Los mismos tarados que se quejan
de los políticos que en la última campaña se pagaron un viaje a Roma para
sacarse una foto marquetinera con el papa son los mismos que están yendo uno
por uno sin escalas a repetir la aventura de aprovechar el merchandising del vaticano, artífices todos de
la convencional tara de creer fehacientemente que somos el ombligo del mundo y
de la extrema boludez que dios tiene el escritorio en esta aldea de tarados y
taraditos, lo hacen con los mismos desparpajos con los que dan sus opiniones
por los medios en conferencias de prensa y otras pelotudeces mediáticas
similares, cuando les debería dar vergüenza y recato aparecer por esos lugares
santos cuando son el equivalente de los carteles y mafias más pesados que hay a
nivel global, estos tarados que esconden detrás de algo tan sencillo e
intrascendente como un partido de futbol mecanismos de poderes transnacionales,
políticos y económicos que el papa rechaza de cuajo, al menos deberían saberlo
si leen un poco sus mensajes a la grey, van y vuelven como si fueran peregrinos
normales mientras acumulan para engordar cuervos y halcones que los rodean que
dirimen las diferencias en tribunales inventados mientras miles de niños en diferentes
lugares de este mismo planeta se mueran de hambre y de frío, tarados
importantes eso sí, según los paparazzi.
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