sábado, 4 de agosto de 2012

hojas cortas

El frescor nocturno Triunfa de tu amoroso empeño, Y domina tu frente con peso taciturno El negro racimo del sueño. En el fugaz desvarío Con que te embargan soñadas visiones, Vacilan las constelaciones; Y en tu sueño formado de aroma y de estío, Flota un antiguo cansancio De Bizancio... Languideciendo en la íntima baranda, Sin ilusión alguna Contestas a mi trémula demanda. Al mismo tiempo que la luna, Una gran perla se apaga en tu meñique; Disipa la brisa retardados sonrojos; Y el cielo como una barca que se va a pique, Definitivamente naufraga en tus ojos. L. Lugones

No hay comentarios:

Publicar un comentario