Desmitificaciones; elasticidades de la demanda.

La misma lógica neoclásica de ver el árbol sin ver el bosque, o sea que por la observación más que de una pequeña cosa, la simplificación muy extrema de la realidad, para de ahí hacer inferencias, la misma lógica marginalista de ver lo sustantivo para hablar después de la generalidad, la misma lógica de hacer el camino de lo particular a lo general, la misma lógica de explicar el efecto como si fuera un efecto de una causa única, ceteris paribus absolutamente todo los demás, que por otro lado es bastante, es la que utilizan nuestros comunicadores sociales cuando tienen que armar la marquesina diaria para los giles, este mes le tocó a la elasticidad de la demanda en una de sus versiones medida por las ventas en los supermercados cayeron en abril un 3,4% y alcanzaron los $ 13.695,3 millones, ante un aumento de los precio de 1,6, sin la aclaración que hablan de los precios promedio de la canasta promedio cuya demanda no es inelástica como la de los alimentos, que es lo que interesa, haciendo una maraña después que traducida significaría como estamos a favor de estar en contra del gobierno según el congreso el resultado es justamente ese, pero como es el resultado de tantas mentiras por deducción es una mentira, de las tantas que hacen todos los días.

Desmitificaciones; importancias.

 La misma lógica chauvinista que significaría comportamientos inversos a los que por lo general tenemos en la aldea con la moneda por ejemplo siendo los residentes los primeros en desvalorizarla respecto a otras monedas exculpándonos con el justificativo funcional que a las culpas siempre las tienen los que gobiernan, la misma lógica chauvinista que significaría con esto dejarse de joder con semejante símbolo de soberanía potente tan importante en las integraciones actuales en la las nuevas versiones de la gobernanza global en un orden global también que no termina de definirse desde 2007 a esta parte, la misma lógica del chauvinismo virtuoso no fanatizado de preservación de las integridades nacionales, es de imaginar que por estos días pondrán en marcha nuestro reputados medios de comunicación con las dos noticias más importantes para la economía de la aldea en mucho tiempo, los acuerdos con el club de París y la posibilidad aunque remota que la aldea sea invitada a participar en los foros y las decisiones BRICS que es donde está la mitad de la población del planeta, un 30% del territorio global, 18% del comercio internacional, y casi el 40% del PBI, importante, más considerando la ausencia de importancias que contiene la información que circula por la aldea.

Desmitificaciones, tolerancias.

La misma lógica de la negociación, como la instancia anterior a las posibilidades de la ruptura, la misma lógica de la contratación no traumática, natural, la misma lógica del acuerdo consensuado, la misma lógica que hace de soporte a la mesura, del soporte a las etapas anteriores a la agresión, la misma lógica que determina las estrategias que permiten las objetividades sobre las subjetividades, la misma lógica de la tolerancia como conducta aceptada de respeto por las diferencias en un disenso no separatista, es la lógica que parece haber prevalecido en el cuarto intermedio, en la conciliación obligatoria, o sea lo que fuera que haya evitado un paro nacional totalmente ridículo en un contexto real que no los justifica, la misma lógica que evitó como pocas veces que los sindicalistas ejerciten el rol de políticos cuando ni siquiera el de sindicalistas le sale bien, poniendo estrados para hablar de un tema tan controvertidos como el de la seguridad y no de los temas que directamente interesan a esos ámbitos, el de la informalidad de los mercados de trabajo.

Desmitificaciones; simetrías.

La misma lógica que sustenta el dicho popularizado de que los pueblos tienen el gobierno que se merecen, la misma lógica de asegurar por extensión que los pueblos tienen la prensa que se merecen, la misma lógica que hace de soporte a la razón que los receptores están mimetizados con las mañas de los emisores y que entonces son como dicen los abogados como partícipes necesarios, en la generación y en la circulación en la gestión de una información que es asimétrica e ineficiente, la misma lógica de la complicidad tácita más en las malas que en las buenas en estos casos, avalando con asentimiento silenciosos, acompañando con el silencia las aberraciones que circulan, es la lógica que utilizan los comunicadores inmorales nuestros de cada día que, cuando no tienen novedades para hablar mal de los gobiernos de turno, pintan de amarillo las pantallas y los papeles de los periódicos elevando al status de novedades relevantes accidentes personales o lo que es peor los estados del tiempo o las condiciones meteorológicas que además de mostrar las insustancialidades de sus deficitarios trabajos, retroalimentan los circuitos de empobrecimientos morales y culturales que nos caracterizan en la aldea, somos iguales a ellos, incorregibles por decirlo suave como Borges, impresentables por decirlo groseramente, como cuando le ponemos las responsabilidades del aumento al gobierno cuando su papel en esto es complementario.

Desmitificaciones; la tormenta de los diluvios.

