Una cosa es afanar sin bañarse
previamente y otra afanar con guantes blancos, una cosa es afanar y que se note
y otra muy distinta afanar sin que se note, los señores barrigones que en las
tardes se juntan a libaciones sociales en las vinerías de los centros de las
ciudades más congestionadas y a fumar habanos que sus lacayos traen
directamente de ese país comunista que ni nombran se quejan de los mal que
roban los negros que se nos hacen cada vez más vagos por esos planes trabajar o
cómo se llamen que da el gobierno y que vienen haciendo ya como tres
generaciones de vagos que nacen en la aldea del señor, los señores barrigones
de espolvorean sus somnolencia de abstinencias de siestas en salones mientras
mandan a otros negros a jugar con el dólar paralelo en las peatonales mientras
le echan la culpa a los gobiernos por lo mal que anda todo, los mismos señores
barrigones que son dueños de periódicos y de bancos y de fábricas y de compañías
de seguro, son los que no pagan como deben sus impuestos y se jactan en sus
reuniones secretas de que para eso tienen serviles contadores abogados y
escribanos que los ayudan en sus tramas fraudulentas y flatulentas, esos mismos
señores son los que en sus campos y manufacturas tienen obreros en negro en
trabajos informales pagando por mucho más bajo de lo que deben a esos mismos
que ellos acusan de vagos.
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