La misma lógica del trastorno de
negativismo desafiante, que por lo general se define por un patrón persistente
de conducta negativista, hostil y desafiante a las autoridades, la misma lógica
de esos negativismos excesivos para el contexto sociocultural y el nivel de desarrollo
en definitiva de cualquier ciudadano al que se muestra un nivel de desprecio
superlativo en cualesquiera de sus condiciones, y que además le causa o se
piensa que puede causarle, un deterioro significativo en su funcionamiento
social, en el que están presentes algunas de las conductas características del
trastorno como, la frecuente pérdida de los equilibrios nerviosos, las
discusiones repetidas, las continuas y deliberadas molestias a otras personas,
las censuras a otros por sus errores, las mentiras a otros para evadir
obligaciones evadiendo autoridades, molestias, enfados, resentimientos,
venganza, la misma lógica que hace referencia a la manifestación de conductas
excesivamente groseras, de rebeldía ante la autoridad y provocativas,
atribuibles a los niños en los diagnósticos convencionales, son las que aplican
los empleados del mes de los medios masivos de comunicación en esta aldea de
obsecuentes que han perdido las nociones de las objetividades y se mueven con
subjetividades, como la enferma que además se hace tomar por periodista que
atacó la investidura presidencial de una manera grosera en la reunión bilateral
de las presidentas de la aldea y de la aldea vecina, y encima se está
victimizando por las redes sociales, nada sería si fuera única, sino que hay
mucha gente con síndromes similares.
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