La misma lógica diluviana que muy comúnmente utilizamos en la aldea para hacer girar todo alrededor nuestro, la misma lógica por la cual somos tan terminantes como para firmar antes de mí nada después de mí todo, como si nada pudiera existir sin nuestra pobre presencia, la misma lógica de la soberbia en el nivel del síndrome enfermizo por el cual menoscabamos a los demás, recordándole los infelices y lo basura que son,  en forma indiscriminada que es muy común para aquellos que la patria es “su” patria, como si fueran dueños de la verdad, la misma lógica de la jactancia como llevada al extremo del paroxismo que nos hace pensar que somos la voz autorizada en todo y para todo, es la que aplican extremándola, muchos de los que además se creen hacedores de opinión pública, como esos que este fin de semana la siguieron con la autenticidad y la falsedad del saludo del papa por las fiestas patrias, todo mala leche, inventando diluvios donde no los hay, no viéndolos donde sí los hay, como los negros que le hacen paros al gobierno, por la seguridad, parecen maricones, como para creerles el día que hagan paro por las contrataciones en negro, del mismo negro que sus conciencias, ese día realmente, serán antidiluvianos.

Desmitificaciones, gatopardos.

La misma lógica de los que privilegian el orgullo es más fuerte que su miseria muy común en una aldea donde los miserables se cuentan a montones, la misma lógica de la apariencia, de decir que todo está bien cuando todo está mal, de entrar en treguas sociales cuando se está del lado de los que más tienen como una concesión a los que menos tienen, aunque no hayan pedido nada, la misma lógica de la infamia de aprovecharse de las formas para disimular el deterioro de la esencia del fondo, es la que tendríamos que adoptar para entender lo que no terminaos de entender en palabras del Santo Padre aquello que “Así como el mandamiento de ‘no matar’ pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir ‘no a una economía de la exclusión y la inequidad’, que no puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa, eso es exclusión, no se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre, eso es inequidad, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida, el ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar, si no lo entendemos y los consolidamos en los global menos lo entenderemos y lo consolidaremos en lo global.

Desmitificaciones; la moral de los infieles.

La misma lógica de la moral de los infieles de buscar el pelo en la leche de las interpretaciones intermedias para una aberración que tiene una sola explicación final, la misma lógica de la moral con fallas que transfiere responsabilidades y atribuciones pero justamente a la inversa de lo que indican principios éticos primarios y elementales, la misma lógica de reconocer sin terminar de reconocer los errores, es la lógica que evidentemente mueve a nuestros impresentables comunicadores sociales de cada día, después de semejante quilombo que se mandaron con semejante exageración que el gobierno plagia documentos vaticanos, nadie rectifica las aberraciones la contaminación sonora en canales y radios nociva para los ciudadanos comunes, para una pelotudez, ahora con el argumento que el episodio parece cerrado, pero no aclarado, el papel de Karcher, el silencio del nuncio durante el jueves y los errores de la carta son aún un enigma, tanto lío para contar la historia de un cura coimero aprovechando vilmente aprovechando el lugar institucional que ocupa accidentalmente, como si hubiera sido poco lo que hicieron, ahora buscan explicaciones intermedias que emprolijen sus garabatos para algo que tiene una sola explicación final, oscuros muchachos, malos muchachos.

Desmitificaciones; pairofobias.

La misma lógica del cuestionamiento sin respetos a roles o investiduras, la misma lógica de estigmatización del otro o de los otros por la pura estigmatización, por hacerlo así se detente un papel que debería imprimir prudencia y reserva por los alcances de las declaraciones sobre masas continuamente lesionadas por información asimétrica, la misma lógica del cuestionamiento sin respetos a investiduras aunque se piensa lo que se piense de la persona que las detenta aún ocupando espacios de difusión masiva que incentiva comportamientos de subversión, y en un despliegue  unilateral de fobia a los papeles y algunos otros pecadillos colaterales y en el umbral de un infierno porque  lo que es de imaginar que se habrá confesado porque es casi pecado mortal, lo que aplicó un personaje de la aldea que, según lo que informan los medios de comunicación, es muy cercano al papa con el tema del saludo del 25 de mayo, con todas las marchas que dio negando y confirmando una entidad que finalmente, y cualquiera sea la argumentación, terminó confirmándose en su versión original, un afectuoso saludo de la máxima autoridad de la iglesia a la primera mandataria, “Se trata de un telegrama legítimo del Vaticano” que es “oficial” y que “se manda habitualmente a los gobiernos cuando van llegando distintas fechas patrias para desear la bendición del papa al respectivo gobierno y pueblo”, bregando porque se encuentren "caminos de convivencia pacífica", "diálogo constructivo" y "mutua colaboración", pide "al Señor, por intercesión de María Santísima de Luján, que encuentren caminos de convivencia pacífica, de diálogo constructivo y mutua colaboración, y crezca así por doquier la solidaridad, la concordia y la justicia", la irresponsabilidad tiene en este caso, nombre y apellido porque por lo que se informa es nativo de la aldea, Guillermo Karcher, un mamarracho realmente, así sea una importante autoridad de la iglesia o un chupamedias especial del papa.

