Las ausencias de argumentos de
peso de substancia de sustancia de esencia antes de lo accesorio vacían los
argumentos los hacen insostenibles y en todo caso tienen la particularidad de
mostrar algún impacto sobre un vulgo que cuantitativamente es cada vez más,
progresivamente, menos, los relatos se vuelven insustanciales aunque los
soportes sean triviales, esos soportes que se construyen con falsas antinomias,
no es ,más relevante la opinión porque se estudió en la uba o se hizo un post
grados en Oxford para creer que las opiniones que se lanzan al ruedo son
vinculantes que por eso se influye sobre un electorado que en todo caso se
subestima, ante la ausencia de dominios los relatos inexorablemente ganan en
cantidades pero pierden en calidades en los escenarios de las políticas que se
trazan los que anden interesados en hacerlo, un ejemplo es el de estos días con
las famosas calzas de ella, como si eso fuera una información relevante que la
hace distinta o nos hace distintos, una estupidez que se mona como parte de una
polémica nacional que lejos está de los niveles de eficiencias, qué tendrá que
ver si una mina que ha guardado su luto que se desenvuelve con prudencia aún
pudiendo hacerlo diferente por la investidura se calce una calzas que además le calzan aunque no les
calce a los estúpidos a los estupidizados de esta notable aldea.
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