Mayo 2011; DESIERTO Y SELVAS. LAS
POCAS LOCOMOTORAS DEL BELGRANO CARGAS ATRAVIESAN ZONAS QUE SE BENEFICIARON POR
LA NUEVA FRONTERA AGROPECUARIA Y LA MINERÍA. Las expectativas que generó el
reciente anuncio del gobierno nacional sobre las inversiones previstas para
mejorar y extender el servicio del Ferrocarril Belgrano Cargas se justifican
plenamente en el papel clave que juega este medio para las provincias del NOA.
Se estima que el costo del transporte para estas provincias asciende, como
mínimo, a un 16% respecto al valor del producto -en promedio- y supera el 30%
en el caso de las PyMES. La región que le sigue en el ranking de costos es la
Centro, con el 12,4%. Y la bajísima productividad del Belgrano Cargas es la
clave. Es la red ferroviaria más extensa del país (5.000 km) y la que menos
carga mueve (0,936 millones de toneladas en 2008); a razón de 501 ton/km. Ese
año, las líneas Ferroexpreso Pampeano; Ferrosur Roca; América Latina Logística
(ALL) y ALL Mesopotámica, transportaron 2,964 millones ton/km. y el Nuevo
Central 2,240 millones. Las cifras empalidecen al compararlas con los vecinos:
en Brasil, la línea Ferrovías Céntrico Atlántico, transporta 27,577 millones
ton/km. Los cálculos corresponden al trabajo del Banco Mundial, “Logística,
análisis y opciones para resolver sus desafíos estratégicos. Argentina”,
publicado en febrero de este año. De sus cuatro capítulos, el primero se
refiere a la logística del noroeste argentino y el segundo al ferrocarril
Belgrano Cargas, pues un trabajo anterior relevó que eran dos de los mayores
problemas logísticos locales. El Belgrano Cargas siguió una línea descendente,
el servicio bajó mientras aumentó la demanda al ampliarse la frontera agrícola
e instalarse las mineras en el NEA y NOA. En 1970 transportó 5,2 millones de
toneladas; en el 88; 4 millones; en el 93: 1 millón; en el 97: 1,8 millones, en
2006: 0,7 millones y desde 2008 ronda el millón. Novedades bienvenidas El
martes pasado se anunció el reacondicionamiento de 228 km. de vías en la
provincia de Formosa, con un costo de US$ 16,5 millones aportados por el Tesoro
Nacional. Las obras en las provincias de Salta; Chaco y Santa Fe (en el puerto
de Barranqueras), financiadas por la Corporación Andina de Fomento (CAF) por un
valor de unos US$ 326 millones, que se mencionaron en el mismo acto, fueron iniciadas
a principios de 2010. El gobierno se refirió a las gestiones que se están
realizando para obtener créditos y a futuras licitaciones para incorporar hasta
3.000 km. de vías en diferentes ramales más algunas obras complementarias (las
inversiones anunciadas oscilan entre los US$ 3.000 y los US$ 7.000 millones en
el mediano plazo), las cifras no están claras y el hecho de citarlas a veces en
pesos argentinos y otras en dólares aumenta la confusión. La cifra que sí está
clara es la meta y, realmente, es auspiciosa: 10 millones de toneladas de carga
anualmente. Para transportar 5,037 millones de toneladas, el Banco Mundial
calculó que se precisaría la suma de US$ 615 millones. De las cuatro
estrategias posibles para el Belgrano Cargas planteadas por los investigadores,
la mencionada es la de máxima, significaría rehabilitar 1.000 km de vías
férreas; incorporar 20 locomotoras nuevas y rehabilitar otras 45 (en total 95)
para lograr, como meta, un aumento de la productividad de 1,7 veces. El informe
destaca la degradación del material rodante y de tracción. A principios de los
´90 había 250/300 locomotoras, de las cuales sólo 120 eran aptas para operar.
En 2005, un informe de la empresa dice que de las 120 sólo 20 estaban en
servicio, tras lo cual se recuperaron otras 10. “La escasez de locomotoras es
aún más grave por la necesidad de doble tracción en algunos tramos del
Belgrano”. Otro dato: en 2007, de los 5.501 vagones, sólo 2.494 estaban en
servicio y en 2009, sólo 2.200. Experimentos fracasados El geógrafo José
Barbero, uno de los autores del informe del Banco Mundial, explicó a iEco que
“el Belgrano Cargas llegó a mover entre el 20 y 25% de la carga del sistema
ferroviario argentino, ahora mueve el 5%, daría la impresión de que el Estado
no supo qué hacer con este sistema, cada intento duró unos años, hubo
experimentos novedosos, pero ninguno impidió que el ferrocarril siga cayendo.
El Estado debe jugar un rol más importante aunque la concesión esté en manos
privadas”. Y siguió: “En los últimos años se puso un poco de plata, se
contrataron tres obras de mejoras en las vías, pero van muy lentas. Se cerró un
acuerdo con la CAF en las vías troncales, son tramos importantes. Pero los
arreglos parciales no van a alcanzar, la mejor infraestructura sola no es
suficiente, hay que renovar y mantener en talleres el material rodante, tener
personal bien capacitado, tanto para gestionar como para operar”, sostuvo.”Desde
Las Lajitas en Salta, o del centro sojero del Chaco, se tarda 19 o 20 días en
llegar al puerto de Rosario”, dice Barbero y considera que si los productores
pudieron asumir los altos costos del transporte automotor que suple la falta de
servicio ferroviario se debe al alto precio de los productos básicos en el
mercado internacional. Los investigadores también cuestionaron la ausencia de
un programa estratégico explícito cada vez que se realizaron inversiones y
mejoras. No hubo detalles de las etapas del proyecto, el destino de las
inversiones y, sobre todo, no se explicitaron los objetivos buscados, por lo
que no puede evaluarse si se alcanzaron las metas. No se puede asegurar que
actualmente este programa estratégico no exista como tal o que no se esté
elaborando. Lo que se puede decir es que, por ahora, no es fácil encontrarlo.
En la página web de la Secretaría de Transporte sólo puede encontrarse la
noticia del anuncio del inicio de las obras en Formosa. En la de la Secretaría
de Obras Públicas hay, además, una síntesis del “Programa Ferrocarril Belgrano
Cargas, crédito por $ 1.304 millones”, con fecha de enero de 2010, que
corresponde al inicio de las obras financiadas por la CAF. Son seis renglones.
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