viernes, 28 de septiembre de 2012

hojas secas

-¿Rival? -balbuceó Iris. -¡Rival! ¡Demonios! -masculló Scott. -Tus ojos, hijo mío -susurró el padre Anthony-, son penetrantes. -La esperanza surge en el corazón de los hombres como un manantial de júbilo... y de odio mortal -concluyó Ellery, suavemente-. Hija mía, Sam Dodd la amaba...Ellery Queen

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