Desmitificaciones, el fin de las ideologías.

La misma lógica de la esterilización unilateral de las ideologías, del fin de la historia en Fukuyama de la tercera ola en Tofler, conveniente a una globalización al rescate de recursos mal gastados y funcional a ciertos intereses hegemónicos e imperialistas harto conocidos en las tendencias de la historia, cuando las escasez alcanza niveles impensados de la misma forma que una acumulación y concentración de la renta global cada vez más escandalosa, más la lógica complementaria de una equidad distributiva posterior a consolidaciones anteriores de inequidades, es la lógica que “compran” las clases acomodadas en prerrogativas y privilegios en aldeas insuficientes para consolidar identidades que fortalezcan los circuitos de integración global con efectividad con eficiencia que significan que nos traten como nosotros no tratamos, en tiempos que un nuevo orden mundial pinta reconocimientos de cooperación y solidaridades que son más formas que fondos, como no puede ser que la gente no le da bola a sus mentiras, los responsables de los contenidos en los medio ahora inventan cismas internos que, a ver, probablemente discusiones existen pero como en todos lados, sería bueno que ya que informan de los cismas del gobierno (los trapitos sucios si dos ministros se pelean) también informen de los cismas privados (que los hay y en qué medida) con la misma dedicación que le ponen a informar de los cismas públicos, cuando les conviene inventan las ideologías las refuerzan las potencian las confirman, cuando no les es funcional, las matan.

Desmitificaciones; mesianismos.

La misma lógica que sustenta el presunto prestigio del interlocutor que por lo general coincide con uno de los próceres comunicadores sociales nuestros, o con uno de esos especialistas truchos en economía o en ciencias sociales que escriben libros y dan conferencias en la feria del libro, de esos de los que sufrimos cada día, esos señores eternamente sensatos con portafolios y corbatas y ladrones que enseñan a los insensatos también eternos sin posibilidades de reivindicaciones, de las mil  y un formas de evadir y de hacer maniobras fraudulentas con la moneda nacional y otras yerbas, la misma lógica del discurso del soberbio escasamente sobrio frente a los infelices que además de los infelices son también eternamente discriminados en el sistema que ellos ayudan a mantener, la misma lógica del mesianismo reivindicativo aunque se haga sin autoridad moral alguna,  mesianismo tan propio de la idiosincrasia aunque sea también propio de otras culturas o hay otras categorías de mesianismos por ahí, es la lógica de los que escriben cosas como esta evidentemente y por ahí, que “el capital financiero se las arregla para salir del país escondido en la sub facturación de exportaciones y en la sobrefacturación de importaciones comerciales, y el BCRA se transforma en el principal -¿y único?- comprador de dólares a $ 8 del mercado oficial de cambio, aquellos que históricamente se han dedicado al negocio de la compra-venta de divisas parecen haber acuñado en los últimos días algunas variantes más cómodas para seguir operando la divisa sin tener que vérselas con el hombre más poderoso del momento: el ministro de economía”, realmente de terror, y una pelotudez.

Desmitificaciones; las maldiciones.

La misma lógica de la allodoxafobia, la misma lógica que mueve al miedo a las opiniones de los demás y además de las propias opiniones que por supuesto son las que por motivos particulares consideramos las más procedentes, la misma lógica del asco a la diversidad necesaria para las observaciones objetivas que jerarquizan las apreciaciones subjetivas que destruyen construcciones y cooperaciones y consensos, la misma lógica que alimenta recelos y prejuicios y además malignidades suficientes como paran transmitirle la malaria a otros a todos los que se pueda, algunos indefensos por analfabetos o mal leídos, la misma lógica de la insidia que es el umbral de las maldiciones que hacen efecto sobre los prójimos, es la lógica preferida de los comunicadores y de los medios de comunicación especialmente de los que se mueven en ámbitos de subdesarrollo, para los que todo está mal para los que nada está bien, rechazo a la diversidad que borra la identidad y abona las obsecuencias y a los chupamedias.  

Desmitificaciones; tablones.

La misma lógica de los muchachos del tablón, la misma lógica de esos negros de espíritu, y de porquería irreverentes y groseros, la misma lógica de la prepotencia llevada a su máxima expresión con intenciones intimidatorias por parte de quienes amenazan, la misma lógica oscura y patotera del ordinario patoterismo de patoteros del subdesarrollo, es la lógica que por la aldea ponen en movimiento los presuntos iluminados de los modernosamente llamados comunicadores sociales, con cada novedad que ellos creen que abona el sueño ese que tienen de destituir cuantos gobiernos pasan por la casa rosada, de voltear gobiernos por los títulos de los diarios como los de hoy, donde la emprenden de nuevo contra el dólar y el tipo de cambio, haciendo escándalo por los centavos que sube y baja la vapuleada moneda nacional, como si se hubieran puesto de acuerdo en armar unos escandalitos más antes que la negrada se distraiga con el mundial y ellos pierdan las posibilidades que estas situaciones les significan como negocios con los giles, realmente, son de terror.

