lunes, 31 de octubre de 2011

amarillos, papeles amarillos

el silencio en las palabras escritas, en un principio fui poco flexible diríamos duro, me pasaba repitiendo como si fuera la voz de un eco repitiendo conceptos y pre conceptos que escuchaba a cuanto lado iba y que no entendía o no sentía para nada, los tomaba y los llevaba como estandartes y los mostraba como adalid como abanderado de esa estupideces que repetía sin entender nada,pero curiosamente esa actitud me daba seguridad en todo aquello a lo que me lanzaba,debe haber sido por eso que la tarde en que partí para incorporarme a los altos estudios de la universidad que tampoco entendía porqué los llamaban alto como si fuera baja mi procedencia, indiferente y corajudo vi a mi madre lagrimeando y a mi novia sin que se me moviera un pelo, engreído y seguro partí a ese mi próximo destino, alcancé a ver a través de la ventanilla empañada del colectivo, con satisfacción, que entre las manos de la niña, se arrugaba un papel que ella estrujaba sin remedios, por supuesto que sabía que era el mismo papel que yo había escrito con palabras y más palabras para despedirme, desde lejos engreído verificaba que la habían penetrado posiblemente también herido profundamente que ese fue mi objetivo cuando lo escribí unos días antes, bendito y gran amor es el que tengo hacia dios maldito y gran dolor es el que siento por vos, esas palabras le habían llegado.
circos perpetuos se ciernen sobre millones de cabezas, las nuestras.

domingo, 30 de octubre de 2011

papeles amarillentos

cuando el de arriba no informa al de abajo cuando el que está abajo no informa al de arriba cuando el que está a la par no avisa a su par que está a la par entonces pierden todos porque sin eso ni se mira ni se escucha ni se siente ni se toca, no hay aproximaciones posibles para mejorar las cosas para comprender al otro
en centros y periferias que primero fueron territoriales y luego se metieron en miles de conciencias de cientos de miles de caprichosos egoístas destructores de equilibrios de la información y la comunicación, sensacionalismo exotismo,perfecciones inventadas por pregones interesados y pagos, falsos patriotas patrioteros traicioneros de las personas, desconocedores de compromisos asumidos de los principios



LA CASA Y EL LADRILLO

Me parezco al que llevaba el ladrillo consigo
para mostrar al mundo cómo era su casa.

Bertolt Brecht



Cuando me confiscaron la palabra
y me quitaron hasta el horizonte
cuando salí silvando despacito
y hasta hice bromas con el funcionario
de emigración o desintegración
y hubo el adiós de siempre con la mano
a la familia firme en la baranda
a los amigos que sobrevivían
y un motor el derecho tosió fuerte
y movió la azafata sus pestañas
como diciendo a vos yo te conozco
yo tenía estudiada una teoría
del exilio mis pozos del exilio
pero el cursillo no sirvió de nada

cómo saber que las ciudades reservaban
una cuota de su amor más austero
para los que llegábamos
con el odio pisándonos la huella
cómo saber que nos harían sitio
entre sus escaseces más henchidas
y sin averiguarnos los fervores
ni mucho menos el grupo sanguíneo
abrirían de par en par sus gozos
y también sus catástrofes
para que nos sintiéramos
igualito que en casa

cómo saber que yo mismo iba a hallar
sábanas limpias desayunos abrazos
en pueyrredón y french
en canning y las heras
y en lince
y en barranco
y en arequipa al tres mil seiscientos
y en el vedado
y dondequiera

siempre hay calles que olvidan sus balazos
sus silencios de pizarra lunar
y eligen festejarnos recibirnos llorarnos
con sus tiernas ventanas que lo comprenden todo
e inesperados pájaros entre flores y hollines
también plazas con pinos discretísimos
que preguntan señor cómo quedaron
sus acacias sus álamos
y los ojos se nos llenan de láminas
en rigor nuestros árboles están sufriendo como
por otra parte sufren los caballos la gente
los gorriones los paraguas las nubes
en un país que ya no tiene simulacros

es increíble pero no estoy solo
a menudo me trenzo con manos o con voces
o encuentro una muchacha para ir lluvia adentro
y alfabetizarme en su áspera hermosura
quién no sabe a esta altura que el dolor
es también un ilustre apellido

con éste o con aquélla nos miramos de lejos
y nos reconocemos por el rictus paterno
o la herida materna en el espejo
el llanto o la risa como nombres de guerra
ya que el llanto o la risa legales y cabales
son apenas blasones coberturas

estamos desarmados como sueño en andrajos
pero los anfitriones nos rearman de apuro
nos quieren como aliados y no como reliquias
aunque a veces nos pidan la derrota en hilachas
para no repetirla

inermes como sueños así vamos
pero los anfitriones nos formulan preguntas
que incluyen su semilla de respuesta
y ponen sus palomas mensajeras y lemas
a nuestra tímida disposición
y claro sudamos los mismos pánicos
temblamos las mismas preocupaciones

a medida que entramos en el miedo
vamos perdiendo nuestra extranjería
ei enemigo es una niebla espesa
es el común denominador o
denominador plenipotenciario

es bueno reanudar el enemigo
de lo contrario puede acontecer
que uno se ablande al verlo tan odioso
el enemigo es siempre el mismo cráte
todavía no hay volcanes apagados

cuando nos escondemos a regar
la maceta con tréboles venéreos
aceitamos bisagras filosóficas
le ponemos candado a los ex domicilios
y juntamos las viudas militancias
y desobedecemos a los meteorólogos
soñamos con axilas y grupas y caricias
despertamos oliendo a naftalina
todos los campanarios nos conmueven
aunque tan solo duren en la tarde plomiza
y estemos abollados de trabajo

el recuerdo del mar cuando no hay mar
nos desventura la insolencia y la sangre
y cuando hay mar de un verde despiadado
la ola rompe en múltiples agüeros

uno de los problemas de esta vida accesoria
es que en cada noticia emigramos
siempre los pies alados livianísirnos
del que espera la señal de largada
y claro a medida que la señal no llega
nos aplacamos y nos convertimos
en herines apiñados y reumáticos

y bien esa maciza ingravidez
alza sus espirales de huelo en el lenguaje
hablamos ele botijas o gurises
y nos traducen pibe riñe guagua
suena ta o taluego
y es como si cantáramos desvergonzadamente
do jamás se pone el sol se pone el sol

