hay quienes se reciclan
hay quienes toman compromisos por otros
unos aprenden, otros no aprenden nunca
unos están simplemente, otros parten porque quieren o resistiendo porque no quieren irse, otros se quedan y se transforman
otros siguen igual, quejándose de los gobiernos que les tocan las codicias, irresponsables de todo inmaculados que tienen vacaciones aunque no se pueda hablar porque ellos mismos inmediatamente se defienden diciendo que los que opinan están movidos por oscuros sentimientos, como la envidia,otros siguen igual, haciendo lo que hacen y lo que no hacen, perjudicándose o beneficiándose de lo que hacen o no hacen los demás
otros siguen igual con sus problemas, fruto de los que hacen y de lo que no hacen, resultado de lo que hacen y no hacen otros también
unos parten y nos dejan lo que hicieron, para siempre, no solamente para los que estamos sino también para los que vienen y los que vendrán después de los que vengan
Liviana, vuelve la bofetada de las esferas celestes.
La música, a nuestra sombra, inocente como el agua de la fuente que sube entre animales salvajes,artísticamente petrificada alrededor del chorro de agua.
Con las cuerdas disfrazadas de bosque.
Con las cuerdas como el aparejo del aguacero:la lancha es azotada por los cascos de un aguacero y en lo íntimo, en el atasco del giroscopio, alegría.
Esta tarde se refleja la bonanza del mundo,cuando las cuerdas son instaladas, sin que nadie toque.
Inmóviles en la niebla, los árboles del bosque y la tundra húmeda espejeando en sí misma.
La mitad muda de la música está aquí, como el olora resina anda en torno a ramas heridas por el rayo.
En cada hombre, un verano subterráneo.
En el cruce de caminos, una sombra,y se aleja corriendo, siguiendo la trompeta de Bach.
La piedad inspira súbita cautela.
Dejar su disfraz de yo en esta playa donde la ola golpea y se retira, golpea y se retira. (TT)
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