domingo, 4 de noviembre de 2012

hojas impecables

Las sumas que no restan para las generaciones que vienen, por fin unas cuantas ideas como gotas en un océano donde escasean, Juan Gabriel Tokatlian, textual El desarrollo jurídico de la detención de la fragata Libertad en Ghana se ha estancado. La acción judicial interpuesta en nombre del “fondo buitre” NML Capital, subsidiaria de Elliot Management Capital, no avanza, pese a las normas internacionales que respaldan la posición de la Argentina respecto a la naturaleza no embargable de los bienes no comerciales de un país, y a la inmunidad de los buques de guerra. De allí que múltiples voces se hayan manifestado a favor de emprender las tareas políticas indispensables para asegurar la recuperación del navío. Por ejemplo, en una declaración de siete cancilleres de la democracia (Caputo, Cavallo, Rodríguez G., Vernet, Ruckauf, Bielsa y Taiana) se llamó a continuar y desplegar más gestiones “en todos los foros políticos” pertinentes. La Cancillería emprendió una serie de contactos recientes en Naciones Unidas y elevó el tono de su reclamo aunque, por el momento, tampoco esto ha modificado el panorama. Quizás se necesite una labor de bajo perfil discursivo, pero con más foco y mayor diversidad y que cubra gobiernos, instituciones, organizaciones y personas. Propongo algunas ideas. Primero, acercarse a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU para subrayar los riesgos que correrían hacia el futuro los buques de guerra de esas potencias, si progresase la tesis de la medida cautelar dictada en Ghana. Segundo, ante su alto endeudamiento y escasa recuperación económica, dialogar con Washington respecto al precedente peligroso que significa las demandas y fallos en terceros países sobre bonos impagos. Tercero, conversar con Beijing –que ha evitado que Hong Kong siga la jurisprudencia anglosajona y se aboque a casos de “fondos buitres”– para que use con discreción su palanca económica en Ghana: China se ha convertido en los últimos años en el principal socio comercial e inversionista en ese país, desplazando a Estados Unidos y Gran Bretaña. Cuarto, contactar a países europeos como Grecia (principalmente), Portugal, Italia, Irlanda y España, que pueden ser en un futuro próximo víctimas de “fondos buitres”. Quinto, dialogar con Panamá y Perú que ya han sufrido las consecuencias del comportamiento agresivo de Elliot Management Capital, y recoger las experiencias de dos países de la región afectados por ello. Sexto, recurrir a la Unión Africana –hoy bajo la presidencia de Benin– para expresar la gravedad de lo que acontecido en Ghana teniendo en cuenta que en tiempos recientes países como Angola, Camerún, Costa de Marfil, Uganda, Zambia, Etiopía, Sudán, Burkina Faso, Liberia y Congo-Brazzaville han sufrido el acoso despiadado de los “fondos buitres”. Séptimo, llevar el tema a la III Cumbre de Africa-Sudamérica a realizarse en Sipopo, Guinea Ecuatorial, del 22 al 25 de noviembre. Octavo, hacer puentes con ONGs, think-tanks y sindicatos como Oxfam, Tax Justice Network y UNI Global Union, entre otras, seriamente comprometidas en la denuncia de “fondos buitres”. Noveno, dirigirse a ghaneses prestigiosos e influyentes para explicitar la posición argentina: para el caso, es fundamental un acercamiento a Kofi Annan, quien fuera secretario general de la ONU entre 1997-2006. Décimo, aproximarse a individuos de alto perfil y críticos de los “fondos buitres”: por ejemplo, el ex Primer Ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, y la Premio Nobel de la Paz de 2011, la liberiana Ellen Johnson Sirleaf. Undécimo, comunicarse con reconocidos especialistas en el vínculo entre deuda y derechos humanos como el Experto Independiente de Naciones Unidas, Cephas Lumina, de Zambia, y el abogado de Mauritania, Devi Sookun, quien estuvo al frente del Commonwealth Secretariat Legal Debt Clinic y se manifestó frontalmente contra los “fondos buitres”, así como a legisladores estadounidenses y británicos que en el último lustro han intentado limitar o regular dichos fondos. Duodécimo, ser pacientes con el presidente de Ghana, John Dramani Mahama, y buscar voces que puedan incidir sobre él. Por un lado, el entonces vicepresidente Mahama debió asumir la presidencia en julio pasado ante el fallecimiento del presidente Atta Mils y se prepara para las nuevas elecciones de diciembre con el respaldo del Congreso Nacional Democrático, partido miembro de la Internacional Socialista. Por otro lado, y considerando la experiencia educativa y política de Mahama, podría resultar de interés indagar acerca de la eventual influencia de Rusia y Cuba sobre él. En efecto, obtuvo una maestría en psicología social en el Instituto de Ciencias Sociales de Moscú y recibió la Medalla de la Amistad de Cuba por su defensa de la revolución cubana y su crítica persistente al embargo impuesto contra la isla por Estados Unidos.En breve, la recuperación de la fragata debiera ser una prioridad: después de recobrarla habrá tiempo y necesidad de un debate aun más intenso al actual sobre cómo y por qué se llegó a esta situación lamentable. En realidad, en el caso de la fragata está en juego un interés nacional permanente. Juan Gabriel Tokatlian

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