y nos aceptan siempre
nos inventan a veces
nos lustran la morriña majadera
con la nostalgia que hubieran tenido
o que tuvieron o que van a tener
pero además nos muestran ayeres y anteayeres
la película entera a fin de que aprendamos
que la tragedia es ave migratoria
que los pueblos irán a contramuerte
y el destino se labra con las uñas

habrá que agradecerlo de por vida
acaso más que el pan y la cama y el techo
y los poros alertas del amo
r habrá que recordar con un exvoto
esa pedagogía solidaria y tangible

por lo pronto se sienten orgullosos
de entender que no vamos a quedarnos
porque claro hay un cielo
que nos gusta tener sobre la crisma
así uno va fundando las patrias interinas
segundas patrias siempre fueron buenas
cuando no nos padecen y no nos compadecen
simplemente nos hacen un lugar junto al fuego
y nos ayudan a mirar las llamas
porque saben que en ellas vemos nombres y bocas

es dulce y prodigiosa esta patria interina
con manos tibias que reciben dando
se aprende todo menos las ausencias
hay certidumbres y caminos rotos
besos rendidos y provisionales
brumas con barcos que parecen barcos
y lunas que reciben nuestra noche
con tangos marineras sones rumbas
y lo importante es que nos acompañan
con su futuro a cuestas y sus huesos

esta patria interina es dulce y honda
tiene la gracia de rememorarnos
de alcanzarnos noticias y dolores
como si recogiera cachorros de añoranza
y los diera a la suerte de los niños

de a poco percibimos los signos del paisaje
y nos vamos midiendo primero con sus nubes
y luego con sus rabias y sus glorias
primero con sus nubes
que unas veces son fibras filamentos
y otras veces tan redondas y plenas
como tetas de madre treinteañera
y luego con sus rabias y sus glorias
que nunca son ambiguas

acostumbrándonos a sus costumbres
llegamos a sentir sus ráfagas de historia
y aunque siempre habrá un nudo inaccesible
un útero de glorias que es propiedad privada
igual nuestra confianza izará sus pendones
y creeremos que un día que también que ojalá

aquí no me segrego
tampoco me segregan
hago de centinela de sus sueños
podemos ir a escote en el error
o nutrirnos de otras melancolías

algunos provenimos del durazno y la uva
otros vienen del mango y el mamey
y sin embargo vamos a encontrarnos
en la indócil naranja universal

el enemigo nos vigila acérrimo
él y sus corruptólogos husmean
nos aprenden milímetro a milímetro
estudian las estelas que deja el corazón
pero no pueden descifrar el rumbo
se les ve la soberbia desde lejos
sus llamas vuelven a lamer el cielo
chamuscando los talones de dios

su averno monopólico ha acabado
con el infierno artesanal de leviatán

es fuerte el enemigo y sin embargo
mientras la bomba eleva sus hipótesis
y todo se asimila al holocausto
una chiva tranquila una chiva de veras
prosigue masticando en el islote

ella solita derrotó al imperio
todos tendríamos que haber volado
a abrazar a esa hermana
ella sí demostró lo indemostrable
y fue excepción y regla todo junto
y gracias a esa chiva de los pueblos
ay nos quedamos sin apocalipsis

cuando sentimos el escalofrío
y los malos olores de la ruina
siempre es bueno saber que en algún meridiano
hay una chiva a lo mejor un puma
un ñandú una jutía una lombriz
un espermatozoide un feto una criatura
un hombre o dos un pueblo
una isla un archipiélago
un continente un mundo
tan firmes y tan dignos de seguir masticando
y destruir al destructor y acaso
desapocalipsarnos para siempre

es germinal y aguda esta patria interina
y nuestro desconsuelo integra su paisaje
pero también lo integra nuestro bálsamo

por supuesto sabemos desenrollar la risa
y madrugar y andar descalzos por la arena
narrar blancos prodigios a los niños
inventar minuciosos borradores de amor
y pasarlos en limpio en la alta noche
juntar pedazos de canciones viejas
decir cuentos de loros y gallegos
y de alemanes y de cocodrilos
y jugar al pingpong y a los actores
bailar el pericón y la milonga
traducir un bolero al alemán
y dos tangos a un vesre casi quechua
claro no somos una pompa fúnebre
usamos el derecho a la alegría

pero cómo ocultarnos los derrumbes
el canto se nos queda en estupor
hasta el amor es de pronto una culpa
nadie se ríe de los basiliscos
he visto a mis hermanos en mis patrias suplentes
postergar su alegría cuando muere la nuestra
y ese sí es un tributo inolvidable

por eso cuando vuelva
y algún día será
a mis tierras mis gentes y mi cielo
ojaló que el ladrillo que a puro riesgo traje
para mostrar al mundo cómo era mi casa
dure como mis duras devociones
a mis patrias suplentes compañeras
viva como un pedazo de mi vida
quede como un ladrillo en otra casa.

junio 1976


Mario Benedetti

sábado, 29 de octubre de 2011

papeles amarillos

la desinformación es la negación total de la información y la negación total de la información es la ceguera total no física,es ceguera ética intelectual, entendiendo que teóricamente información es enterarse de una cuestión en un lapso relativamente corto de tiempo suma cuyo resultado es que la información depende de la oportunidad, información es el conocimiento de algo con un nivel de profundidad suficiente como para emitir una valoración aunque siguiendo a esa valoración esté la consideración sobre los efectos de la información y cómo se administran para optimizarlos,la información es un complemento de la formación y no hay formación sin información, porque la primera sin la segunda es una formación parcial,con los potenciados avances de los medios de comunicación la información es menos un conjunto de noticias que un conjunto de consideraciones valorativas que mejoran una condición inicial,aunque la comunicación en ocasiones puede significar desinformación o, lo que es peor, información sesgada para lesionar, como ha ocurrido frecuentemente en la tierra en que vivimos que no es santa como a veces algunos pretenden.





