En la aldea antes de la aparición
de las burbujas inmobiliarias todas las viviendas se hicieron como viviendas
sociales, es decir se financiaron con fondos públicos o más estrictamente con fondos
sociales, con el bienestar, la inflación y la corrupción, que en muchas
ocasiones licuaba esos pasivos bancarios de la gente, esa misma gente empezó a
especular con esas viviendas sociales que conseguía a bajo costo como elemento
de generación de rentas, y por la “viveza criolla” que es para el
psicoanálisis, se fueron introduciendo otros elementos distorsivos, entonces
sucede que en la actualidad uno puede encontrar casos de propietarios de diez
viviendas sociales conseguidas fraudulentamente que son personas físicas de
carne y hueso viviendo de las rentas de esas diez viviendas sociales y personas
que en toda su vida no consiguen una vivienda, y además nadie hace nada en
cuanto a reglamentar u ordenar estas distorsiones que luego se ocultan en las
estadísticas particulares como déficit habitacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario