domingo, 26 de enero de 2014

Desmitificaciones; impostaciones.



La misma lógica alterada de la ley de Say según la cual toda oferta determina su propia demanda es la que parecen utilizar los que se oponen porque hay que oponerse y porque así se es funcional a los patroncitos de la estancia instalada en la aldea, como esos que aparecieron como imponiendo al gobierno  a reconocer la inflación, ¿qué es esto?, ¿órdenes?, ¿prepotencias?, ¿mandamientos?, quiénes son estos quiénes terminan siendo que no hacen nada de lo que deberían hacer y contrariamente hacen mucho de lo que no deberían hacer como exacerbar expectativas económicas de los ciudadanos comunes, ¿qué es esto?, se podría replicar la frase que te devuelven los sistemas operativos cuando quikleaste algo que no es entendible a los algoritmos lógicos, un grupo de impresentables para la historia de la aldea ordenando que el gobierno reconozca la inflación, ¿cuál inflación?, ¿la que calculan los impresentables que arman la medición que identifican como del congreso?, ¿la que calculan en el INDEC?, estos impresentables tendrán su propia oferta armada de disconformes que no llegaron con sus ahorros a la costa atlántica que de todas maneras explotó como el verano o se les cierran los círculos de especulaciones con activos externos e internos, pero que se olviden de la demanda que tendrán de sus arranques de prepotencia, porque vistos a las distancia y con edad de baby boom queda como siempre en la ingravidez de las pompas de jabón la pregunta de los barullos que arman, de los resultados que esperan de sus barullos, ¿bregan por interrupciones de los tramos constitucionales de la vida de los ciudadanos comunes?, si es así son impresentables en serio.

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