viernes, 19 de julio de 2013

Taras y tarados, insuflados.


Taras de soberbios sabelotodo, la tara es tener conclusiones conclusivas sobre todo valga la redundancia, opinar desde cómo se termina óptimamente un bife de chorizo a la plancha y cuestionar la perfección de la formulación einstentiana de la materia mientras aceleramos el consumo del cual después no quejamos a través de nuestros impresentables comunicadores, opinar de vaca muerta como si fuéramos expertos que ahora nos damos cuenta que podemos hablar de lo que antes no hablamos hasta opinar sobre un gobierno al que no se le perdona una mientras vamos perdonando con el silencio a los que no nos perdonan aumentando los precios de las cosas que comemos, los tarado vamos sacándonos fotos para las portadas de las revistas del corazón de las revistas de la prensa amarilla, hinchados de glorias que no se tienen confundidos tardando siglos para entender que así como cantamos aleluyas por la bandera y la escarapela es necesario defender cantando tal vez gritando para que entiendan los que no entienden, que el símbolo más tangible de la soberanía es la moneda nacional, la misma moneda que destrozamos especulando con el dólar que además sabelotodo decimos que es para ahorro cuando todos sabemos que lo compramos con los mismo pesos con los que deberíamos haber comprado la polenta.





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