Desmitificaciones, vociferaciones en chancletas.

La misma lógica fabulera, picaresca y maligna, torpe y escandalosa, de las vecinas mezquinas haciendo filosofía a los escobazos en las veredas en las mañanas, la misma lógica de las vecinas chusmas haciendo filosofía de batón en los veranos tórridos, epistemología en chancletas y gnoseología con ruleros, por la que su gracia es la desgracia ajena y su desgracia la gracia ajena presuponen en sus malignidades cotidianas, es la lógica de los empobrecidos medios mediocres de la aldea que creen que juegan a juegos de poder en ámbitos donde ni los tienen en cuenta, pero por los que destruyen gobiernos y ordenes establecidos, internos antes que externos, como si fueran de lo peor de los sicarios contratados para matar compatriotas muchos de los cuales son colaterales del rodrigazo a esta parte, pasando por la híper que conocimos todos y por los mismos infiernos de los dos mil, vociferando en titulares de terror por los cuales presuntamente siembran pánicos en la población, como no les alcanzaron las aclaraciones y las aclaraciones de las aclaraciones hoy salieron con un sisma en la iglesia aldeana, son de terror.

Desmitificación; los rasgos de Gargantúa.

La misma lógica decimonónica y victoriana de apuntarle a lo irrelevante como condición que conduce a lo relevante, de hacer barullos de sabandijas, de levantar cotorreos de señoras con batones ruleros y chancletas, para que a los desprevenidos les suene a importante y, movidos por sus emociones más cochinas levanten mezquindades y revoluciones en función de sus inconfesables mezquindades, la misma lógica de Conan Doyle de ver dónde o hacia dónde otros solo miran, la misma lógica de Rabelais de abundar para que aparezca solamente lo superficial mientras discurre los esencial, tiene que ser la lógica que aplican los chantas comunicadores sociales en la aldea para informarnos a los otarios sin elecciones que somos nosotros, vacío de la información o  información vacía, cuando en forma rimbombante nos informan de procesos judiciales, como el de la causa del vicepresidente que, ellos y nosotros, saben de antemano que son equivalentes a gastar pólvora en chimangos, porque hoy venden ciento cincuenta mil ejemplares de sus putos diarios con información de la que mañana ni nos acordamos.

Desmitificaciones; alucinaciones.

La misma lógica feudal de un servilismo inconveniente pasivo y autocompasivo, la misma lógica de la obsecuencia a tiempo completo y todo el tiempo que contiene un reconocimiento doble, el reconocimiento del sujeto de la bajeza de una auto calificación descalificadora lo que es una confesión abierta de la bipolaridad que nos aqueja y que además se pretende transmitir a otros que no tienen ni artes ni partes lo que es propio de tipo mala leche, y el reconocimiento de la presunta superioridad de un ajeno que por lo general por acá identificamos con los nativos en la isla de Sam en cualesquiera de los aspectos de sus vidas así crudamente sin tamizadas ni filtros, la misma lógica del chupamedias, es la que tanto aplican por acá y tanto, aparentemente con la pretensión de aletargarnos de alucinaciones que fueron, tipos como esos que reproducen en un diario estúpidas declaraciones de algún funcionario extranjero diciendo que la aldea nuestra no es un país confiable para los Estados Unidos y el temor, de invitar a la primera mandataria a una entrevista con el presunto “patroncito del mundo”, es que la visita pueda terminar de manera abrupta, porque para Cristina la diplomacia es una herramienta de la política interna, aunque ya en el último tramo de su mandato, la Presidente decidió camporizar la relación bilateral, removió al ex embajador Jorge Argüello -de impronta dialoguista- y designó a Cecilia Nahón como embajadora en Estados Unidos, encargada básicamente de llevar un discurso explicativo de "la década ganada" frente al gobierno de Obama, nunca van estos obsecuentes por la opuesta, ¿y si a ella no le interesa?

Desmitificando; la extensiones de la caridad.

