Taras y tarados.

Los tarados que reclaman derechos universales para aplicaciones personales o para aplicaciones parciales, los que se acuerdan de los derechos universales solamente durante los tiempos cuando les conviene o en las circunstancias en las que les convienen, no son mucho más que mamarrachos aunque aparezcan con fachadas remozadas con títulos de grados y de post grado, seguidores en estos casos de la tara de referenciar en otros los errores y las decisiones equivocadas y en auto arrogarse los aciertos y las decisiones apropiadas, la tara de reiterar negaciones de la verdad revelada aunque nunca aceptada porque la verdad compromete y en la aldea no se compromete nadie ni altos ni bajos ni ricos ni pobres es el statu quo vigente donde todos están conformes con los roles que les tocaron, formas imperfectas de cooperaciones que se reflejan en mercados imperfectos que siempre continuarán siendo más imperfectos que perfectos porque esto es el producto y no otra cosa, mezquinos son esos tarados que escriben códigos y crean cortes supremas que les dan las razones a los que las tienen a priori, así no tiene ninguna gracia, para ellos la ausencia de verdad y la ausencia de reconciliaciones son las bases inevitables de un orden bien como lo quieren cerrado en serio donde nadie se salga de sus lugares.