viernes, 28 de diciembre de 2012

En primera persona

Vivezas. Nunca más decimos Nunca menos por ahora Siempre igual o más lo hacemos Siempre en menos perdedores por ahora. Porque al final uno se queda preguntando si les gusta tanto a los muchachos vivir bajo el techo verde del dólar bajo los toldos protectores del American way of life porque no se van para donde corresponde y se dejan de joder yendo para allá a trabajar de sirvientes y venir para acá a que los señalen como oligarcas. Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches algunos les llaman a estas atrocidades vivezas criollas, y hablan horas y horas de ellas como leyendas fabulosas salidas de las mil y una noches que pasan roncando tranquilos como si no les estuvieran haciendo un daño a sus propios hijos o descendientes aunque les dejen truculentas herencias para alimentar a otros iguales a ellos que cuentan de las mismas historias, a esto de hacer todo lo que se pueda especulando si total después y al último a las culpas las tienen los demás y las termina financiando el gobierno, así de estúpidos son porque a esos costos los terminan pagando ellos mismos con todos los demás de nosotros bajo la forma de impuestos aunque ellos paguen proporcionalmente menos impuestos que los impuestos que pagan los pobres, y lo cuentan durante las reuniones de los viernes de soltero y en los asados cuando discriminan a las brujas para que laven los platos mientras ellos conversan eructando y se lo divulgan y se lo cuentan a los vecinos para generar envidia, en una especie de los infinitos orgasmos virtuales que tienen porque por lo general son tan depresivos los tipos que ni siquiera tienen orgasmos reales porque en su gran mayoría son unos coronados por cuernos y frustraciones aunque anden con el culo arriba en vehículos alta gama como les llaman. Desde que se instaló el cepo al dólar, empresarios y particulares han agudizado el ingenio para sortear las limitaciones, y poder conseguir cotizaciones más parecidas al mercado libre que al precio oficial de las divisas. Al dólar blue, dólar cable, dólar aeropuerto, dólar inmobiliario y más, ahora se sumó el denominado "contado con liqui local", un mecanismo a través del cual las empresas consiguen liquidar sus divisas a $6,23. La metodología es sencilla: consiste en comprar un bono en dólares en la bolsa, como el Bonar 2017, esperar 72 horas, y venderlo en pesos. Así, consigue una cotización cercana al dólar libre, ya que el bono se compra a u$s91 y se vende a $572, es decir, a $6,29. Con los descuentos de las respectivas comisiones, termina recibiendo $6,23 por cada billete verde. Según publica hoy el diario El Cronista, la operatoria se puede realizar con cualquier bono D, es decir, en dólares. Así, de acuerdo al título, la cotización varía. Desde el mundo financiero aseguran que el mecanismo es totalmente lícito. El único requisito que exigen las sociedades de bolsa es que el dinero les llegue mediante una transferencia. La empresa envía dólares y los agentes le devuelven pesos.

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