Son tan estúpidos o tan vivos muy
bien remunerados que insisten con el dólar a veinte pesos y la inflación al
cuarenta por ciento anual y desean fervientemente que todo explote por el aire,
que la economía haga un colapso porque generalmente es gente que no ha sufrido
ningunos de los colapsos anteriores, como las hiperinflaciones, las
confiscaciones espantosas de patrimonios del corralito del corralón, las recesiones,
la desocupación, al contrario se trata de gente que en forma persistente estos
colapsos les representan negocios suculentos, a lo que todavía no se acostumbra
es que cuando hay voluntad después de la actitud política de torcer los
acontecimientos, poder y posiciones rigurosas se zafa por medio de las
políticas públicas, es que están tan enceguecidos que a los negros les vaya mal
como siempre y hasta hace diez años les fue, que no les cabe otra alternativa
para interpretar la macroeconomía nacional, no tienen idea de las presupuestaciones
y de tomar decisiones que seguramente implican riesgos como aumentar el gasto
público o la emisión monetaria que, mientras otros objetivos se tengan claros
como la inclusión con movilidad social ascendente, son en realidad instrumentos
más virtuosos que viciosos.
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