La misma lógica que da lugar a la anchura de la generosidad y de la caridad, por la cual no se opone resistencia al enemigo sino que se le facilita la inconsistencia para que la irracionalidad salga a la superficie, la lógica que permite vencer el mal con el bien y no con más mal, de potenciar la contención del mal por el bien y no del malo por el mal aumentado, la misma lógica de la facilitación por extensión del perdón, la lógica de la generosidad, del perdón, que se manifestaría incluso, como actitud, hasta estar dispuesto a darle también todo lo que se pueda, de la caridad por la generosidad, enseñada particularmente por Cristo, la misma lógica por la que no optaría ni siquiera por sonambulismo una oposición boba y aletargada, es la lógica que algunos de los impresentables que tenemos por la aldea le tendrían que copiar ya que se las pasan copiando otras pelotudeces al diputado que, opinando del discurso de la presidenta de ayer, dijo que el Gobierno insiste con iniciativas profundamente distributivas  pese a un marco desfavorable en el contexto económico mundial y a los intentos de desestabilización y desánimo que el poder económico y su brazo mediático quieren instalar en los sectores populares, representa una gran valentía política en medio de la disputa por los fondos buitres en la Corte de Nueva York, que lejos de amedrentarse y congraciarse con el universo financiero, inyecta dinero en el mercado interno y reafirma su apuesta por un modelo productivo.

Desmitificando; desafíos.

La misma lógica del trastorno de negativismo desafiante, que por lo general se define por un patrón persistente de conducta negativista, hostil y desafiante a las autoridades, la misma lógica de esos negativismos excesivos para el contexto sociocultural y el nivel de desarrollo en definitiva de cualquier ciudadano al que se muestra un nivel de desprecio superlativo en cualesquiera de sus condiciones, y que además le causa o se piensa que puede causarle, un deterioro significativo en su funcionamiento social, en el que están presentes algunas de las conductas características del trastorno como, la frecuente pérdida de los equilibrios nerviosos, las discusiones repetidas, las continuas y deliberadas molestias a otras personas, las censuras a otros por sus errores, las mentiras a otros para evadir obligaciones evadiendo autoridades, molestias, enfados, resentimientos, venganza, la misma lógica que hace referencia a la manifestación de conductas excesivamente groseras, de rebeldía ante la autoridad y provocativas, atribuibles a los niños en los diagnósticos convencionales, son las que aplican los empleados del mes de los medios masivos de comunicación en esta aldea de obsecuentes que han perdido las nociones de las objetividades y se mueven con subjetividades, como la enferma que además se hace tomar por periodista que atacó la investidura presidencial de una manera grosera en la reunión bilateral de las presidentas de la aldea y de la aldea vecina, y encima se está victimizando por las redes sociales, nada sería si fuera única, sino que hay mucha gente con síndromes similares.

Desmitificando; bipolaridades.

La misma lógica de pasar de un estado de ánimo al otro de ir del blanco al negro con las emociones, con los sentimientos, con las alegrías y las angustias, la misma lógica de la polaridad puesta casi simultáneamente en dos planos contrapuestos como si no hubiera alternativas con los puntos intermedios, la misma lógica de la dispersión que nos lleva de estar mal a estar bien, de estar pum para arriba a estar pum para abajo, la misma lógica del trancabalanca de los estados de ánimo disímiles, es la que algunos patrocinadores y otros trabajadores de nuestro medios de comunicación esos que sufrimos todos los días, saben que funciona muy bien adentro de nosotros que somos blandengues y nos entregamos al mejor postor, desde el culo de nuestra historia, desde Moreno a San Martín, de Irigoyen a Perón, viejos enanos fascistas como nos calificó alguna vez la Fallacci, por eso nos cansamos rápido de los gobiernos que están en gestión por eso nos entusiasmamos rápidos con los potenciales gobiernos que vayan a venir, haciéndoles la vista gorda a todos los corruptos que vestidos de señores caminan por las calles más paquetas de la aldea, que tienen intereses creados y entonces licuan sus entuertos en los intervalos.

Desmitificando; acumulaciones.

La misma lógica de juntar por años enteros trastos que nos desbordan y que con el mismo tiempo pierden condiciones cualidades y utilidad, la misma lógica de ir acumulando los utensilios accesorios a cambio de quedarse con los esenciales que por el mismo motivo se tiran, la misma lógica de ir amontonando lo descartable que significa descartar lo importante, dejar de lado lo significativo de aferrarse a las cosas que nos atan al mundo donde estamos, y alejarnos de aquellas que tienen pistas de los escenarios donde no estamos, la misma lógica del síndrome de Diógenes de ir recogiendo por la vida y guardando lo que además va pasando a la categoría de cachivaches después de haber sido relevante para uno o para otro, es la lógica que nos mortifica en la aldea aunque más que con las cosas materiales, con las cuestiones de los prejuicios que nos sirven para ponderar los porvenires, casi sin excepciones vamos proyectando nuestros futuros atemorizados por los resultados de las circunstancias pasadas y de ese modo, anclamos exageradamente los presentes a lo que debería ser, que a lo que es, por eso hay tanta gente tildada de comunicadores sociales, que pasa de inteligente contando domingo tras domingo contando de Apocalipsis sociales y económicos que nunca llegan, como pájaros de mal agüero.

Desmitificando; foros y discusiones.

