Desmitificando, las crisis.

Se rompieron los estándares, algunos de los patrones con los que los opinadores nuestros de cada día de esos que se sufren en cada momento desde unas líneas en un periódico desde una pantalla de televisión de donde fuera aunque se hagan esfuerzos supremos para evitarlos, se rompieron varias tipologías varios de los esquemas que cotidianamente los jefes los mandan a diseñar y armar para que nos recuerden desde allí de donde están, que somos las peores ratas del mundo que decir del planeta que decir del universo que decir de la galaxia mediocres condenados a reencarnaciones mediocres en medio de otros mediocres que hablan de libertades de expresión  y de prensa que son los primeros en no respetar aunque repitan incansablemente que son los primeros que las defienden, ratas tan asquerosas que no merecemos ni las mínimas consideraciones de novedades no digamos alentadoras pum para arriba sino al menos neutras, y que entonces nos vienen como anillo al dedo la prensa amarilla pero de la amarilla más ordinaria con asesinatos y procelosas investigaciones ficticias que pasan a la historia en los mismos momentos en que las divulgan, o esas crónicas que les sirven para horas y cientos de miles de renglones escritos de detalles de alcoba a los aburridos millonarios inventados por el rentable deporte del futbol, se rompieron los estándares de ellos o al menos por unas horas, los resultados de esto maravilloso que llaman findes de semanas largos, es que rompe inercias al menos unas horas los se llevan a esos vociferadores lejos de donde quedamos los que no contamos con medios como para pasar los finde largos donde van todos, por ahora andan en la playa que explotó como seguramente explotará el verano con esa masa de mediocres que el martes con esos informadores volverán para recordarnos que estamos atravesando lo peor de una crisis económica.