BBC Mundo

Con la excepción del África Subsahariana y algunas de las partes más pobres de India, estamos teniendo menos niños de los que una vez tuvimos.
Mientras la población mundial alcanza los 7.000 millones de personas, Mike Gallagher de la BBC se pregunta si los esfuerzos para controlar la población han sido, como algunos críticos afirman, una forma autoritaria de control sobre los ciudadanos más pobres del mundo.
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Y usted, ¿sabe qué número es?
Somos 7 mil millones
La temperatura ronda los 30ºC. La humedad es sofocante, el ruido insoportable. Visten saris coloridos, pero se ven cansadas y andrajosas. No sorprende, han estado todo el día trabajando.
Vivek Balid piensa que sabe como ayudarlas. Dirige la Misión para el Control Demográfico, un proyecto en el este de India que busca bajar las tasas de natalidad incentivando a las mujeres a ser esterilizadas después de tener a su segundo hijo.
Mientras la población alcanza los 7.000 millones de personas, gente como Vivek dice que los esfuerzos para reducir la población mundial deben continuar para que la vida en la tierra sea sostenible, y para evitar la pobreza y las hambrunas.
Nadie duda de sus buenas intenciones. Vivek, por ejemplo, ha gastado su propio dinero en el proyecto, y está entusiasmado en crear un mejor futuro para la India.
Sin embargo, existen opiniones críticas hacia gente como Vivek, un rico y exitoso hombre de negocios. Alegan que viven una vida muy diferente a la de la gente a la que intenta ayudar.
Estas opiniones argumentan que la gente rica ha impuesto el control del crecimiento demográfico sobre los pobres durante décadas. Y, dicen, esos intentos coercitivos para controlar la población mundial a menudo fueron contraproducentes y dañinos.
Alarma demográfica
Muchos historiadores del control demográfico señalan al Reverendo Thomas Malthus, nacido en el siglo XVIII, como el pionero en esta cuestión. Él creía que los seres humanos siempre se reproducirían más rápido de lo que la Tierra es capaz de alimentarlos.
Desde los años '60, el Banco Mundial, la ONU, y fundaciones filantrópicas estadounidenses, como la Ford o la Rockefeller, empezaron a enfocarse en lo que consideraban el problema de las cifras crecientes del Tercer Mundo.
Consideraban que la sobrepoblación era la principal causa de degradación ambiental, el bajo desarrollo económico y la inestabilidad política.
La población masiva en el Tercer Mundo se veía como una amenaza al capitalismo occidental y al acceso a los recursos, dice la profesora Betsy Hartman del Hampshire College, en Massachusetts, Estados Unidos.
"La vista del sur está muy dentro de este marco malthusiano. Se ha convertido en una ideología poderosa", dice.
"Existió una necesidad no satisfecha de servicios anticonceptivos, por supuesto. Pero también hubo una necesidad no satisfecha de servicios sanitarios y todo tipo de servicios que no recibieron atención. El foco estuvo en la anticoncepción"
Mohan Rao, doctor y experto en salud pública
En 1966, el presidente Lyndon Johnson advirtió que Estados Unidos podría verse desbordado por masas desesperadas e hizo que la ayuda a países en desarrollo dependiera de que adaptaran programas de planificación familiar.
Otros países ricos como Japón, Suecia y el Reino Unido también empezaron a dedicar grandes sumas de dinero a reducir las tasas de nacimiento del Tercer Mundo.
"Necesidad no satisfecha"
Lo que virtualmente todos estuvieron de acuerdo fue que hubo una demanda masiva para controlar la natalidad en los países más pobres del mundo y que en caso de que estos dispusieran en métodos anticonceptivos confiables, el crecimiento desmedido de la población se detendría.
"Existió una necesidad no satisfecha de servicios anticonceptivos, por supuesto. Pero también hubo una necesidad no satisfecha de servicios sanitarios y todo tipo de servicios que no recibieron atención. El foco estuvo en la anticoncepción", explica Mohan Rao, doctor y experto en salud pública en la Universidad de Jawaharal Nehru de Delhi.
Si los expertos demográficos hubiesen hecho un trabajo de base en lugar de imponer soluciones desde arriba, sugiere Adrienne Germain, ex miembro de la Fundación Ford y luego de la International Women's Health Coalition, hubiesen logrado una mejor imagen de los dilemas que enfrentan las mujeres en comunidades pobres y rurales.
En 1968, el biólogo americano Paul Ehrlich causó alboroto con su best-seller, The Population Bomb (La explosión demográfica), en el que sugería que ya era demasiado tarde para salvar a algunos países de los terribles efectos de la sobrepoblación, lo cual resultaría en un desastre ecológico y en la muerte de cientos de millones de personas en los años '70.
Expertos occidentales y élites locales en el desarrollo rápidamente impusieron objetivos para reducir el tamaño de las familias, y utilizaron analogías militares para sostener la urgencia, dice Mathew Connelly, un historiador del control demográfico de la Universidad de Columbia en Nueva York.
"Ellos hablaron de una guerra contra el aumento de la población, combatida con armas anticonceptivas", señala. "La guerra conlleva sacrificios, y daños colaterales".
Medidas de emergencia

