Cuando las excepciones terminan siendo la regla cuando la regla son las excepciones, cuanto hay más excepciones a las
reglas que pasan por las reglas en un sistema y menos reglas a las excepciones que
pasan por excepciones en un sistema es que el sistema no funciona o funciona
para el orto cómo funcionan las cosas en la aldea y en otras aldeas con más
malas costumbres o parecidas, es que semejante enhebrado de malas y deficientes
disposiciones significa ni más ni menos las calidades institucionales de
cumplimento de las restricciones que en cualquier cultura occidental y
cristiana se acuerdan para no vivir como perros o gatos o como primates a los
palos, que es justo un poco la pintura de lo que somos insubordinados en todo
desde el cumplimiento de las reglas más sencillas de convivencia que permiten
un discurre más provechoso y menos estresado, a las reglas más complejas que
presuntamente se escriben para las correcciones fuertes a las fuertes equivocaciones,
los ejemplos desbordan nuestras memorias si nos proponemos estructurales, pero
entre los comunes están las condiciones para ingresar en determinados niveles
de gerencias que para los mortales comunes son de accesos supe restringidos
pero si el mortal común es una mina de esas que lo rompen todo se gana el
puesto de una por los menos hasta el momento que afloja para el telo con quien
tiene el visto bueno y si el mortal común es un pariente en el ejercicio
continuado que hacemos del nocivo nepotismo que nos embarga a todos los que
somos aletargados en esta aldea de mierda, también tiene el puesto, son filtros, como todos los acomodados de este mundo.
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