La misma lógica que mueve a los que tienen el síndrome de Asperberg, por lo que se tiene el don de la concentración por encima de todo y de todos, la misma lógica de ignorar por asepsia personal las opiniones destructivas que proceden de distintas personas de distintas instituciones, para ganar en calidad de vida aun a costa a perder información o elementos de formación, es la que tendríamos que buscar de aplicar muchos en la aldea para hacer las lecturas que correspondan de las cosas que no tiran para mantener latente los estados de ira en los que andamos en forma permanente y por lo que generamos violencia, para pedir cuando corresponda algunas precisiones que, muy discrecionalmente, quedan obviadas por todos los difundidores y analistas de opinión, como el último documento de la conferencia episcopal, que más que una declaración a favor de los pobres es una arenga camuflada a la rebelión social contra el gobierno para forzar lo que cualquiera con unos años sabe lo que quieren forzar los curas que después se hacen los distraídos, porque hablan de violencia solamente en referencia a los actos explícitos de la interacción cotidiana por los cuales nos estamos matando, pero no hablan de la violencia encubierta que practican por ejemplo los delincuentes que fabrican y comercializan los productos de la canasta con sus precios aumentados, que se muestran como señores decentes de la sociedad que pagan sus impuestos, ya que se hace alusión a las violencia de los que menos tienen sería una buena oportunidad para hablar de la violencia de los que más tienen.

Desmitificaciones; nauseas a la ignorancia.

La misma lógica del síndrome de Jonás precisamente re actualizado por el papa por estos días por el cual se desprecia al ignorante al que menos tiene, la misma lógica que a veces se identifica con la lógica de la gente de bien convencida de las crucifixiones infinitas de los infelices con el destino acotado en los límites de un infierno terrenal que probablemente es el pre anuncio del otros o de los otros infiernos, es la lógica nauseabunda e injusta que justamente en nuestra aldea, no practican en forma exclusiva los que se auto incriminan como el ala decente de todo el contexto de la aldea sino también cualquier perejil que se siente con derecho a practicar estas alucinaciones para recordar a los que vienen por atrás, todas las limitaciones de quienes estuvieron están y estarán en el ostracismo, presuponen la condición plena de la ignorancia y en función de eso actúan, por eso vivimos en un contexto más feudal que modernoso.

Desmitificaciones, mimetizaciones.

La misma lógica de absorber los contextos o las personalidades insertas en esos contextos pagando el costo de perder espacios de la propia personalidad, la misma lógica de dejar que te pisen la cabeza mientras pones actitud de otario, la misma lógica de los trastornos conocidos como síndrome de Zelig o síndrome del espejo, complementario más para las mujeres que para los varones, la misma lógica de la mimetización de la película de Allen, de un episodio de House, del famoso camaleón y del perro del hortelano, y de sus distintas versiones ortodoxas y heterodoxas en sus amplias acepciones, es la que tiene que primar entre las paranoias más importantes e inconfesables que caracterizan nuestro más preciado ser nacional, nuestro desperfecto en la identidad desbancada por la pérdida de la inhibición por trastornos en el lóbulo frontal, es la lógica por la que probablemente terminamos siendo lo que quieren que seamos, esos mismos que tienen nombres y apellidos que conocemos pero que de cagones no los nombramos, con la maldita explicación que ellos son los filántropos que crean fuentes de trabajos de buenos que son y que además han nacido para el talento y la herencia, escoria que explica la escoria de las mimetizaciones, el drama de hacerse el otro o de camuflarse con la coyuntura, como con la inflación por estos días en la convulsionada aldea, donde cualquier perejil con el título de economista anuncia un Apocalipsis que no llega.

Desmitificaciones; insatisfacciones.

La misma lógica del síndrome de la insatisfacción, la misma lógica que no nos caiga bien nada que todo nos caiga mal, la misma lógica de analizarlo hasta las últimas consecuencias incluso a costa de decir una sarta de estupideces que delatan que no hay resoluciones ni presentes ni futuras de cubrir esas insuficiencias que no son solamente laborales, es la lógica que aplican los que describieron un episodio de poca monta como es un reportaje de alzada y la aplicación del sentido del humor que según la constitución no está contemplado ¿un presidente tiene que ser serio? que es que un presidente sea aserio?, al que estuvo de ministro de economía de la alianza no se le reían y nos dejó con el culo florecido con el corralito, ahora aprovechan un episodio menor, como si fuera una cuestión de estado, "¡Ah, no! ¡Ese no! Dame el de la Televisión Pública. Yo soy la Presidenta. Tengo que tener el de la Televisión Pública, y con la escarapela, además, para adelante".

Desmitificaciones; la banalización de lo superfluo.