Se critica que las políticas de control de la natalidad se utilicen contra las mujeres pobres.
Los críticos del control demográfico tuvieron la palabra en la primera conferencia demográfica de Naciones Unidas en 1974. Karan Singh, ministro de Salud indio, declaró que "el desarrollo es el mejor anticonceptivo".
Pero un año después, el gobierno de Singh llevó a cabo uno de los episodios con mayor repercusión en la historia del control demográfico. Unos ocho millones de indios -en su mayoría hombres pobres- fueron esterilizados.
Este fenómeno también ha tenido lugar en China. A la política del hijo único se le atribuye haber evitado 400 millones de nacimientos.
Solo en 1983, más de 16 millones de mujeres y cuatro millones de hombres fueron esterilizados, y a 14 millones de mujeres se les practicaron abortos.
Juzgando sólo por cifras, se lo considera como la iniciativa más exitosa. Sin embargo, continúa siendo cuestionada, no sólo por el sufrimiento humano causado.
Dado que la fertilidad en China ya estaba en declive en el momento que se implementó esta política, algunos argumentan que tuvo menos peso en sus resultados de los que sus defensores consideran.
Al comienzo de los '80, las objeciones al control demográfico empezaron a aumentar, especialmente en los Estados Unidos. En Washington, la administración Reagan quitó el apoyo financiero a los programas que incluyeran abortos y esterilización.
Para 1994, cuando tuvo lugar en El Cairo una importante conferencia de Naciones Unidas sobre la población y el desarrollo, las mujeres ya estaban organizadas presionar por sus derechos, y tuvieron éxito.
La conferencia adoptó un plan de acción de 20 años, llamado el consenso de El Cairo, en el que se llamaba a los países a reconocer que las necesidades comunes de las mujeres debían estar en el corazón las estrategias demográficas, en lugar de los planes de control demográfico.
El récord demográfico global de hoy esconde una marcada tendencia de largo plazo hacia más bajas tasas de natalidad mientras cuestiones como el urbanismo, mejores sistemas de salud, educación y acceso a la planificación familiar afectan a las decisiones de las mujeres.
Con la excepción del África Subsahariana y algunas de las partes más pobres de la India, estamos teniendo menos niños de los que una vez tuvimos, en algunos casos sin poder reemplazarnos a nosotros mismos en la próxima generación. Y, a pesar que se espera que aumenten aun más las cifras totales, el pico está a la vista.
"Tengo la profunda convicción que si se les da a las mujeres las herramientas que necesitan -educación, empleo, anticonceptivos, abortos seguros- entonces tomarán las decisiones correctas que beneficien a la sociedad"
Adrienne Germain
El término control demográfico mismo está pasado de moda, ya se endilga una connotación autoritaria. Después de El Cairo el debate se centra en los derechos de las mujeres y sus derechos reproductivos, lo que significa su derecho a una libre elección acerca de tener o no hijos.
De acuerdo a Adrienne Germain, esa es la lección principal que deberíamos aprender de los últimos 50 años.
"Tengo la profunda convicción que si se les da a las mujeres las herramientas que necesitan -educación, empleo, anticonceptivos, abortos seguros- entonces tomarán las decisiones correctas que beneficien a la sociedad", considera.
A pesar de todo, aún existe la presión sobre las más pobre para someterse a procesos de esterilización, a menudo a cambio de incentivo financieros. En efecto, dicen los más críticos, ese volumen de coerción, dada su extrema pobreza, hace difícil que rechacen el dinero.
Trabajo en marcha
Para Mohan Rao, es un ejemplo es un ejemplo de cómo hasta el consenso de El Cairo no toma en cuenta el mundo en vía de desarrollo.
"El Cairo estuvo dirigido mayormente por agendas feministas del Primer Mundo. Se necesitan el derecho a la comida, al empleo, al agua, la justicia y salarios justos. Sin todo eso no se puede tener derechos reproductivos".
Quizás, entonces, los ideales humanitarios de El Cairo aun sean un trabajo en marcha, sin finalizar. Mientras tanto, Paul Ehrlich también deja su visión del asunto.
Si fuera a escribir su libro pondría el "foco en que hay demasiada gente rica. Es claro como el agua que no podemos mantener a siete mil millones de personas con el estilo de vida de los ricos americanos".

