
alguna vez fui un tigre de tres o cuatro tigres que soñamos con un mundo diferente sin saber que el mismo mundo que vivimos marcaría diferencias entre nosotros, tigres para todos, tigres contra todos, como el monigote con esa forma que los muchachos llevaron y seguirán llevando a la cancha los domingos para pelear con los otros

quise escribir palabras hermosas que pudieran describir las historias vividas de seres parecidos o diferentes pero bellos igual que yo pasando por este viaje en un solo sentido, nunca pude hacerlo para ganar lectores,

¿quería ganar lectores o contar mis historias?, tal vez era solamente contarlas, pero el no tenerlo claro me confundió los términos y quise ser profeta en un desierto sin profetas, eso fueron los que vinieron por cosas más importantes que hablar de la vida de tipos comunes

recordar que la sociedad sirio libanesa era el lugar donde todos los días a las siesta se juntaban los turcos del pueblo a timbear y a jugar fuerte y el centro recreativo para los capos de la empresa todos de la capi, y la sede del sindicato para los obreros aunque después de unos tragos se mezclaran todos y se cruzaran las calles de las sedes sociales

vamos a ver como es el reino del revés dijo la Walsh

y aunque no supe plasmarlo en líneas hermosas en frases impactantes en cuentos e historias bien contadas allí estuvimos en ese mismo reino dando y temando con nuestras propias veleidades y miserias

como los otros, como cualquiera, incluso como aquellos que dicen que son diferentes pero que lo único diferente que tienen es que no lo andan divulgando,

quisiera haber podido hacerlo

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