martes, 25 de diciembre de 2012

En primera persona.

Subsanaciones. Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches no es título para destacar en el diario de hoy y en el de mayor circulación un veinticuatro de diciembre si no hay una intención velada de mandar una pálida subliminal en contra del gobierno como dice el gobierno que tampoco tiene la razón en esto – que tampoco es haz lo que yo digo no lo que yo hago - que en todo caso debería ignorar todos estos ataques al buen juicio y a la verdadera solidaridad cristiana, pero esto como siempre será un cúmulo de buenas intenciones de hipócritas haciendo negocios con la riqueza y la pobreza de los únicos que interesan los consumidores, no es un título que precisamente transmita un mensaje de solidaridad o se desprenda del espíritu de navidad “un millón de jubilados espera una decisión clave de la Corte”, que tampoco es una corte con un corte definido de su perfil específico en este cambalache eterno de roles que tenemos en nuestra estructura social residual que no nos permite sincerarnos o hacernos cargo realmente de los que tenemos que hacernos cargo, primero de las cosas particulares que nos tocan para después poder hacerlo con altura por las cuestiones más densas y masivas que dependen de nosotros, de otras maneras continuaremos sin enmendar nada. Por un reclamo del Defensor del Pueblo, que pide extender el fallo Badaro a todos los jubilados con derecho a recibirlo, aunque no hagan juicio contra la ANSes que fija aumentos de hasta un 69%, en los pasillos de los tribunales previsionales se acumulan montañas de expedientes por las sentencias apeladas por los abogados de la ANSeS, la porción más importante -unos 750.000- son los que se jubilaron antes de 2006 y no hicieron juicio, y hay otros más de 200.000 que iniciaron juicios, pero están esperando una sentencia favorable o que se resuelva la apelación de la ANSeS, en tanto, unos 60.000 ya tienen sus haberes reajustados porque la ANSeS cumplió con el pago de la sentencia, el fallo Badaro de la Corte Suprema estableció que entre enero de 2002 y diciembre de 2006 el reajuste de haberes debió haber sido del 88,3%, de acuerdo a la evolución de los salarios, en ese período los aumentos generales que dio el Gobierno fueron del 11 y 21%, las demandas judiciales fueron creciendo a tal punto que se calcula que la ANSeS tiene más de medio millón de juicios en su contra , la mayoría por “reajuste de haberes”, en especial del caso Badaro, de los cuales unos 330.000 están activos, con movimiento del expediente en los últimos dos años, en dos oportunidades, la Corte Suprema le pidió a la ANSeS que le presentara un informe económico financiero, en mayo pasado, Diego Bossio calculó que para extender Badaro como pide la Defensoría del Pueblo necesitaría $ 14.136 millones anuales, y dijo que no podría cumplir, la ANSeS argumenta que la Justicia no toma en cuenta el impacto económico de sus fallos y que tiende a crear un “sistema previsional alternativo” al que marca la legislación previsional y el Gobierno, que no podría afrontar un fallo “colectivo” porque quebraría, para la legislación argentina, la jubilación es el salario que le corresponde al trabajador aportante, después de reunir los requisitos de edad y años de aportes, ese haber debe ser móvil y guardar una proporción razonable con los últimos sueldos percibidos debidamente actualizados, según dice la legislación y la Constitución Nacional, los datos oficiales indican que en lo que va de 2012, el superávit de la ANSeS suma $ 23.609 millones, sin considerar el movimiento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS).

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