La misma lógica paretiana de
equilibrio de equilibrios, de equilibrios parciales que suman a equilibrios
generales tan acabadamente interpretada por Edgeworth, ese espacio virtual
donde las tasas marginales de sustitución en el consumo donde las tasas
marginales de sustitución técnica donde las tasas de precios relativos son todas
iguales, perfectas coincidencias de tangentes entre las curvas de indiferencias
las isocuantas los isocostes, donde el óptimo del consumidor es igual al óptimo
del productor, corregida, es la que insisten en aplicar nuestras luminarias
ensombrecidas que además ensombrecen, eso sí a menos cantidad de giles cada
día, apostando al desaliento a los equilibrios inestables, desequilibrios de
equilibrios o equilibrios desequilibrados, parecen ser sus paradigmas de
plañideras de tiempo completo incluido presuntos académicos y entendidos,
apostando a esas raras mezclas entre lo legal y lo ilegal de sus expectativas y
de sus comunicaciones, hoy salieron con titulares y editoriales de toda
naturaleza a ver si pueden desmontar, una vez más, en la hoguera de sus contradicciones,
sus propias contradicciones por las que quedan entrampados en sus propias cizañas,
en sus mismas ponzoñas.
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