La misma lógica que aplicamos para resolver los banal, cuando nos categorizamos por encima de los demás en función de parámetros históricos insustanciales, la misma lógica con la que nos escindimos de los que vienen atrás porque son inferiores y que sin confesarlo nos escindimos de los que van por adelante porque son supuestamente superiores, la misma lógica que en el extremo del egos nos sirve para calificarnos como los mejores sin que otros calificados nos califiquen o para sentir socarronamente que somos peores ante los que creemos que nos califican, es la lógica que una y otra vez usamos en la aldea trivial, de la insignificancia total, para definir las convivencias cotidianas de la organización interna que es más bien y por estos motivos una desorganización porque al final cada uno tira para el lado que más le convienes con prescindencia de prójimos y próximos, especialmente los que en los extremos se creen tan buenos y equivocan calificándose o calificando, ninguneando para abajo, descalificando a los diferentes no por malos o ineficientes sino por ser diferentes, mientras arriba no superan sus larvas de piltrafas convertidas en obsecuentes de los que ellos estiman están en las cumbres, no es menor el poeta que escribe en Abdón Castro Tolay que el que lo hace en un piso de Libertador, aunque el otro nunca salga de su quebrada y este se arrastre en París, hay vida después de los ninguneos.

Desmitificaciones; copias y descuidos.

La misma lógica de ningunear, que aplican en las economías desarrolladas con las menos desarrolladas por la cual, los aciertos se corresponden con sugerencias oportunas y prolijamente elevadas por quienes toman las decisiones en esas economías como si fueran ejemplares puros mantenidos en elíxires de formol que pueden aconsejar en forma permanente y encima dar consejos que en todos los casos son buenos nunca malos, la misma lógica por la cual los desaciertos se corresponden con errores de conducciones en las economías más debilitadas donde los que toman decisiones aparecen en todos los casos como inútiles o idiotas, es la que en la aldea debería generalizarse como práctica con todas las inversas que se necesiten para revertir todos los términos de esas linealidades, la misma lógica de ningunear, en contextos donde no existimos y por lo tanto no nos copian nada mientras nosotros copiamos a mansalva cualquier cosa especialmente de esos que no nos copian, lo que no deberíamos copiar dejando de copiar lo que deberíamos copiar, porque ellos que no nos copian que nos ningunean reiteradamente nunca se descuidan con nuestras historias en cambio nosotros que no podemos ningunearlos de puro colonizados que somos, vivimos descuidando el seguimiento de las historias de ellos, distraídos de la decisiones que ellos toman y nos involucran, mucho.

Desmitificaciones, estoicismos.

La misma lógica de la mecanicidad reiterativa de la historia que vamos escribiendo en tiempo real, que aguantamos sin chistar en tiempo real, la misma lógica de la visión lineal de la historia que se estructura alrededor de la idea que circularmente hay un principio, un auge y un final, que hay que psarlos inexorablemente, la misma lógica extendida en la gaya ciencia de Nietzsche retomada en Así hablaba Zaratustra por la cual la idea es que no solamente se repiten los accidentes sino también los sustentos ideológicos, los pensamientos las formas primarias del conocimiento, la ideas, esa lógica de volver a empezar como si no hubiera pasado nada con templanza con recomposiciones, parece que es la que practicamos unos cuantos en la aldea y nos condena a ridiculeces y aberraciones que son difíciles de explicar, como la foto que se sacó el morocho camionero con el papa en el vaticano, después de haber realizado sus habituales ejercicios de matonismos en las últimas barricadas del gremio que conduce por herencia en Quilmes con los muchachos recolectores, es la misma lógica que confirma que estamos del bocho.

Desmitificando; masoquismos.

La misma lógica del masoquismo sin su connotación puramente sexual, la misma lógica del masoquismo como síndrome de considerarse un maltratado todo el tiempo, un infeliz sin esperanzas ni sueños, un impedido a transponer los condicionamiento de la historia de la propia historia de privaciones de silencios impuestos y es más autoimpuestos para evitar los melodramas, la misma lógica de la adaptación a las malas noticias desde la resignación, parece ser la lógica que aplicamos en la aldea para darle bola e los paranoicos que nos hacen la del pajarito perforándonos la cabeza cada puta mañana – especialmente las de los lunes – para que lleguemos temprano y en horario a la jungla pero con toda la carga de resentimientos y broncas que descargamos en cualquiera echándole la culpa al gobierno, la misma lógica de los masoquistas que somos por propia voluntad esa parece la lógica que prolijamente aplicamos.

Desmitificando; laberintos.