viernes, 28 de octubre de 2011

páginas amarillas que no son las de teléfono




despedida Joaquín Morales Solá
Algo incierto, tal vez una sensación corporal o el revoloteo constante de una idea de brevedad, le avisó a Néstor Kirchner que iba a morir. Dio instrucciones, poco antes de descubrir la única frontera desconocida e inevitable de los seres humanos, sobre la construcción de una tumba en el cementerio de Río Gallegos, aunque no fue de él la iniciativa de levantar una pirámide egipcia en el desierto patagónico. Basta ver la grabación de su último discurso en Río Gallegos para entrever los trazos de una despedida implícita. El propio Kirchner terminó al borde del llanto, mientras muchos de sus seguidores lo miraban con los ojos estragados por las lágrimas.
En el final de sus días había descartado el consejo de los médicos, que le pedían una vida tranquila y serena, lejos de las angustias y de las ansiedades de la política. Pero, ¿qué sentido tenía la vida sin las enredos y las maquinaciones de la política, que habían consumido gran parte de su existencia? ¿Para qué servía la vida si la vida del Estado podía prescindir de él?
Néstor Kirchner se fue de este mundo hace un año. El trámite de morir fue rápido, sorpresivo y resuelto. Fue exactamente la manera que él hubiera elegido para decirle adiós a la vida. Vivió de ese modo. Cuesta imaginar a otro político conocido que haya acumulado tanto poder desde el módico poder que recibió cuando se convirtió, en 2003, en el presidente que accedió al gobierno con menos votos en la historia argentina. No tenía casi nada y recibió muy poco, pero creó una saga de poder que se extenderá, por lo menos, doce años. Ninguna dinastía política tuvo en el país tanto poder de manera consecutiva. Sólo Julio Argentino Roca acopió tantos años de poder en la Argentina, entre fines del siglo XIX y principios del XX, pero no fueron consecutivos.
La historia de esa construcción está llena de claroscuros. Kirchner tenía un poco de reformador y otro poco de conservador. Era más realista que ideológico. Siempre creyó más en los beneficios de la política expeditiva, que se resuelve con el toma y daca, que en la seducción política. "No tengo el arte de encantar. Yo debo conformar a los clientes todos los días", me dijo alguna vez que le pregunté sobre su método para construir política y poder. Le recordé que otros políticos habían hecho las cosas de una manera más sutil y seductora. "Esa es la corporación política, la misma que da vueltas alrededor del poder desde hace 25 años y no hace nada", me respondió.
La corporación política, como él la llamaba, era una obsesión que no se le fue nunca. Metía a peronistas y a radicales en esa bolsa corporativa, pero nunca quiso definir qué es lo que lo diferenciaba a él de los otros. Después de todo, Kirchner parecía que no negociaba, aunque siempre terminaba negociando a último momento. Empujaba al adversario hacía límites mucho más estrechos y después, muy cerca del final, concedía algunos espacios. El adversario, hayan sido políticos, empresarios o sindicalistas, ya había perdido parte de que lo que tenía. Negociaba. Tarde, pero negociaba.
Hubo dos excepciones en ese temperamento durante sus años de poder. Una fue la causa por los derechos humanos, una causa tardía para él, pero que terminó abrazándola con una convicción definitiva. En algún momento creyó que su política era inaugural, que nadie había ido tan lejos como él para buscar las verdades del pasado. Esa seguridad lo llevó a pronunciar las palabras más injustas que haya dicho en su anecdotario de reproches públicos; fue cuando pidió disculpas a los familiares de los desaparecidos en nombre de un Estado que, según él, no había hecho nada desde 1983. Advertido de que en 1985 hubo juicios a los jerarcas del régimen militar, que terminaron en condenas, degradaciones y prisiones, se apresuró a llamar por teléfono para pedirles disculpas a Raúl Alfonsín, a Magdalena Ruíz Guiñazú (que integró la Conadep, organismo autor del primer informe sobre los métodos inhumanos de la dictadura) y a algunos ex jueces que juzgaron a los militares. Las palabras injustas exhibieron su absoluta lejanía del conflicto en los años iniciales de la democracia, pero su gesto posterior lo mostró también como un hombre capaz de rectificarse.
La otra excepción sucedió durante la llamada "guerra con el campo", en el turbulento 2008. Los dirigentes agropecuarios ya habían logrado convocar la adhesión de importantes sectores sociales urbanos. El peronismo comenzaba a desertar en el Congreso. Sin embargo, el gobierno doblaba la apuesta sin cesar. Todos los intentos de pactos con el ruralismo se frustraban. Un viejo amigo de Kirchner lo visitó en medio de aquel fárrago. "No te reconozco. Creo que el Kirchner que yo conozco ya hubiera empezado a negociar con los ruralistas", le dijo el amigo.
Kirchner meditó la respuesta y luego desplegó una explicación: "Sí, yo ya hubiera negociado. Pero ahora gobierna Cristina y no sería bueno que adviertan debilidad en ella porque es mujer". ¿Fue cierta esa explicación? ¿O fue sólo un pretexto para no reconocer que su esposa tenía menos flexibilidad que él para meterse con decisión en una negociación? La historia posterior indica que la segunda alternativa es más probable que la primera.
Se había acostumbrado a que el Estado cabía en su cabeza. Podía comparar de memoria los salarios de los maestros de Jujuy, de Córdoba y de Santa Cruz. Negociaba, cara a cara, con el ministro boliviano de Energía el precio del metro cúbico de gas que importaba la Argentina. El proyecto de la propuesta argentina para el canje de la deuda en default, que hizo la Argentina en 2005, lo confeccionó Roberto Lavagna, pero Kirchner lo supervisó y lo retocó hasta último momento. Julio De Vido debía pedirle aprobación para cada licitación que emprendía su cartera (y emprendió muchas) y para resolverla al final. La política exterior no era su fuerte, pero nunca dejó en paz a los cancilleres que tuvo.
Olivos se ha convertido en una nostalgia para casi todos los kirchneristas. Kirchner amaba esas mesas políticas largas, las sobremesas interminables, el fútbol mal aprendido y peor practicado como pretexto. La famosa "mesa chica" de su gestión (Cristina Kirchner, Alberto Fernández, Carlos Zannini y, a veces, De Vido, además del propio Kirchner) nunca se rehizo. Esas discusiones, que por momentos se perdían en la improbable deducción o en rumores sobre insignificancias, le servían para recibir información o para intercambiar puntos de vista distintos. Las cosas han cambiado ahora. La Presidenta llega a su despacho por la mañana, convoca a sus ministros y les comunica, inapelable: "La decisión es ésta". Punto. Ya no hay discusiones.
Kirchner fue un político duro; estaba seguro de que cada persona esconde una ambición o un temor. Construyó el poder hurgando en el deseo de los otros o en sus inseguridades. Nunca entendió el periodismo como una necesidad de la democracia. Prefería desafiar al periodismo, porque no le gustaba que un referente importante de los argentinos estuviera fuera de su control. El periodismo era, en última instancia, su rival en la conquista de la opinión pública.
Al poco tiempo de que comenzaran las denuncias por el arbitrario reparto de la publicidad estatal, le envié una carta pidiéndole que retirara toda la pauta publicitaria del Estado de mi programa de televisión. Me citó a la Casa de Gobierno. "¿Usted cree que yo voy a atentar contra la libertad de expresión?", me preguntó ni bien llegué. "El poder siempre lo puede hacer, pero no me refiero a eso. Simplemente no quiero formar parte de una polémica por quién recibe plata del Estado y quién no", le contesté. "Soy incapaz de decirle a usted que no", zanjó Kirchner, irónico. Cumplió.
Beatriz Sarlo recordó en su reciente libro ( La audacia y el cálculo ) las veces que se paraba en el atril y me criticaba con nombre y apellido. He perdido la cuenta de las veces que lo hizo. Salvo una vez, en la que me vi obligado a contestarle, el resto de las veces preferí dejar pasar esas alusiones. Kirchner también las olvidaba rápidamente. La relación entre el periodismo y el poder, debe reconocerse, se agravó luego con su ausencia.
El último día que estuvo en la Casa de Gobierno, el viernes 7 de diciembre de 2007, me citó para despedirse. Vi un Kirchner visiblemente emocionado por su adiós a los sitios del poder. Al final de una exposición sobre su necesario ostracismo para dejar lugar a la consolidación de Cristina (promesa que nunca cumplió), verbalizó la despedida: "Nos hemos peleado demasiadas veces, pero no podrá negar que también nos hemos divertido". No había un solo Kirchner, sino varios. El provocador y el componedor, el sentimental y el pragmático, el público y el privado.


no fuimos patriotas allá lejos, lejos estuvimos de serlo, tal vez apenas patrioteros inflados con ese falso aire de la soberbia no fuimos patriotas gritando precisamente para que llegara el proceso de reorganización nacional, interpretado hoy como si fuera el producto de monstruos que aparecieron y sometieron a pacíficos ciudadanos, no somos patriotas tal vez seamos solo patrioteros como los que estuvimos avivando en las calles en esa guerra absurda.
apenas torpes imitadores de un Dorian Gray que no pasó para nosotros de su categoría de personaje de una novela, narcisos con espíritu narcisista y destructivo eso fuimos narcisos pasivos que soportamos los insultos los atropellos y en algunos casos los potenciamos.
intolerancia en Tribeca

jueves, 27 de octubre de 2011

papiros sueltos y más que sueltos, cabos sueltos

hay muchos doctores y hay una profusión de honores, que se venden en los mercados, sobran los doctores faltan los señores, los comunes los sacrificados los honestos, hay opiniones autorizadas porque una corporación de locos determinó la autorización hay opiniones que se escuchan menos que otras porque no se difunden,

hay mercaderes que trafican con las dignidades de las personas y los pueblos, la dignidad de la misma gente que a veces ellos mismos dicen que defienden haya traficantes que entregan venden y compran la dignidad sentados en sucuchos secretos reservados en donde se embroman franjas grandes de una población de impávidos y pacientes,
hay engreídos hipócritas que le entregan a la gente lo mismo que le quitan a la gente, mercenarios del tráfico de confort y bienestar para unos pocos monstruos que persiguen fantasmas algunos de los cuales mueren de enfermedades o de hambre,

hay contables y notarios que cierran las contabilidades más complejas y escribanos y abogados que cierran casos de injusticia embromando a otros, calificados delincuentes que tallan mucho más abajo que los delincuentes comunes que se supone que ellos persiguen,
hay atorrantes que mueren con honores y honorables que mueren sin ellos, eso no cuenta los que califican califican como se les da la gana.

