Títulos y patologías, manotazos
de ahogados, sabiduría sumergida.
Shumpeter fue un maestro
increíble para nosotros los economistas aunque no lo hayamos leído como tal vez
él se lo merezca más que nada por ese aporte de la destrucción creativa que
pega en la innovación que pega en las transformaciones sociales y económicas
que cambian el rumbo de una nación, por eso me quedo en esta antinomia que
vivimos hoy en el bando de los que destruyen para construir antes que en el
bando de los que muestran que están construyendo pero que en realidad
destruyen, elijo muchas veces más la pobreza de la eterna corrupción de los que
deambulan por los pasillos del estado nacional que comenzó con Juan de Garay
antes que con la presunta riqueza de siervos que te traen las corporaciones
aunque te nombren CEO de sus recónditos subterfugios que llaman negocios y no
son más que espurios negociados de codiciosos y cínicos, me quedo de este lado
de la orilla nunca del lado de la orilla de esos que no cierran filas ni por
sus familias.
La oposición cerró filas contra el blanqueo y prometió derogarlo si
tiene mayoría parlamentaria. (Clarín, 16 de mayo de 2013)
Sapientes submersus.
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