Se dirán serios pero no lo son,
se creerán ellos mismos serios pero están muy lejos de serlo, ser serio es
serlo y además parecerlo sin testigos en las soledad después de los entreveros
después de la declaraciones de los posicionamiento públicos, serán serios o no
lo serán pero ellos lo primero que hacen es cubrir con un manto de seriedad lo
que no hacen seriamente, para disimular lo que son cuando no lo son, no
formalmente, de los ocupados cristianos que se pasan más horas ordeñando los
cajeros automáticos de esos que se pasan más horas arrodillados en los cajeros
automáticos rezando que diosito no los vaya a hacer perder patrimonios que
creen que acumularon legítimamente aunque no legalmente u holgazanamente, sin
preguntarse ni remotamente si el mismo diosito los bendeciría y les bendeciría
sus codicias consuetudinarias, pasan allá mas horas de las que se pasan
arrodillados en reclinatorios de madera añeja tallada por carpinteros de siglos
atrás en aserraderos y talleres de buenos artesanos y de buenos samaritanos, en
confesionarios con cortinas de terciopelo color borra de vino que oculta la
pelada de los curas que escuchan los pecados mientras viven y no hacen nada por
remediarlos, solamente rezar, de los ocupados en sus religiones hedónicas más
que en las religiones originales a pesar que declaran que una cosa es más
importante que la otra mintiendo a los prójimos para los que sí es seguro que
la religión es la que lo prescribe aguantar las carencias para buscarles
explicaciones al hambre y a los faltantes de comida y de otras tantas cosas.
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