Y por estos lados nos pasamos la
vida echando las culpas a los gobiernos de las inflaciones que tenemos con
razones o sin razones porque para esta aldea decimos cono los académicos la
inflación es un fenómeno estructural, lo que es cierto, lo que no es cierto es
que a la culpas o a las culpas si hay varias lo que es más que probable,
siempre la tenga en su cancha el gobierno como lo concibieron las clases
privilegiadas que con la excepción de algunas franjas que se mueven algo por el
azar o factores similares son siempre los mismos de generación en generación,
cualquiera, lo que es un tema crucial porque además para erradicarlo hay
recetas que figuran en los manuales pero que no surtirán resultados por más que
el gobierno ponga en marcha infinitas políticas públicas, mientras los demás
involucrados no se hagan cargo o sea mientras esos sotas no se consideran
involucrados, especialmente los que forman los precios que son putos que se
hacen llamar empresarios mientras pagan y especialmente nosotros los putos que
minuto tras minuto convalidamos las decisiones que esos otros putos toman
confirmando con recursos de nuestros presupuestos los precios que a ellos se
les pone poner tocando el quinto forro de nuestras pelotas, el gobierno podrá
instrumentar políticas públicas activas fuertes, como pegar unívocamente los
aumentos de precios de los productos de la canasta por ejemplo a los aumentos
de salarios o remuneraciones en los sectores correspondientes, respecto a las
estructuras de créditos y débitos fiscales, en los niveles promedio que se
determinen con controles potenciados a los que están para que, alguna vez, como
nunca sucede por estos lados, explote todo y, especialmente, explotemos todos
los ricos con corazón y actitud de pobres que tenemos los pobres con corazón y actitud
de ricos que tenemos raras avis no tan raras dentro de nuestro folclore.
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