miércoles, 26 de octubre de 2011

amarillentos papeles de los tartufos

ordinarios que se las tiran a finos, analfabetos que se hacen pasar por leídos, incompetentes que nombran subordinados para que les digan competentes, malos que parecen buenos, grises que parecen blancos o negros, necios que dicen defender la libertad y viven haciendo prisioneros o inventando esclavos adonde puedan, groseros que hablan de la justicia rodeados de la evidente injusticia, informadores que desinforman, comunicadores que distorsionan sus mercados, mendigos disfrazados con trajes caros, mentirosos que para mentir inventan leyes y ordenanzas, gorditos y cascarillas de tanto rumiar resentimientos y broncas los tartufos no muestran lo bueno que son mientras van viendo cuál es el próximo daño que nos hacen, como dice Ingenieros, rodeado de cómplices nunca de amigos, atados por el interés nunca por el corazón, utilitarios oportunistas alejados de los más elementales principios.


ayer corrió esto por las redes, es una onda para andar con buena onda, vibra le llaman los más modernos
PARA!!!!!
Felicidades, ahora tu deseo se cumplirá según la edad que
tengas Ahora sigue esto cuidadosamente, puede ser
muy gratificante!!!
Si lo envías a 10 personas
o mas, algo mejor de lo que esperabas sucederá
en tu vida Nota: Realmente da miedo!
El teléfono sonara después de que acabes esto!!!


DECRETO METAFÍSICO

Si te ha llegado este mensaje, considérate la persona mas afortunada.A partir de este momento tu vida cambiará y todo aquello que tanto anhelas . . . ¡Se te concederá!
SORTILEGIO DE LA ABUNDANCIA

Mientras lees este mensaje, concéntrate y piensa en todo aquello que deseas.
Piensa con fe y da por sentado que ya es una realidad.

Piensa en ese deseo AHORA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Entonces, repite 3 veces el siguiente sortilegio:

Por el poder de 3 veces 3...
Por aquellos que van y aquellos que vienen...
Por los vivos y los muertos...
Por el poder de los 4 elementos...
A mi alrededor todas las cabezas se giran, abriéndome paso, elimino los obstáculos...
Crece mi fuerza, soy energía, puro es mi pensamiento, atraigo lo que quiero.
El universo me otorga aquello que mas deseo...
Reina la abundancia, el amor, la salud y el dinero.
Gracias Padre-Madre, concreto esta mi sueño.
Danza mi corazón, mi espíritu esta contento!

martes, 25 de octubre de 2011

páginas amarillentas

"...la avidez es el móvil el servilismo" dice Ingenieros, el servilismo es el molde del cinismo y el cinismo el instrumento de la obsecuencia y de la mediocridad, "de siervos es mentir de libres decir la verdad", pero mentir como la mayoría se miente a sí misma hablando de méritos inexistentes reconociendo en otros los que otros reconocen tranzando como si el reconocimiento fuera mercancía y no debiera ser el resultado de la actitud meritoria,"(el hipócrita)es el esclavo de los que lo rodean el esclavo de mil amos, de un millón de amos, de todos los cómplices de su mediocridad", es el esclavo de los que le reconocen méritos que no tiene méritos que recibió como herencia sin merecerlos, es un esclavo como los esclavos que lo aplauden y lo mencionan, "el hipócrita vive desconfiando de todos, hasta caer en el supremo infortunio de la susceptibilidad", rodeado de otros hipócritas que no solamente viven en la mentira sino que cobran y se premian a sí mismos diciéndose a sí mismo en largos discursos de sus virtudes inventadas, tartufos de doble moral, la moral para los de afuera la secreta moral de la inmoralidad de saber íntimamente de la incapacidad propia.




la historia registrada

Todo el poder en su mano
Por Santiago Kovadloff | LA NACION
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Cristina Fernández de Kirchner en el hotel Intercontinental, anteayer, después de obtener la reelección. Foto: F. Massobrio
La profunda asimetría entre el partido victorioso y la profusión de los vencidos es grave. El sistema republicano llegó manco a las elecciones y sale de ellas igualmente lisiado. La concentración de poder por parte del Frente para la Victoria alcanza, a partir de ahora, dimensiones inéditas. Si la democracia representativa implica un sistema de partidos, no puede menos que admitirse que esos partidos no son hoy sino una sombra. ¿Qué control real sobre las previsibles desmesuras del oficialismo será practicable en estas condiciones?

Es cierto que el oficialismo no puede ser responsabilizado por la decadencia de la oposición. Pero no deja de ser significativo que no haya manifestado durante la campaña la menor preocupación ante esa decadencia, es decir, ante los efectos perniciosos que ella tendrá sobre la vida institucional del país.

Nadie fue a votar anteayer como lo hizo el 14 de agosto. El 23 de octubre no encerraba incógnitas significativas. La verdadera incógnita para muchos es la que promueve el resultado de la elección. ¿Con todo el poder en su mano, el oficialismo buscará la mesura o profundizará la confrontación?

El nombre de Néstor Kirchner sigue siendo decisivo. Lo colma de valor simbólico un trabajo de inconfundible artesanato peronista. En consonancia con él, es más que factible que Cristina Fernández insista en presentarse, tras esta victoria arrolladora, como la módica ejecutora de sus convicciones más íntimas y de su incomparable clarividencia política. No es así, sin embargo. Ella ha logrado lo que él no logró. La tragedia personal le abrió a la Presidenta el camino de la épica. Cristina Fernández demostró, con su creciente autonomía y su indiscutible habilidad retórica, que era capaz de hacer de él su obra maestra y transformarlo en un gigantesco emblema orientador de la sociedad mientras, al unísono, lo disolvía como el severo tutor de sus días. Vertebrada por la exaltación del recuerdo y el dolor compartido con su pueblo por una pérdida personal irreparable, la figura de su esposo se desvaneció materialmente para ganar estatura mitológica. Ahora, mediante un triunfo electoral avasallador, la Presidenta consuma la conversión de la memoria de su esposo en la fuente orientadora de sus aciertos y en el estandarte de una sociedad en marcha hacia su redención. En otras palabras: con esta victoria aplastante de su viuda, Néstor Kirchner pasa a ser definitivamente un paradigma y Cristina Fernández, a su vez, una contundente realidad.

