sábado, 3 de agosto de 2013

Taras y tarados, contrariedades.



Doy fe en fecha primero de agosto de dos mil trece en plena peatonal Perú-Avenida de Mayo siendo las once cuarenta hay mil reproducciones de la eterna tara de comprar y vender dólares con el remanido argumento que es la única forma de guardar ahorros seguro que mal habidos que se pretenden desenganchar con los cambios de referencia, y entonces en los volantes del partido de tarados políticos una especie de mago merlín que publicita que alguna vez gracias a él que fue presidente del banco central de la aldea donde hay unos cuantos tarados amontonados y a los competentes que lo acompañaron,  cambiaron la inflación del cuarenta al cuatro por ciento como diciendo que ahora ir del veinte al dos es más fácil que aprenderse de memoria la tabla del dos, argumentando que como siempre a la culpa de todo esto la tiene el gobierno que por supuesto en sus calificaciones estará plagado de otros tarados similares y el INDEC una institución mutante que no sirve para nada con otros tarados adentro, y que en esos aumentos no tienen nada que ver los tarados que forman los precios que son en realidad los responsables no más de una media docena de tarados tirados a pícaros que mientras ellos ponen caras de sotas y de patroncitos de estancia muy buenos, unos negros fornidos y unas rubias que parte la tierra en esa misma peatonal tiemblan con la moneda de la aldea, claro que seguro que ninguno, preparará un proyecto para perseguir arbolitos con los mismos entusiasmos que le ponen cuando hay proyectos algunos convertidos en leyes por los que persiguen bolivianos verduleros que se rompen el lomo y el culo para sobrevivir día a día.




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