Los arbolitos que hacen de oferta
ilegal y trucha de divisas en una city que también es trucha y reducida, aunque
sean rubios y de ojos celestes, son unos negros de mierda, ya se sabe que
negros de espíritu, que no se dan cuenta que con esa actitud por la que cobran
limosnas miserables, trabajando para testaferros que nunca dan la cara,
destruyen la economía propia, la economía de sus propios familiares de sus
entornos, son unos negros de mierda que creen entenderla y que lo único que
aprenden bien son las instrucciones de gritar cambio y cambio en las esquinas
de Lavalle y Florida o zonas aledañas, enviados por escribanos contadores y
abogados que paquetísimos toman cortados en bares donde los negros no pueden ni
mirarlos, los mismos negros que les hacen de siervos para distorsionar el valor
de la moneda nacional, porque con lo que hacen sacan del circuito divisas que
necesita el gobierno para arreglar cuentas externas que incluso no son propias
porque las constituyen exportadores e importadores, sacan divisas que deberían
circular en los circuitos normales.
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