Esa victoria es igualmente singular por ser la de alguien reconocido tanto emocional como económicamente por quienes la votaron. A la gratitud que despierta su figura en buena parte de un electorado que sumido en la pobreza no se ahoga ya en la miseria, poco le importan los procedimientos mediante los cuales se lo respalda como se lo hace ni cuál será la perdurabilidad real de esta política de regalías. Menos aún importan esos procedimientos entre quienes se gratifican con la abundancia súbita del consumo. Entre los pobres triunfó el clientelismo y no el ejemplo de Toti Flores. En la clase media, la disconformidad de ayer fue barrida por los buenos vientos de la abundancia. El carpe diem horaciano es en ella un mandato indiscutible.

Nunca una elección presidencial reflejó tan hondamente la dificultad argentina para construir un bipartidismo significativo, es decir, un bipartidismo en el cual quien saliera derrotado no dejara por eso de representar a un sector amplio y compacto de la sociedad. E, igualmente, un bipartidismo en el cual quien saliera victorioso no viese facilitado, por su triunfo, el tránsito hacia el monopolio del poder.




¿Quiénes y qué resta en pie en la orilla del disenso? La tenacidad de un periodismo que no se concibe sino ejerciendo su libertad crítica y una opinión pública diaspórica y principista, pero sin dirigencias capaces de aglutinarla en torno a un liderazgo imantado por el don de persuasión. Una tenue excepción reluce en ese horizonte ganado por la opacidad: el Frente Amplio Progresista. Una propuesta que pareciera emerger, lenta y módicamente, del orden metafórico que ocupó hasta hoy en el plano nacional para ingresar a la realidad, es decir, a un orden de representación algo más amplio y efectivo. ¿Coincidirán el fervor de muchos de los que lo votaron con la perseverante y ardua tarea que deberá emprender el FAP para ganar el peso electoral que exigirán los desafíos del año 2015? Lo mismo cabe preguntarse con relación a Pro.

En la Unión Cívica Radical en cambio ha triunfado Cronos. Los hijos no han podido con el padre y han terminado devorados por la fe desmedida en los beneficios del parentesco sin poder hacer suyas las virtudes de la singularidad.

Eduardo Duhalde pasará a la historia como el atinado presidente que supo ser en un tiempo en el que la insensatez lo gobernaba todo. No fue ni será el dirigente que derrotó al kirchnerismo.

Elisa Carrió, que supo nuclear a su alrededor a un grupo formidable de figuras rebosantes de integridad y aliento protagónico, termina como los iracundos del Infierno dantesco: destrozándose a sí misma a dentelladas tras haber contribuido a despedazar todo lo que la hubiera podido enriquecer.

Me temo que en este escenario caracterizado por la falta de equilibrios parlamentarios la Argentina nacerá, a partir del próximo mes de diciembre, no a un nuevo orden político sino a una intensificación desusada del orden político vigente. En él, las prácticas monopólicas del poder y el liderazgo férreamente personalista encontrarán, es previsible, escasas barreras para terminar de imponer sus criterios. No obstante, nadie deberá mirar hacia el kirchnerismo para señalar a los primeros responsables de esa desproporción. El kirchnerismo no es sino el producto terminal de una transición incumplida desde el autoritarismo hacia la democracia republicana, de la injusticia social a la sociedad del trabajo y la educación.

Es más que probable que, a partir de aquí, se inicie la construcción abiertamente sistemática del kirchnerismo como doctrina llamada a asimilar y disolver en su seno las enseñanzas culturales del peronismo. De su rotunda fortaleza política extraerá el kirchnerismo ahora su más ambicioso arsenal conceptual. Irá por la educación para moldearla a su solo criterio. Irá por la información para profundizar el descrédito de toda disidencia. Lo hará como lo ha hecho ya con tantas cosas. Con los derechos humanos y con el Consejo de la Magistratura, entre otras. ¿Por qué se desprendería de la unilateralidad ahora que todo lo puede?

Cuesta creer que, tras ocho años de intransigencia kirchnerista en la materia, la presidenta reelecta vaya a optar por la interlocución y la convivencia con quienes no comparten sus convicciones. Bueno sería que lo hiciese. Pero el voto mayoritario acaba de convalidar su concepción y su práctica del poder y, en ellas, el ejercicio del verticalismo es central.

El populismo no derrotó al sistema de partidos. Se impuso donde éste ya no existía. A la mitad del espectro electoral que concurrió a esta elección no se le ofreció una alternativa confiable para competir con el oficialismo. Podía perder con cualquiera de los muchos que integraron el arco de propuestas anémicas a disposición. Pero no podía ganar con ninguno.

Hace ya mucho que la Constitución está en manos de los hombres y no los hombres en manos de la Constitución. Admito que no siempre la experiencia es buena consejera pero, en las actuales circunstancias, opto por lo que ella enseña. Estoy persuadido de que la Presidenta seguirá las lecciones impartidas por su esposo y, una vez más, acomodará las imposiciones de la ley a sus necesidades. Lo previsible, por eso, es el rumbo que seguirá la gestión desplegada por el próximo gobierno. Imprevisible, en cambio, es el destino de la oposición, es decir, el porvenir de un sistema de controles republicanos que asegure la subsistencia del pluralismo y supere su actual irrelevancia. Otra lógica, más abierta a la negociación y menos beligerante, deberá gobernar las relaciones entre mayorías y minorías si se aspira a refundar en el país el valor de las instituciones. Cabe preguntarse, finalmente, si es a eso a lo que se aspira.

lunes, 24 de octubre de 2011

páginas bien amarillas para registrar historia

el primer dios tragó saliva y bajó los ojos disimulando su misantropía, el dios los acepta a esos seres que lo aplauden a esos semejantes que corean su nombre lo que entienden son sus logros los del dios los de todos, el dios los acepta y los tolera en esas formas populares los rechaza en sus intimidades, debía entrar al lugar del espectáculo donde los otros lo esperaban esos que pagaban para eso esos que después con eso harían cientos de negocios, cobrando con creces diferencias beneficios cubriendo aquellos costos originales, hay un segundo dios rumbo a su escenario propio, contendiente del primero, seguro jovial engreído, y hay un tercero siempre hay dioses o proyectos de dioses adonde hay seres humanos pequeñitos que no entienden ni entenderán que solamente hay uno que explica esas pequeñeces de entidades inmensas.
el primer dios terminó de abrirse paso por el mar de humanos, oleadas de humanos olas cortadas de humanos, lo separaba del ring, del escenario, de la tarima,un angosto largo amorfo sendero, un camino que comenzaba en su lugar de origen algún remoto bulín para arreglarse y terminaba en aquel territorio de todos en ese cuadrilátero propio y de los demás que lo esperaban donde unos minutos después se enfrentaría a otro dios a otros dioses que le irán oponiendo resistencia en adelante,caminó confundido, enjuto y serio, saludando sin mirar a la masa de humanos transpirando y coreando su nombre y elevando cánticos para darle aliento, como si fuera nadando en esas aguas de cabezas de torsos de miles de manos intentando tocarlo en los que estaban mezclados leales súbditos y jenuflexos, por todos lados idolatrándolo a él y a todo los que representaba él prosperidad dinero todo lo que compra a todos los que se venden, el primer dios siguió caminando en medio de ese mar pegajoso pestilente de sonidos electrónicos retumbando en todos los átomos del aire, dios de papel.

