Los keynesianos le dieron letra a
los cipayos de las economías diferentes, convertidos travestidos en periodistas
académicos profesores investigadores, para preparar el discurso para la gilada
para las distintas giladas compuestas en su mayoría por las clases medias,
sobre qué sectores financian a qué sectores en las economías y los cuidados que
hay que tener con estas cuestiones no vaya a ser cosa que los negros tengan un
poco más de lo que los blancos consideran que deben tener los negros para soñar
que serán blancos como ellos sin serlo jamás, lo que omiten sistemáticamente de
aclarar es que las financiaciones por intrincadas que parezcan o las quieran
hacer aparecer los que están interesados en que parezcan lo que no son, no son
absolutas sino relativas y que tienen principios y finales y vivos y víctimas y
avivados y perjudicados, y que si en estas satrapeadas encima está ausente el
estado que todas esas diferencias se potencian, los pobres se asientan en las
urbes de los ricos en terrenos que en las contabilidades aparecerían como
activos de alto vuelo porque calzan sus casas con valor contable cero en sus
villas miserias en el corazón de las urbes, los ricos se asientan en las
orillas suburbios de los pobres en terrenos que en las contabilidades
aparecerían como activos de bajo vuelo porque calzan sus casas con valor
contable infinito en los barrios cerrados en la periferia de las urbes, es una
tautología afirmar que en las economías siempre hay quienes financian y quienes
están siendo financiados lo que no es una tautología es hacer más deudores a
los deudores y más acreedores a los acreedores.
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