Queremos no serlo incluso en las
normalidades ni siquiera queremos parecerlo, queremos ser distintos mostrar que
somos lo opuesto pero el mundo está sembrado de ejemplos confirmando que los
somos, mezquinos, ambiciosos oscuros negadores de las libertades de los otros
desde allá desde esos días cuando anduvimos en manadas, golpe a golpe palo a
palo, insaciables en los peores sentidos de estas palabras aunque
semánticamente le busquemos adornos diferentes, en palabras solamente palabras
para ajustar empeorar o mejorar le denominación de esos bajos instintos que
indican que lo que hay por ahí es sólo para nosotros, finitos y caprichosos,, un
poco de cada cosa para hablar un rato de la etimología de esta palabra tan
descriptiva del ciudadano intermedio en estructuras sociales residuales donde
las apariencias son más importantes que las esencias la careta es más
importante que la cara, teniendo buenas ondas en avariciosos y teniendo malas
ondas en avarientos, en la sociedad de consumo de la aldea nadie se hace cargo
de recoger los residuales de la pobreza extrema, avariciosos y avarientos.
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