En enero de 2000 el Ministro de
Economía José Luis Machinea, renegoció la política de subsidios y el aumento de
tarifas programados en aquellos decretos de Carlos Menem. Los ferrocarriles
para un país con la extensión territorial de la argentina, son un medio de
comunicación estratégico, clave para el desarrollo de las economías regionales,
y también es el medio de transporte de pasajeros más económico para unir
grandes distancias. Lo que nunca quiso tener en cuenta el modelo privatizador
que Menem y Cavallo encabezaron en nuestro país, fue el costo social que
generaban sus medidas económicas. Las empresas en manos del estado no se miden
simplemente por el éxito económico, sino por el resultado social que obtienen.
En sus balances contables anuales los ferrocarriles estatales franceses,
españoles o italianos dan perdidas. Pero, en su balance social ofrecen grandes
ganancias con un servicio que garantiza seguridad, rapidez y no contaminación.
Aquellos ferrocarriles argentinos en manos del estado, aunque con un servicio
deficiente y con pérdidas económicas como los actuales, al menos mantenían
ocupados a 60 mil personas más, además de ayudar a las economías regionales...
La privatización de las redes ferroviarias en la Argentina, con las
características que se realizó, no tiene demasiados antecedentes mundiales. En
Inglaterra, tras la impronta del gobierno de Margaret Tatcher, el servicio fue
concesionado. Hoy es blanco de duras críticas. Graves accidentes ocurridos,
como el choque frontal de dos formaciones en la estación central londinense de
Paddingthon en octubre de 1999, que provocó más de cien muertes, han colocado
al servicio de trenes ingleses como uno de los peores en Europa. Lejos de
pensar en tener formaciones de alta velocidad, los habitantes de Buenos Aires
esperan, además del maquillaje en algunas estaciones, mayor nivel de seguridad
en los trenes. El promedio de accidentes no ha descendido. Hay cruces
ferroviarios denominados puntos negros en Buenos Aires, así considerados por
tener más de tres accidentes con víctimas fatales en un año. Por ejemplo, la
intersección de la calle Brasil y las vías del ex - Ferrocarril Roca en
Florencio Varela o el cruce del ferrocarril en las estaciones Spegazzini y
Ezeiza. Son cruces donde hay accidentes que serían evitables sin hay un mínimo
de inversión. Barreras que funcionen bien en lugar de señal fonoluminosa. Hubo
accidentes que pueden quedar registrados en el libro guines. El 5 de mayo de
1999 un convoy del ferrocarril Urquiza, que administra Metrovías, cruzo cinco
estaciones sin parar porque no tenía maquinista. La formación finalmente pudo
ser detenida por un pasajero evitando una tragedia. En diciembre del año 2003
el Gobierno nacional prorrogó por un año más el pago de subsidios que el estado
desembolsa para las concesionarias de trenes y subtes del área metropolitana.
Durante todo el 2004 están cobrando 212 millones de pesos en concepto de
compensación tarifaria, unos 600 mil pesos diarios. Se prorrogó a pesar que la
Auditoria General de la Nación denunció incumplimientos contractuales por parte
las empresas. A cinco meses de aquella renovación del acuerdo, en mayo del
2003, el gobierno puso un límite a la incapacidad empresaria de los
concesionarios. El actual Secretario de Transporte Ricardo Jaime fue el
encargado de anunciar el cese de una concesión y explico los subsidios que
recibe... De aquellos ferrocarriles que abrieron el camino para que miles de
personas dieran a luz nuevos pueblos, de aquellos ferrocarriles que
simbolizaron la época de nacionalizar para crear conciencia de industria local,
a estos que hoy circunscriben al negocio en los subsidios para sostener el
servicio en áreas metropolitanas, hay dos modelos de país. Los ferrocarriles no
son más que un espejo de lo que argentina viene generando en sus últimos cien
años, fueron y son parte de una lucha por diseñar la arquitectura definitiva de
esta región del cono sur.
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