A la gente común le resulta más
fácil pensar en un negro en musculosa tomando mate tranquilamente en su casa un
lunes a las nueve de la mañana esperando que abran el banco para retirar su
plan trabajar por el que no le piden ninguna compensación, le resulta más fácil
eso que hacer un esfuerzo y pensar en un empresario poderoso también en
musculosa tal vez más fina, que recibe subsidios importantes a su industria
para que no se pierdan puestos de trabajo, haciendo hora mientras abren el
banco el mismo lunes a la misma nueve de la mañana mientras toma mate en su casa
y está elaborando conspiraciones en contra del mismo gobierno que le aprobó el
subsidio, a la gente común le resulta más difícil pensar que en ambos casos son
asignaciones del estado, aunque en el primero sea a una persona física y en el
segundo a una persona jurídica detrás de la cual de todas maneras hay personas
físicas, por eso la mayoría de la gente habla de los subsidios a los pobres que
se les enseña a no trabajar hacer apología de la indolencia y otras licencias,
pero nadie menciona los subsidios de los ricos, que no serán nominales pero que
son subsidios al fin. A la gente común le resulta muy difícil darse cuenta que
el negro agarra su plata y consume, comprando bienes de la canasta básica, y
que el rico le da órdenes a su contador que con la plata del subsidio compre
dólares hasta tanto ve de darle alguna asignación más rentable, o sea o sea que
saca recursos del consumo y los mete en los circuitos de especulación.
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