sábado, 19 de noviembre de 2011

páginas amarillas y verdes






en algún tiempo a Palmitas y a Don Enrique bajaban los coyas con las manos enjanadas después de la cosecha a descansar en esos lotes, más que descansar a mamarse para dormir unas horas y estar firmes al otro día para avanzar un par de hectáreas, larga la zafra larga como sus angustias y penas








a puro machete surco por surco y por toneladas cosechada pesada de menos por los capataces infelices se repitió la jornada año por año, ellos borrachos las mujeres avanzadas y embarazadas niños por todos lados después de los lotes fundaron Villa Frutilla, no hay prole o hijos que manden plata desde Tarija donde el fruto de trabajo en las finquitas rinde sus frutos, no hay sindicato que defienda a los peones con el argumento que se trata de extranjeros aunque hay algunos del chaco y de santiago, hombres sin pasado son viven sin acordarse porque viven en pedo hombres sin futuro son otros se los compran y ellos no lo saben





compran los que le ponen precio a todo y valor solamente a lo propio, esos señores que no le cuentan a los curas en los confesionarios sus pecados peores simplemente porque están convencidos que no son pecados, tienen palabras alternativas a esa palabra como "ganancia" "mentira piadosa" "herencias"











pero no todo es negro o no toda la historia tiene el color de la sangre o el color amarillo de los mocos del resfrío que no se cura por falta de presupuesto, o el color del luto por los que pasan a la historia sin nombres para que otros señores circunvalen el mundo varias veces














los pobres son una estadística discutida y resistida
¿adónde están?
los ricos agradecidos de lo que ellos llaman la naturaleza que los dotó
¿adónde van?



















hay asuntos que los hombres explicamos una y otra vez y a esas explicaciones cuanto más sofisticadas se hacen las llamamos arte o ciencia
























hay asuntos que los hombres nos olvidamos de explicar porque consideramos que son irreversibles, como la pobreza extrema, entonces miramos para otro lado, educamos mal, cobramos para educar, el arancel asegura hombres formados para lo que deben ser, los pobres pobres y los ricos más ricos.





















todos indicamos prescripciones, muy pocos las cumplimos










¿cómo haremos para que los que todo el tiempo creyeron que fueron ricos se den cuenta que son igualmente pobres?






todos andamos diciendo lo que tienen que ser muy pocos somos







no es bueno entregar la libertad así el precio parezca baratija



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