sábado, 14 de julio de 2012

hojas nuevas

Gustavo Adolfo Bécquer
 Hoy como ayer, mañana como hoy,
 ¡y siempre igual! 
un cielo gris, un horizonte eterno, 
¡y andar... andar!
 Moviéndose a compás,
como una estúpida máquina,
el corazón; la torpe inteligencia,
del cerebro dormía en un rincón.
 El alma, que ambiciona un paraíso,
 buscándolo sin fe; 
fatiga, sin objeto, ola que rueda ignorando por qué.

 Voz que incesante con el mismo tono canta el mismo cantar;
 gota de agua monótona que cae, y cae sin cesar.
 Así van deslizándose los días unos de otros en pos, hoy lo mismo que ayer
... y todos ellos sin goce ni dolor.
 ¡Ay! a veces me acuerdo suspirando del antiguo sufrir...
 Amargo es el dolor; pero siquiera ¡padecer es vivir!

No hay comentarios:

Publicar un comentario