Es más redituable inspirar lástima que respeto por la competitividad, victimizarse, inventar enviones
heroicos, potenciar asonadas de candidatos valientes que por el bien de todos
nosotros enfrentan enemigos en odiseas épicas que los redimen definitivamente
para que los convirtamos en reyes monarcas patroncitos de nuestras estancias en
la aldea que las hay por todos lados construidas por los vivos que viven de la
sangre y el sudor de los tontos muertos y resucitados periódicamente en ciclos
que repetimos sin arreglo, coincidiendo con el inicio de lo que seguramente
serán días de ascos y arcadas en lo que será la campaña hasta octubre, el
potencial jefe del Olimpo que viene por la gracia de los dueños de la república
que se juntaron a arreglar este circo con el que contamos desde mayo de mil
ochocientos diez en la estancia de los tres soles ocurrente nombre para
describir los espíritus de los que se apropian exageradamente de todo el dinero
los activos o el capital social de todos convirtiéndolos en propiedad privada
con notarios y contadores contratados en forma espuria, acaparadores hasta de
los soles disponibles, ese candidato en una clara estrategia provocadora más
que provocativa haciendo campaña en el distrito más identificado con su contra,
metido ahí para tener la noticia al otro día en los titulares de los repetidos
y aburridos medio contreras, que un par de negros borrachines se agarraron a
los palos y a las trompadas para arreglar las cuestiones de la patria, justo en
ese lugar de los patios traseros de las fincas fastuosas donde según lo que
dicen arreglan nuestros destinos.
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