domingo, 23 de octubre de 2011

papeles amarillentos papeles sueltos

De la red al papel.
Orbitando por cualquier lado con el cronopio Liborionauta.
Inventarios de Liborio.
Como hasta los setenta Liborio se las pasó haciendo lo que más le gustaba cambiando de mujeres y engendrando hijos que se fue olvidando de contar casi como con las mujeres, como hasta la misma edad Liborio se las pasó haciendo lo que menos le gustaba cumpliendo horario y misiones encomendadas en docenas de comisarías por las que fue pasando como pasó por los cargos mientras fue trabajando para mantener a las mujeres y a los niños que ni llegó a conocer, de agente auxiliar llegó hasta comisario primero que cuando lo retiraron era el rango más importante al que podía aspirar un entenado venido desde la pueblada a la fuerza, es decir un don nadie, le gustaba mucho enredarse entre sabanas y piernas y no le gustaba nada cumplir largos turnos directamente de media jornada porque para mantener su turba propia de gente no le alcanzaba con el sueldo pero tampoco con lo que le pagaban de horas extras.
Después de los setenta hasta los noventa y cinco cuando murió se las pasó contando sus escasas pertenencias como haciendo inventarios como no los pudo hacer o no los quiso hacer con las decenas de mujeres y de hijos que dejó en su camino, esos últimos veinticinco años los vivió en una pequeña pieza de una vieja casona destruida donde quedó viviendo, compadrito y compadre elegante como era, con una bicicleta inglesa que él mismo arreglaba y mantenía, un traje negro y un sombrero negro también, todo lo que necesitó además de los pocos accesorios como una camisa y corbata para vivir como quería, todas las mañanas temprano se lavaba, se calzaba el traje se acomodaba la corbata y el sombrero y salía pedaleando para el lado del mercado, donde tenía reservada la mesa donde todos los días, sin falta, tomaba su medio litro de tinto con media docena de empanadas, observando el movimiento y escuchando los gritos que escuchó toda su vida, contando inventariando aquellos anónimos deambulando entre negocio y negocio.


Liborionauta, inventariador de zonceras que se quieren cosas que pegan a esta tierra, olvidadizo con las cosas importantes que son las que quedan después de partir de esta tierra.
Orbitas en la orbita de Liborionauta.
Casi un inventariador serial, eso era, inventariador autodidacta de las cosas que desfrutaba, tenía más de auditor que del policía que fue persiguiendo rateros asesinos y mal vivientes en general toda su vida en la comisaría, testigo silencioso de todo aquello que pasaba al alcance de su vista de sus oídos de su nariz de sus manos de su boca, escapando de aquellos que no quería contar aún sin negarlo porque para eso trabajaba para que una caterva de mujeres y de niños comieran cada día.
El olor de la fritura al punto máximo mientras la grasa se convertía en chicharrón para el pan o para el bollo que ahí nomás se estaban horneando, el aroma desprendiéndose de cientos de ollas donde hervían queperís y chorizos colorados para terminar con otros cientos pucheros a la española completos en medio de los garbanzos y el mal olor de los repollos mientras hervían, el tufo característicos de las otras frituras que aseguraban las jugosas empanadas que se consumían como el pan caliente, la pestilencia agradable del tratamiento que daban a las tripas los carniceros para convertirlas en chinchulines o tripa rellena, o la emanación del propio olor de los pescados frescos acomodados en cuentones con barras de hielo al lado de los huevos de granja, el del vaho de las pizzas con muzarella derretida.
Los gritos de los camioneros avivados vendiéndoles al por mayor las verduras a los bolivianos, los gritos de los verduleros bolivianos ofreciendo frutas de estación y frescas, los gritos de los carniceros compitiendo ofreciendo sus mejores o peores costillares, los de los grandotes de las pescaderías bigotudos igual que los puesteros de la pizzas, o lo criollos ofreciendo los locros calientes o los tamales o las huiditas todo a los gritos en una competencia que se abría y cerraba cada día, las palabras repetidas de un par de loros de algunos en algunos de los puestos, el canto apreciable de los canarios que se vendían en algunos de los otros puestos, gritos todos al final de una oferta y una demanda que se daba a cada rato con la gente que pasaba y la propia gente del mercado.


Olía horas se pasaba oliendo Liborio, ora ubicaba cada ruido en ese persistente y elevado murmullo de la multitud en el mercado, ora probaba como si fuera un catador contratado aunque no hablaba con nadie, ora se pasaba horas acomodando ese mantel raído tal vez pero limpio y geométrico que cada mañana encontraba en la mesa donde se sentaba, cuadro rojos y blancos le gustaban.
Horas se pasaba Liborionauta en el mercado, inventariando los ruidos de la vida y se cuidaba de no andar inventariando los silencios de la muerte.

sábado, 22 de octubre de 2011

papeles amarillos amarillentos y sueltos



dioses con sobre dioses y semidioses, que están en construcciones propias y ajenas, que nos ordenan y nos articulan, dioses que inventamos que necesitamos inventar cada vez que nos toca explicar las cuestiones de la vida que no manejamos en las que directamente no intervenimos aunque se trate de una simple tormenta de un simple descubrimiento tecnológico un dispositivo infinitamente pequeño comparado con su capacidad de almacenamiento de imágenes sonidos, dioses sobre dioses sub dioses nosotros mismos, cada vez que llegamos a una meta relativa, elevándonos más en la entidad de la especie cada vez que logramos avanzar sobre lo que queremos sobre lo que sabemos que nunca alcanzaremos allá estamos, queriendo ser dioses de las matemáticas del cálculo infinitesimal, de los determinantes, o comprender a la diosa enjaulada a esa mujer encerrada en sí misma ensimismada atrapada entre ella y la vida que se forma adentro para ser de nuevo ir de ciclo en ciclo, o en la fatuidad de la existencia el dios de la música, dioses semidioses super dioses.