Taras y tarados.

Origen y destino, los tarados sin destino ahora se ocupan de la dignidad de los pueblos de origen, que hace rato que están instalados por estas aldeas, parece que, después de todo, después de más tres centurias ahora los tarados del medio pelo se comienzan a acordar que ellos existieron, antes de las revoluciones que no fueron revoluciones antes que vinieran Garay y los tuberculosos y sifilíticos que vinieron en sus tripulaciones, antes de Moreno o de Belgrano al que andan por hacer un ecologista además de maestro economista médico y general y todas las demás asignaciones que le dan al pobre desde el instituto belgraniano, ni cuatro vida le hubieran alcanzado para tantas boludeces que le asignan, ahora los tarados sin destino se acuerdan de los pueblos de origen, de esos dorados que la Roca especialmente liquidó por cerca de treinta años en eso que los historiadores paquetes llaman la campaña del desierto y que fue nada más ni nada menos crímenes masivos para quitarles las tierras escrituradas después por notarios y amanuenses corruptos, origen y destino, los tarados sin destino ahora se ocupan de la dignidad de los pueblos de origen, confirmación de sus inveteradas impotencias para comunicarse ahora triangulan con el vaticano, allá descubrieron que tienen el palo donde se rascan ellos mismos lo determinaron, que un santo lo liberará de sus infiernos, viajan a Roma para repicar después mensajes en grandes titulares de sus diarios, ellos hacen sus contabilidades con los caciques de los pueblos diezmados, origen y destino, los tarados sin destino ahora se ocupan de la dignidad de los pueblos de origen, y, aunque sea indirectamente ensayan sus artilugios destituyentes, hace rato que vienen cansados de los civiles que gobiernan, son tan tarados que por un tiempo creen que les va mejor con gobiernos de facto.