Estamos en plena campaña, o mejor
lo están ellos los aspirantes y nosotros no que somos el público cautivo, y los
candidatos arman discursos para nosotros los giles, eso es lo que somos
impasibles ante tanto despliegue de discursos y mugre en las calles, ni
siquiera tienen la iniciativa para ser diferentes en eso, las calles quedan
atestadas de papeles basura por todos lados, justo eso es la tara, llamar
campañas a estas actuaciones circenses para la gilada que está en la platea
para la que lo ve por TV, llamar campañas a estas puestas en escenas, ahí andan
los tarados prometiendo lo que nunca van a cumplir, tarados ellos que lo
prometen tarados nosotros que les creemos una y otra vez, desesperados por
llegar para alcanzar inmunidades y honorarios, por la función por zona
desfavorable por desarraigo por coimas, honorarios sueldo retornos que los salvarán
de los quebrantos que los mismos son pagados con costos sociales, por acá
andamos los otros tarados resignados y parias a expensas de las impunidades de
cualquiera, ejemplo de las prepotencias de los recursos humanos de Farmacity
donde los empleados cualquiera no importa el rango te trajinan con el cambio y
los pagos por crédito o débito, como si el cambio fuera un problema del que
compra en lugar de lo que es un problema del que vende, lo bien que vendría que
uno de esos tarados que en poco más ocuparán bancas nuevas le interpusiera a
ese bazar un proyecto de ley que, definitivamente, determinara si eso es una
farmacia o es un paseo de compras.
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