
el silencio en las palabras escritas, en un principio fui poco flexible diríamos duro, me pasaba repitiendo como si fuera la voz de un eco repitiendo conceptos y pre conceptos que escuchaba a cuanto lado iba y que no entendía o no sentía para nada, los tomaba y los llevaba como estandartes y los mostraba como adalid como abanderado de esa estupideces que repetía sin entender nada,pero curiosamente esa actitud me daba seguridad en todo aquello a lo que me lanzaba,debe haber sido por eso que la tarde en que partí para incorporarme a los altos estudios de la universidad que tampoco entendía porqué los llamaban alto como si fuera baja mi procedencia, indiferente y corajudo vi a mi madre lagrimeando y a mi novia sin que se me moviera un pelo, engreído y seguro partí a ese mi próximo destino, alcancé a ver a través de la ventanilla empañada del colectivo, con satisfacción, que entre las manos de la niña, se arrugaba un papel que ella estrujaba sin remedios, por supuesto que sabía que era el mismo papel que yo había escrito con palabras y más palabras para despedirme, desde lejos engreído verificaba que la habían penetrado posiblemente también herido profundamente que ese fue mi objetivo cuando lo escribí unos días antes, bendito y gran amor es el que tengo hacia dios maldito y gran dolor es el que siento por vos, esas palabras le habían llegado.

circos perpetuos se ciernen sobre millones de cabezas, las nuestras.
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