La misma lógica de Teseo sin ser teseos de contar con la complicidad de la mismísima hija de Minos, la misma lógica de Teseo sin ser teseos dependiendo de los favores pasionales y de otro tipo de la comedida Ariadna, la misma lógica de que, finalmente, el azar se imponga sobre la historia confirmando las fragilidades en una aldea que por la definición de los mismos comunicadores sociales tiene que ser triste todo el tiempo, la misma lógica que induce el convencimiento que la eventualidad y la contingencia confirmarán lo inexpugnable del laberinto imposible de una aldea que paso por mil y una es la lógica de los comunicadores y hacedores de títulos impactantes de la fecha, como si creyeran que la gente aunque triste no tiene memoria, en una mentira de las tantas que largan, apreciaciones insustanciales, dicen que la mayoría de los analistas cree que, ante la imposibilidad de mantener el tipo de cambio congelado como ocurrió en el último mes, el Gobierno deberá volver a apelar a una devaluación para evitar una crisis cambiaria como la de enero, el tipo de cambio terminaría el año cerca de los $ 9,83, según el promedio publicado por LatinFocus Consensus Forecast (¿?) que esconde importantes diferencias, ya que para el banco Credit Suisse llegaría a $ 11 y para el BBVA Francés a $ 10,30, mientras que para LCG quedaría en $ 9,22 y para Oxford Economics, en $ 9,01, con estos teseos extranjerizantes, buenos sería que a esta partida la ganara el minotauro.

Desmitificaciones; apocalipsis.

La misma lógica de la insatisfacción irresoluta de la depresión sin remedios que permanece gracias a la necedad propia, la misma lógica localmente llamada de "Síndrome del Pitufo Gruñón", de irritabilidad masculina que empieza con una deficiencia en los niveles de testosterona, también causante de otros cuadros depresivos, la misma lógica asociada a la menopausia masculina, que afecta muy especialmente a los presuntos comunicadores sociales en nuestra aldea, asociada a la disminución de energía, de vitalidad, al escaso entusiasmo por vivir y cambios en el humor, a la hipersensibilidad, a la ansiedad, a la frustración y al cólera, al enojo, a la impaciencia que transmiten en cada columna de diario, a la culpabilidad, a la insatisfacción que se filtra en cada noticiero, al sarcasmo guachamente utilizado, a la falta de autoestima que mide el pinét de empleado del mes, a la tensión nerviosa, al abandono, a la tristeza, a la hostilidad permanente, a la sensación o al medio de no ser considerado de ahí la conducta desafiante y demandante, es la lógica de los que hoy anuncian con bombos y platillos que en estos momentos en estos mismo momentos se están destruyendo empleos, por fin una mala noticia más para dar al pueblo de infelices que ni en fin de semana largo tienen derecho a creerse que la aldea, alguna vez, puede ser una aldea diferente a lo que fue, por fin una más una mala noticia más para hablar mal del gobierno de turno, en nombre de los desesperados patrones que bregan por volver a tener el poder ante los vasallos y giles que se las creen, agoreros y apocalípticos, esos son, los que desbordarán las sedes brasileñas del campeonato del mundo dentro de menos de un mes, los que hoy desbordan los centros turísticos.

Desmitificaciones; colusiones, diluciones.

La misma lógica procedente de la adoración a Angitia, inspiradora de la naturaleza de la labilidad de encantadores de serpiente con alcances limitados, la misma lógica de buscar asociaciones solamente para los contubernios para los abroquelamientos que embroman a los próximos más que los que los benefician, la misma lógica de buscar disociaciones solamente en los infortunios que impiden las solidaridades en las desgracias, la misma lógica de abrir el juego porque me conviene y cerrarlo porque también me conviene en ambos casos perjudicando por omisión en más o en menos al otro, de aplicaciones muy comunes en la aldea, es la que aplican habitualmente los líderes truchos que tenemos, por caso y por ejemplo el que ayer andaba o andará todavía regalando la vida de trabajadores en un piquete declarando por cámaras que para ganar la pulseada entregarán mártires a los cadalsos, alegremente, sin que los potenciales sacrificados se inmuten, porque todos comprenden que la postura es para ratificar la naturaleza ilegítima de las presiones hechas con actitudes de matonería y con prepotencia, de los encantadores de serpientes que a veces largan sus ponzoñas.

Desmitificaciones; dramatizaciones.

La misma lógica del esteticismo clásico que muchos ubican en el siglo pasado de las concordancias entre la acción el lugar y el tiempo del la misma como condiciones de la representación de una realidad en la que se potencia el drama como principal atributo de un escenario con despliegue humano, la misma lógica de la dramaturgia como proposición de una exposición de un nudo o de un desenlace que conducen inexorablemente a una consumación irreversible y trágica o un poquito menos que trágica para evitar las sinonimia entre drama y tragedia que guardan sutiles diferencias de cualidades, es una lógica que habitualmente aplicamos en la aldea con los inconvenientes personales de los cuales hacemos como una dramaturgización del drama personal y todo lo vemos con ese eje lo que nos quita radios de visiones porque al final de tanto fijarnos en los propios terminamos por no ver los inconvenientes de los prójimos que bien nos haría para muchos aspectos de la vida en común, como es el caso de la inflación evento del que cualquiera se cree al margen de su generación cuando en realidad además de venir de los atorrantes de donde proviene – léase nuestros notables mal llamados empresarios, ladrones con buena ropa – depende de cada uno de los que avalamos los aumentos de precio en cada situación de intercambio adonde cedemos a los que nos agraden.