Desmitificando, lo que llaman el fútbol profesional.

Juro que me falta de todo lo más importante que me falta son unos magos extras que por su arte me hagan aparecer unos mangos para que los quemen dos de los niños que me quedan por criar por encaminarlos en esta aldea en la que uno no sabe bien qué aconsejarles si tienen que estudiar o hacerse jugadores de fútbol, profesional tiene que entenderse porque eso de jugar por la camiseta fue en otras épocas de tipos más idealistas que nosotros mismo esas épocas cuando los jugadores  entraban a la cancha después de jornadas laborales, no sé si decirles si elegir entre el cielo o el infierno o quedarse en los cientos de docenas de paraísos posibles que hay por estos lados, juro que me falta de todo pero no escribo para pedir algo juro también que no pido nada ni siquiera al nazareno cómo le voy a andar pidiendo abundancia me da vergüenza con todas las carencias que hay todavía en el mundo, juro todo esto porque para el comentario que viene necesito que se sepa bien que no me molesta nada el dinero de los otros que pienso que está bien lo que cada uno gana y lo que cada uno paga que cada uno es dueño de sus propia existencia que no es sobre esto lo que quiero hablar, pero que todo eso que no me interesa y que me imagino interesará menos a los que no intereso, pero que también que toda esa sanata no impide que diga que hay cuestiones en los mal llamados mercados, de jugadores en este caso, que son entidades virtuales entelequias en las cuales se hace de todo en nombre de un motivo que se califica de competencia, que hay cuestiones muy cruzadas como son, como en el caso de los honorarios de los jugadores que por encima de las remuneraciones que merezcan por lo que dan y todos los etcéteras que se necesiten, son o constituyen de por sí inmoralidades, de concentraciones de activos totalmente desproporcionadas, considerando que en esta puta aldea global hay niños que periódicamente mueren de hambre, en la ética de última instancia lo atroz son los niveles de las negociaciones de los números que se manejan sin que haya una autoridad global que frene en nombre de la equidad esto avances de la especie humana al centro del infierno.