domingo, 23 de noviembre de 2014

Enseñando economía a los que no saben nada de economía.


Es fácil ser generosos con la plata del otro, especialmente si esa plata es del propio sujeto al que se le está dando la dádiva la propina, magias en la aldea, los empresarios locales siempre estuvieron en mejorar el bienestar de la población de sus empresas pero sin excepciones con capital social, es decir financiando sus iniciativas de viviendas, hospitales, escuelas, con recursos del estado que es lo mismo que decir con plata de la propia gente, y muy picarescamente confundieron como sin quererlo a esto con la responsabilidad social empresaria que no es ni por cerca esta dinámica de hacerse el bondadoso y el magnánimo con el patrimonio de todos, que no es repartir lo que seobra mientras se acumula, una responsabilidad social empresaria que no termina de comprenderse en sus naturaleza pero que no es precisamente ni una dádiva ni una limosna, sino un conjunto de involucramientos permanentes de las empresas con el medio adonde se desenvuelve, como una forma de compensar lo que se llevan de más por ser los gerenciadores momentáneos de la renta productiva, aduciendo la viveza criolla nuestros empresarios ricos de empresas pobres o empobrecidas, gastan en contadores escribanos y jueces para explicar que están encaminados en estas direcciones cuando la misma cantidad de recursos volcados a una iniciativa comunitaria rendiría mucho más que dárselos a burócratas que inventan y violan las leyes según los niveles de sus remuneraciones.




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