes por esta aldea de ladrones de guantes blancos, parece que no roban pero lo hacen y para purgarse acusan que roban los que no roban esos que algunos llaman perejiles antes que aumentara el perejil en las verdulerías, igual de ladrones que esos impunes que se esconden detrás de los tipos que detentan los poderes especialmente del poder judicial, resulta al margen que también se tiene inmunidad y vía libre para la impunidad si se es pariente de un juez o de algunos de estos notables magistrados privilegiados de siempre, estos como los tarados del fútbol no son unilateralmente imputables en los desfalcos a las arcas sociales que hacen, los imputables en todo caso somos las docenas de cientos de miles de tarados que además aplaudimos por esos melodramas, les hacemos el juego, para que firmen contratos informales y hagan desaparecer de los circuitos nacionales lo que después les falta a los pobres, los tarados que les llenamos las canchas los que soñamos con llegar a sus limbos, somos los que los hacemos, diariamente, para que ellos sigan como siguen y nosotros sigamos como seguimos.

Taras y tarados.

Se confirma cada día más que el anterior una vieja tara endurecida como una costra en la superficie de la aldea, hay justicia para pobres hay justicia para ricos, de los señores miembros de un tribunal que en esos términos no sirve para nada, a los pobres no les llega “la justicia” a los ricos “les rebalsa”, o mejor dicho, sirve esa justicia para mantener las proporciones de privilegios y obviamente que tenerlos, no solamente los titulares sino también sus parientes y allegados cercanos, una justicia que a los afanes grandes junto a los tarados menores, nosotros los giles por cierto, a los afanes en gran escala le pone nombres rimbombantes e impactantes, para la gilada justamente, a esos afanes los llaman quiebras, períodos durante los cuales a los quebrantos – malversaciones contables y reales - en vez de pagarlos los particulares que los hicieron los termina pagando la sociedad, y a los delitos menores los potencian los mismos tarados que hacen y ejecutan las leyes, y les llaman irrecuperables a los pobres giles que entregan sus patrimonios para pagar los retornos privados, los tarados magistrados esos mismos que no quieren ser sujetos fiscales, pero no solamente ellos sino que tampoco lo sean sus parientes hasta cualquier grado, la cómoda impunidad de los tarados que se creen dueños de los quiscos que hay por todos lados, hay una justicia para ricos otra para pobres los ricos no pagan nunca se les cobra por ello a los pobres que pagan el doble, una hipótesis fácilmente contrastable tomando la proporción de casos de pobres con sentencias y aplicaciones de las sentencias favorables y ricos con sentencias o aplicaciones de las sentencias en contra, al tipo que recibe un subsidio a la desocupación se lo califica de vago y ladrón, al que funde una empresa se lo califica de concursado mientras la sociedad se hace cargo de sus quebrantos y se lo califica de empresario y notable. 

Taras y tarados.

Hay que registrarlo, urgente, antes que se pierda la perlita, antes que nos olvidemos antes que se escape como se nos escapan otras cuestiones importantes, no se puede escapar de los anales meticulosos de trazar el ADN de las taras sociales que nos aquejan parafraseando al gran sanjuanino y de los tarados que nacemos y morimos en el suelo de esta aldea de vivos y despistados, ayer salieron todas las comadres y todos los compadres todos los honorables representantes de las recalcitrantes comisiones de defensas de las hipocresías éticas estéticas y épicas a quejarse del movimiento de la estatua de Cristóbal Colón que se encontraba en la casa rosada, como si esto fuera lo significativo para la vida de los paisanos más agobiados por las idioteces de sus clases políticas la inflación de los señores feudales y la desocupación, justamente del gallego que trajo la malaria por estas costas las sífilis la Biblia y las malditas ideas de lo que ellos mismos llamaron sus colonia, justamente la estatua de este genovés chupamedias de nobles y reyes que presuntamente llegaba con la civilización sobre sus carabelas de mierda.

Taras y tarados.

Cuando a los tarados civiles no les alcanzan los elementos para embarrar las canchas en las que juegan porque no les alcanzan las trampas que hacen, van por detrás de los tarados que enganchan por el lado de la iglesia y, ya lo sabemos muy bien, por experiencia, por el lado de los otros tarados que andan de uniformes, padrenuestros primero para disciplinar a la gilada fal después fórmulas perimidas, claro que lo hacen en congresos que organizan en seminarios, si después la memoria colectiva es más frágil que un flan mal hecho, desde el fondo de la historia sucede esto, por acá por lo menos cuando los que gobiernan no están haciendo lo que creen media docena de patroncitos de estancias que deben hacerlo, van a buscar declaraciones a la iglesia y a los cuarteles para armar los titulares escandalosos de los diarios esos que espantan a una chusma que aunque ellos no se den cuenta se reduce día tras día, ahora resulta que en la pastoral social para la convivencia y la paz o como se haya llamado eso que hicieron en mar del plata por estos días, y donde concurrieron unos cuantos que no hacen nada por los pobres nuestros que pueblan las calles cada día, los curitas advierten lo importante que son los poderes, taras más taras menos, opinando sobre lo que no entienden o entienden en parte y callando u obviando declaraciones sobre lo que supuestamente deberían entender que es la pobreza por el hambre cero que no se interrumpe el hambre con la declaración del más por menos, sería bueno que en vez de declarar sobre algunas de estas cuestiones que no entienden ni los propios titulares de las gestiones y sí entienden bien los de esa media docena de patroncitos, trazaran el mapa de lo queda de la pobreza en la aldea que es bastante aún después de una década de crecimiento intenso.

Taras y tarados.

Más vale serlo que parecerlo vale más la coherencia que la incoherencia cuando se trata de mostrar los méritos propios pero esto no cotiza en los mercados, porque dime cuántos tienes de los que parecen más de lo que son y te diré quién eres, más vale parecer que ser parecerlo con un buen padrino abre más puertas que serlo en la aldea por qué habría que ser si con parecer alcanza, en una aldea poblada de apariencias y aparentadores y redentores y además de seguidores que piensan exactamente igual, ellos son los triunfadores los que llegan los que son exitosos y tienen los mejores empleos, los que parecen no los que son esos que aparecen opinando y entrevistados por otros opinadores descerebrados, los tarados hablan de economía tiran prescripciones para que los gobernantes los contraten tienen copadas las academias universitarias y tienen máster o doctorados en Oxford o en Cambridge donde los reparten si se pagan todos los créditos estipulados, son los mismos que viajan para allá a contar a otros los secretos nuestros a los de afuera para que puedan afanarnos mejor los tarados de siempre que cuentan sin darse cuenta que no hay reciprocidades así que vuelven de sus retiros peor de lo que se fueron sin inserciones allá y con inserciones por acá en puestos gubernamentales para facilitarles las operaciones, hasta que son inservibles cuando son reemplazados por nuevos tarados, escribe en un diario de hoy uno de los tarados notables que a partir del próximo domingo, compartiré esta página con un querido y admirado periodista, Jorge Fernández Díaz, que es también uno de los mejores escritores de la Argentina actual, si no se lo dicen ellos mismos, ¿quién?