jueves, 4 de diciembre de 2014

Enseñando economía a los que no saben nada de economía.



Aunque se disimule muy bien todo el asunto de las mezquindades y lo del interés personal, caracteriza la naturaleza humana y le imprime en los contextos actuales dramatismos extremos como la marginación y el hambre simultáneamente a la acumulación exagerada de unos pocos y a la indiferencia consensuada de unos muchos -. Autoridades, organismos, etc. – que podrían hacer algo por el famoso tema de la desigualdad y la acumulación, aunque se disimule muy bien en los niveles personales la predisposición a desconocer los límites de una racionalidad que nunca existió, el asunto de la codicia de la voracidad determina la formación de expectativas y de comportamientos de mercado que distorsionan los sistemas de precio y de producción y de intercambio de bienes servicios recursos desde posiciones particulares que aprovechando importantes brechas institucionales no interrumpen las destrucción de patrimonio social para proceder a la construcción fraudulenta de patrimonio privado que, circularmente, retroalimenta estas concepciones del mérito personal por encima del mérito comunitario.

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