Tarados lo borrachos por finos
que sean, tarados y borrachos los que escriben, tarados y borrachos los que
leemos, la referencia es inevitable y es clara, página veintidós del diario
perfil de domingo catorce de julio del año dos mil trece solamente el primer
párrafo, apología del delito incitación a la evasión agravada por los montos
que es fácil imaginar son bastantes suculentos, broma, es una forma de exagerar
la tara de informar opinando de informar cargando de subjetividades algunas
noticias cotidianas, gratuitamente, como para caer con todo el pesos de lo
inmanente a un lector desprevenido un domingo de descanso, son unos hijos de
puta, como para que el lector no descanse y verifique los lejos que están estos
patrones de estancia de uno mismo que, con los presupuestos reducidos como se
tienen, está con el mono tributo al día y unos poco seguros como para la
cobertura de las cuestiones mínimas que en ausencias le pueden saltar a la
familia, noticias trabajadas por tarados asalariados de poca monta que por unos
cuantos morlacos escriben lo que les dictan, peores delincuentes que los que
ellos publicitan están ocultos en ciudad oculta, peores delincuentes porque de
tener mucha plata se niegan a estar en regla, peor que los narcos y los piratas
del asfalto, porque estos tarados pasan de señores de las noticias además de
los que las escriben en las calles y en las iglesias influyen en gobiernos y,
encima, como es la noticia planean en conjunto – parece que por alguna medición
determinaron que entre los cuarenta y un millones que somos estos son algo así
como de mil quinientos algo así como el 0.004% que obviamente concentrarán más
del veinte por ciento de nuestro golpeado PBI – el chequeo de los paraísos
fiscales de los que quedan en el mundo globalizado mientras degustan vinitos
cosecha mil novecientos sesenta de esas épocas en que esta aldea no era tan
impresentable.
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