Las soluciones a una congestión
en el corto plazo más que menos veces son más congestiones en el mediano y en
el largo plazos, lo que conduce al silogismo que los problemas de congestión no
son la congestión sino otros inconvenientes, probablemente complementarios
probablemente suplementarios, que son intermedios y que no se ven porque
estamos mirando los efectos antes que las causas, lo irrelevante sobre los
relevante, porque estamos mirando lo secundario antes que lo primordial, y es
lo que nos pasa en varios de los aspectos que hacen a las unidades de la vida
cotidiana en la aldea, por caso la desesperación de muchos compatriotas para que
el dólar pase de 6 a 10 o a 12 pesos, por caso la desesperación de muchos
compatriotas medio pelo que mientras cantan el himno y lloran y se mean con una
camiseta de la selección con el número diez estampado en sus manos, se cagan en
la moneda nacional con sus putas especulaciones, son tan necios que no se
quieren dar cuenta que resignando la moneda también se resignan retazos de
patriotismo, o de patrioterismo que es lo común en la aldea.
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