La misma lógica evangelista o
lógica evangélica de Juan tomada de Juan el Bautista según la cual antes de mí
está el que estuvo, o potenciando y proyectando que antes del que estuvo está
el que Es, que se puede tranquilamente transpolar a antes de lo mío lo que es
para el otro, podría aplicarse para interpretar y ajustar las consideraciones
de la cooperación en una aldea donde por lo general esto de la solidaridad se escinde de las
cuestiones éticas, el pobre es pobre por indolente y el rico es rico porque
está dotado de cualidades determinadas aunque sean invisibles, así es fácil y
es fácil desentenderse con argumentos tan frágiles, con nadie que se haga cargo
de las responsabilidad que nos cabe como sociedad en los límites de la
cooperación para equilibrar expectativas y satisfacciones, de anteponer las
necesidades básicas de los demás a las necesidades derivadas propias, por una
vez hasta que el ciclo vuelva a los tramos del auge, un auge que conviene a
todos, en cambio y en medio de falsas controversias que nos imponen por los
medios de comunicación, ahí vamos los de medio pelo en la aldea empeñados en
defender a los que nunca no defienden y en no defender a los que siempre nos
defienden, o sino que lo digan quienes habiendo pertenecido a la ceremoniosa y
movible clase media cuando fue el 2001 no fue recibido con naturalidad en las
ferias del trueque y tachado del puesto de trabajo pulverizado entonces por quienes
pertenecen a las clases poderosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario