jueves, 16 de mayo de 2013

Exageraciones máximas.


Títulos y patologías; exageración a máxima potencia.
Qué malo que es dar buenas noticias como entonces por contraposición qué bueno es dar malas noticias, alguna vez las cosas no salen como se espera y por una vez se contradice esa frase popular que concluye que por acá un precio “nunca baja” ahora está bajando el precio de “blue” aunque no aparezcan titulares como cuando sube, cuánto adorno cuánta parafernalia hay que agregarle a las palabras comunes para que nadie se alegre especialmente esos giles que leen los diarios o escuchan la radio o ven la televisión todas las mañanas a primera hora y viven de sus trabajos de ingresos fijos que andan peleando mientras sus representantes andan papando moscas, andarán pensando los que dan noticias acostumbrados por estas playas a las malas, especialmente, a las que recuerdan que uno es una piltrafa comparado con ellos que se las saben todas, tipos exitosos y prolijos que ni siquiera pueden se sospechados, tildados con fueros inventados como ese tipo del noticiero que hizo todo un lío porque le cayeron unos sabuesos de la AFIP, que malo que es dar buenas noticias en una aldea que no existe en las consideraciones globales entretenida su gente como anda en cuestiones no menores como por ejemplo que los pobres sean más y más pobres aún y que los acaudalados inventados que hay sin excepciones todos prendidos a esa gran teta del estado hagan y pasen de distraídos, y como inmaculadas almas caritativas sigan timbrando y buscando chivos expiatorios como ese que tienen ahora del sur de allá de donde son los pingüino para hacer mucho ruido para mostrar pocas nueces, que mal les hace dar buenas noticias a los que informan aunque a lo mejor quienes las dan las sienten como malas noticias en esta aldea de colonizados que tenemos donde es más importante que el dólar suba o baje que las horas de clase que se pierden por la indolencia de los maestros.

Disciplinar al paralelo Se desploma el precio del blue por avanzada del Gobierno en la City (Cronista, 15 de mayo de 2013)


Maius plenam potestatem.

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