Por acá donde estamos abundan los
perejiles que con unos pocos ahorros compran unos pocos dólares y ya se creen unos campeones que
pueden opinar ante los mismísimos ministros de economía, gesticulan discursean
y dan consejos por las dudas, dicen cavilosos, por adentro les correrá la
procesión compro a ocho a los boludos del gobiernos vendo a quince a los
campeones del campo, hasta que llegan los días de apuros y entonces les dicen a
sus mujeres que van a sacar un poco de esos dólares para llegar a fin de mes o
pagarle al plomero contratado de apuro, perejiles con alma de próceres que
creen que con eso tocaron el cielo con las manos, igual que los que compran
acciones, títulos del estado a escala menor, son más altos los costos sociales
que originan que los beneficios sociales, si no fuera por estas consecuencias
serían inofensivos y podrían pasar tranquilamente en las borracheras de los
viernes de solteros.
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