La misma lógica de los bandoleros
del mar, generalmente en empresas privadas o en empresas públicas camufladas de
amotinamientos y otras lacras, la misma lógica del saqueo, que fracasando
apunta a la extorsión y al vandalismo corporativo, la misma lógica mercantilista
unilateral de los piratas que de pronto son poseedores privados de patrimonios
que anteriormente tienen que haber tenido entidad particular o social, es la
lógica de los imperialistas de siempre que hoy dedican titulares de sus diarios
para estigmatizar a la aldea bajo la forma de amenazas vedadas, intimidaciones
de otras épocas que hoy no causan gracia a nadie, son saqueadores de cuarta
autocalificándose como del primer mundo.
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