La misma lógica feudal de un
servilismo inconveniente pasivo y autocompasivo, la misma lógica de la
obsecuencia a tiempo completo y todo el tiempo que contiene un reconocimiento
doble, el reconocimiento del sujeto de la bajeza de una auto calificación
descalificadora lo que es una confesión abierta de la bipolaridad que nos
aqueja y que además se pretende transmitir a otros que no tienen ni artes ni
partes lo que es propio de tipo mala leche, y el reconocimiento de la presunta
superioridad de un ajeno que por lo general por acá identificamos con los
nativos en la isla de Sam en cualesquiera de los aspectos de sus vidas así
crudamente sin tamizadas ni filtros, la misma lógica del chupamedias, es la que
tanto aplican por acá y tanto, aparentemente con la pretensión de aletargarnos
de alucinaciones que fueron, tipos como esos que reproducen en un diario
estúpidas declaraciones de algún funcionario extranjero diciendo que la aldea
nuestra no es un país confiable para los Estados Unidos y el temor, de invitar
a la primera mandataria a una entrevista con el presunto “patroncito del
mundo”, es que la visita pueda terminar de manera abrupta, porque para Cristina
la diplomacia es una herramienta de la política interna, aunque ya en el último
tramo de su mandato, la Presidente decidió camporizar la relación bilateral,
removió al ex embajador Jorge Argüello -de impronta dialoguista- y designó a
Cecilia Nahón como embajadora en Estados Unidos, encargada básicamente de
llevar un discurso explicativo de "la década ganada" frente al
gobierno de Obama, nunca van estos obsecuentes por la opuesta, ¿y si a ella no
le interesa?
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