La misma lógica de concatenar
episodios que incluso pueden estar diferenciados en todos sus aspectos, la
lógica de concatenarlos de toda manera para generalizar o masificar mensajes de
desánimo a la población referenciada en ese caso como opinión pública, la misma
lógica de hacerlo de todas maneras aunque se sepa bien que se está haciendo por
una distorsión gruesa de la realidad de malignidad nomás, de hacerlo para que
el otros viva con el pajarito que le picotea permanentemente en su cabeza,
además de desanimado con sentimiento de culpas, angustiado, la misma lógica de
transmitir mensajes negativos aunque sean de cuestiones positivas, la misma
lógica de la perversidad con pleno conocimiento que en la aldea funcionan
óptimamente los mecanismos de propagación, por el cual a partir de un mensaje
desalentador inmediatamente se hace circular en cadenas del voz a voz, es la
lógica que utilizan sin excepciones los comunicadores sociales en la aldea, en
especial para generar las percepciones del avecindamiento de circunstancias
caóticas, apocalípticas, negativas, para que al final lograr el objetivo
privado de influenciar sobre decisiones soberanas encima menospreciando la
integridad intelectual del que decide como opinión pública, que por lo general
en la aldea vive enojado, con el adicional, que por acá por la aldea, propaga
enojos en cadena, efectos colaterales, negativos por cierto.
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