De alta, de baja, nuevamente de
alta, nuevamente de baja, los consumidores lejos de ser soberanos en los
mercados, quedan en realidad abrochados por lo que algunos con encantamiento
llaman fuerzas de mercados pero que no son más que corporaciones de vivos y usureros confirmando que prefieren antes
que consumidores soberanos a consumidores subordinados a sus campañas llamadas
de márquetin para pagar bonos anuales extraordinarios a una serie de idiotas
que están todo el día pensando en cómo capturar incauto o hacer idiotas a los
que no lo son, de alta de baja, hay que ver lo diligente que son las compañías
de bienes y servicios de consumo masivo para producir la altas en tarjetas de
créditos en seguros y otros productos, hay que ver cómo se ralentizan esas
diligencias cuando desesperados consumidores tapados de cuenta piden sus bajas,
que alguna vez, tal vez demasiado tarde para la integridad de sus patrimonios,
terminan comprendiendo que el “sistema” que es la suma de vivos e idiotas, hace
que los vivos sumen idiotas que es preferible tenerlos atrapados como deudores
que como clientes realmente sanos que puedan disfrutar al menos por tiempos
intermitentes las sensaciones de ser acreedores, el sistema tiene beneficios de
oportunidad mucho más voluminosos con los deudores morosos que con los
cristianos que se desviven y pagan sus compromisos puntualmente, aunque sus
discursos contengan relatos en la inversa.
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